RSE y trabajo: ¿suspenso?

Un reciente estudio del International Center for Work and Family (ICWF) del IESE, que dirige mi colega Mireia Las Heras, publicado hace unas semanas (aquí), no deja bien a las empresas españolas. 6.290 empleados de diversos sectores se muestran críticos con sus empresas, al juzgarlas sobre tres variables: eficacia (en el uso de los recursos para producir bienes y servicios que aporten beneficios), aprendizaje (proveer de recursos necesarios para desarrollar a sus empleados) e identificación (estímulo de la lealtad y el compromiso de los empleados con la organización).

Sólo el 28% de los encuestados calificó su empresa como excelente, y casi una cuarta parte le dio un suspenso. Los que tenían contratos indefinidos fueron más críticos. Solo 3 de cada 10 manifestaban estar satisfechos con sus empleos. Solo un 11% de los varones y un 24% de las mujeres se consideraban bien pagados, aunque ellos consideraban que daban el esfuerzo debido en su trabajo. Tres cuartos a los encuestados opinaban que el estrés causaba daños a sus colegas.

No tengo elementos de juicio para valorar la calidad de esta encuesta. Pero me parece que los directivos españoles, aunque sus empleados no hayan participado en ella, deberían hacer un hondo examen de conciencia: ¿se puede decir esto de mi empresa? Y quizás podrían concretar más su reflexión:

  • ¿Es justa la remuneración que les pago? La comparación con el mercado es solo una de las variables relevantes en este caso, pues la pregunta debe ir más lejos: ¿refleja esa remuneración la aportación, esfuerzo, dedicación, compromiso de mis empleados (por favor, ponga nombres)?
  • ¿Están motivados para dar lo mejor de ellos mismos? Lo que ellos encuentran en la empresa, ¿les permite su desarrollo como personas y profesionales?
  • ¿En qué entorno se mueven los trabajadores en la empresa? Sí, ya sé que no es el de «Tiempos modernos» de Chaplin, ni un nido de ratas o de microbios, pero, ¿cuánto estrés hay en sus jornadas laborales? No se olvide de los tiempos de desplazamiento, de los horarios de los niños en sus escuelas, de cuándo haremos la compra para la cena de hoy, de qué trabajo me llevo a casa para el fin de semana (quizás no trabajo físico, pero sí preocupaciones para pensar)…
  • ¿Cómo ven la empresa los empleados? ¿Se enteran de su misión? ¿Se la creen? (¿Se la cree usted?) ¿La ponen en práctica (empezando por los directivos, claro, si no, estamos engañándonos)? ¿Pueden participar en la definición de sus objetivos? ¿Escuchamos sus quejas y sugerencias? Más aún: ¿sabemos lo que piensan?
  • ¿Se sienten los empleados partícipes de la función social de la empresa? ¿Saben lo que hacen y cómo esto tiene que ver con su contribución a la sociedad?

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2 thoughts on “RSE y trabajo: ¿suspenso?

  1. Me he sentido muy identificado con este post, y yo mismo he tenido problemas de estrés entre otros por culpa de mi trabajo. Es más, tuve que recurrir a un bufete de abogados debido a las condiciones tan pobres que tenía en mi último puesto de trabajo.

  2. Estimado profesor, el reparto de los ingresos se debe hacer en función a la entropía que genera el puesto de trabajo y eso es el desorden «medido». Lo que pasa es que la economía se quedó atrás en el S XX con sus métricas estáticas anuales. El mundo es dinámico y lo más dinámico de la sociedad es la economía (la mano de la sociedad decía Polo). Para eso no hay otra que medir su entropía económica, cosa que nadie hace, hoy por hoy

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