Ser ético en una empresa no es fácil

No es fácil comportarse éticamente en el mundo de los negocios; eso ya lo sabemos. Pero vale la pena pensar en algunas de las razones que provocan esto:

  • Las decisiones son complejas, no hay tiempo, falta información. A menudo ponemos el «piloto automático», que suele estar regido por las decisiones pasadas que, a menudo, se tomaron con la misma falta de información. ¡Qué importante es reflexionar sobre nuestras decisiones pasadas!
  • La sensibilidad moral es escasa; muchos directivos consideran que la empresa es una selva y que el «todo vale» es la regla.
  • Las organizaciones presentan complicaciones adicionales: la tiranía de los objetivos, conseguir lo que el jefe quiere, los incentivos perversos. Reconozco que es muy difícil actuar contra lo que se acostumbra a hacer en la empresa: por eso me parece particularmente importante que los directivos se pregunten con frecuencia sobre la calidad moral de las decisiones que toman sus empleados, y que no «miren hacia otro lado» cuando sospechan que esa calidad moral ha sido insuficiente.
  • Los errores son inevitables, y a menudo se procura ocultarlos o justificarlos, con prácticas de racionalización que son muy dañinas.
  • Suele considerarse que las empresas tienen reglas éticas propias, autónomas, porque la decisión se deja a los expertos, que conocen bien su campo, pero no tienen visión de conjunto, de modo que esas decisiones acaban perjudicando a la organización.
  • También porque en la empresa hay muchos individuos con proyectos distintos, de modo que se prescinde de las normas, tradiciones y reglas, y se acaba en el relativismo ético. Las mentiras que en el departamento de contabilidad están mal vistas pueden estar en plena vigencia en el de marketing. O viceversa.
  • En un mundo globalizado, las empresas no están sujetas a las leyes de un país determinado, sino que se sienten liberadas, y acaban desarrollando sus propias reglas.

Todo esto es verdad, pero no excluye la importancia y la necesidad de comportarse éticamente en todas las decisiones.

6 thoughts on “Ser ético en una empresa no es fácil

  1. Los intereses financieros o comerciales de la entidad siempre están por encima de la ética. Lo podemos ver en la situación actual en la que las farmacéuticas que han desarrollado la vacuna del COVID 19, las están vendiendo al mejor postor sin respetar siquiera los contratos.

  2. La condición de experto, como tú sabes, es para justamente decidir sobre qué es lo más apropiado y qué no lo es, a pesar de las ventajas que podrían obtenerse con otra decisión

  3. Precisamente el ahondar, estudiar a fondo y asimilar la esencia de la ética y de la RSE hace más fácil evitar aquellas razones y comportarse dignamente en el mundo de los negocios.
    Saludos.

  4. Cierto, la sensibilidad moral escasea en esas mentes donde se automatiza cada decisón, como parte de la estrategia empresarial, sin ver que detrás hay personas, vidas, emociones, hay consecuencias.

  5. Muy interesante el artículo, como siempre. Pienso que había que superar el paradigma de preocuparse solo por los riesgos que afectan a mi organización y pensar en los que inducimos a terceros a la hora de tomar decisiones. Por eso lo de ¡ Qué importante es reflexionar sobre nuestras decisiones pasadas! y añadiría y futuras.

    Y también habría que romper ese otro «dogma» de asociar ética con el cumplimiento legal, la ética ha de ir por delante, pero nos cuesta por el impacto que una decisión que tomemos puede tener en los objetivos económicos por no saber valorar el impacto social.

    Cuídese.

  6. Agregaría el peligro de que se acota el campo de la ética según el interés de la empresa. Lo vi en @BancoBci de Chile, donde el ‘comité de ética’ actuaba solo si afectaba el patrimonio del banco.

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