La empresa, no el mercado

Se me pasó la primera vez que lo leí en Leonardo Polo, en su libro «Filosofía y Economía» (Pamplona, EUNSA, 2012, p. 389): si las ideas son más importantes que las cosas, «lo básico no es el mercado, sino la empresa» (p. 389). Lo volví a leer hace unos días, revisando las pruebas de un artículo que escribí para Stucia Poliana, y que saldrá en breve, sobre «La responsabilidad social de la empresa según el pensamiento de Leonardo Polo».

Claro, me dije. Polo hace notar que lo más importante no es producir y vender, sino introducir la novedad, el cambio, en la vida. El lector me dirá que no, que lo importante es vivir, aunque sea una vida monótona; no todo el mundo cambia continuamente las cosas. Bueno, sí, pero Polo es un filósofo, que intenta entender qué es lo que los seres humanos hacemos. Y lo importante no es repetir mecánicamente, sino introducir la novedad.

Cuando llega el electricista a mi casa y le digo que la luz de la cocina no funciona, mira la lámpara, mira el cable, mira el interruptor y me dice: el interruptor está roto; hay que cambiarlo. Esto no es algo obvio: hay que saber cómo funciona ese aparato, de qué está compuesto, cómo se puede romper, qué hay que hacer para cambiarlo… Todo esto es, para Polo, innovación, es aplicar inteligencia, memoria, imaginación, capacidades… Esto es lo distintivo del ser humano. Y esto es lo que hacemos cada día en la empresa. Por eso puede decir Polo que la empresa es importante, porque ahí está el actuar humano.

Y es más importante que el mercado, donde concurren personas para desempeñar diversas funciones. «Es necesario establecer un sistema de cooperación para que la empresa funcione», dice Polo en otro lugar. La empresa es un sistema de cooperación; el mercado es un sistema de intercambio. «Por sí solo el intercambio no asegura la cooperación social en un grado suficiente» (p. 343). O sea el mercado no es suficiente: la cooperación va más allá de lo que el mercado puede conseguir. O, dicho de otra manera, la empresa tiene más fuerza de cambio que el mercado, porque en la empresa hay más cooperación.

A ver qué dicen los que quieren convertir la empresa en un sistema competitivo, como el mercado.

4 thoughts on “La empresa, no el mercado

  1. Articulo muy al día de lo que pasa hoy con las empresas ya que la inversión en I+D debe de ser una partida importante de la estrategia empresarial, para atacar las posibles soluciones novedosas que el mercado está demandando siempre. web

  2. En ese mismo libro y otros, Polo describe la necesidad de ubicar al mercado como agente espacial y al capital como agente temporal. Yo estimo que esos números que los relacionan son reales para el mercado y complejos para el capital. Pero por encima del tiempo está la persona. Y su responsabilidad por supuesto

  3. Estimado Antonio, el mercado está alejado de las necesidades y de la seguridad de las personas. Una gran parte de su actividad es superflua, dañina con la naturaleza y con el desarrollo integral de las personas. Pero lo más criticable del mercado es su forma de proceder; su publicidad engañosa, su falta de respecto con los niños, los jóvenes y los más necesitados…, Sin embargo es posible, que las empresas realicen su transición y se pongan al servicio de la personas de sus necesidades reales, de su seguridad y salud, así como de aportar la soluciones para la reducción de riesgo de desastres antes de que sea tarde, Saludos,

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