En estas páginas ha aparecido con frecuencia el tema de la confianza en las personas, habitualmente compañeros de trabajo o, sobre todo, directivos de más o menos nivel. Ahora quiero hacer algunos comentarios sobre la confianza en la empresa. Su importancia es obvia. Lo que nos tiene que preocupar es por qué se pierde la confianza en la organización en la que trabajamos. He aquí algunas ideas.
- Porque se aplican estándares diferentes. Por ejemplo, las oficinas de la central son lujosas, pero las de otro departamento son incómodas y deficientes. Esto lleva a la gente a pensar que nos tratan con menor consideración.
- Porque los mensajes son inconsistentes. A veces porque hay que dar mensajes distintos a distintas partes de la empresa y, cuando esto se conoce, parece que esos mensajes son inconsistentes. ¿En qué quedamos?
- Porque se trata de manera distinta a distintas personas. Por ejemplo, uno comete un error y la dirección pasa por encima del error, sin darle más importancia, pero el error de otro es objeto de una reacción más dura. O se promociona pronto a alguien en una oficina, y se retrasa la promoción de otro en otra oficina. A menudo es difícil hacer frente a comportamientos inadecuados.
- Porque no se confía en los otros. Un perfeccionista, por ejemplo, tenderá siempre a criticar las actuaciones de los demás.
- Por silencios mal entendidos. Se ha despedido a alguien y no hay una explicación general o, al menos, a las personas de su entorno. ¿Están intentando ocultar algo importante?
- Porque hay rumores. Los hay siempre, en todas partes. Los empleados tienen casi siempre un conocimiento parcial de los problemas, y no siempre se puede explicar todo a todos. A menudo, la gente piensa que el jefe dijo tal cosas, cuando él no lo dijo, o piensa que no lo dijo…
- Porque las cosas no van bien en la empresa. Las ventas no funcionan, se marcha gente relevante, los planes no se cumplen… ¿Qué será de nosotros? Acabamos de comprar otra empresa: ¿cómo afectará esto a mi puesto de trabajo?
Por supuesto, la lista puede ser mucho más larga. Pero, en todo caso, lo importante es cómo vamos a hacerle frente. Pero de esto nos ocuparemos otro día.