Cultura empresarial e ideología política

Mi colega del IESE Fabrizio Ferraro ha respondido a unas preguntas en el blog del Social Trends Institute que me parecen interesantes. Una idea es que la gente acostumbra a filtrar la información que recibe de acuerdo con su ideología; luego, sus valores se reflejan en las decisiones, también en las que no tienen que ver con temas políticamente polarizados. Por eso es importante implicar a los empleados de todos los niveles de la organización en las decisiones de la empresa: «la ideología de los empleados es relevante para el negocio», concluye.

Ferraro distingue entre cultura organizacional e ideología. La primera se refiere a los valores y normas compartidos en la organización, que definen cuáles son las actitudes y conductas apropiadas para sus miembros. La segunda se refiere a las creencias y perspectivas que tienen las personas sobre la sociedad en general. En todo caso, las ideologías de los empleados pueden afectar a la cultura organizacional, de modo que diferentes empleados con diferentes tendencias políticas pueden asumir distintas expectativas respecto de la empresa.

Ferraro añade que, en el plano de la sostenibilidad, las empresas deben llevar a cabo planes ambiciosos con objetivos agresivos, que pueden llevar a los empleados a conductas inapropiadas. Por eso, sugiere que, en el ámbito de la sostenibilidad, las empresas entiendan -y hagan entender a sus directivos y a su personal- cuáles serán las consecuencias de sus acciones -por ejemplo, al establecer objetivos-, porque pueden afectar a la cultura de la empresa y a las conductas morales de sus empleados y, por tanto, a su capacidad para responder a los retos sociales y medioambientales.