En una entrada anterior hicimos un listado de algunas de las causas por las que se puede perder la confianza en la empresa entendida como organización, no la confianza en personas concretas (aunque, a menudo, la desconfianza se manifiesta en los directivos, los inmediatos y los más altos). Ahora daremos algunas recomendaciones sobre cómo hacer frente a ese problema.
El jefe se da cuenta de que en su oficina, o en la empresa en general, la confianza en la organización se ha debilitado o perdido. ¿Qué debe hacer?
Lo primero es tratar de entender qué ha ocurrido. ¿Se ha perdido la confianza de repente o poco a poco? ¿Cuándo han llegado a ti los primeros síntomas de esa desconfianza? ¿Hay una causa única o es un conjunto de razones? ¿Se trata de algo recíproco, de directivos con empleados y viceversa? ¿Hay sentimientos reivindicativos y vengativos?
Una vez aclarado, más o menos, lo que ha pasado, se trata de discernir la extensión y la profundidad de la pérdida de confianza. ¿Afecta a toda la empresa, a un departamento, a una localización…?
Descubrir pronto la pérdida de confianza es importante a la hora de buscar soluciones, antes de que el problema se haya extendido y hecho más profundo. No hace falta conocer todos los detalles, pero ya puedes trazar tu plan para recuperar la confianza. Que la gente sepa que entiendes sus problemas y te preocupas de ellos. Luego, estudia las posibles reacciones de la gente ante tu plan. Qué puedes hacer tú, qué debes delegar en otros y qué puede hacer un equipo de personas. Cuánto tiempo hará falta para solucionar el problema.
Como jefes, tenemos que hacer un poco de autocrítica y aceptar que no podemos controlar todos los aspectos de nuestra empresa aunque queramos. La confianza con nuestros empleados es básica para el éxito de nuestra empresa y un equipo que sepa gestionar eso no tiene precio. En algunos casos delegar esas tareas a otros compañeros o socios puede ayudar mucho.
Un saludo