¿Prefieres jefe o jefa?

Hoy se cumplen 100 años del primer día internacional de la mujer, con el que se perseguía su derecho al voto. Fue el 19 de marzo de 1911. Más tarde el incendio de una fábrica textil con las trabajadoras en huelga dentro por parte del empresario dio un cariz más laboral y de lucha al tema y se fue celebrando en diferentes países diferentes días del año.

Mucho ha llovido desde entonces y mucho hemos avanzado, aunque seguimos estereotipando a la mujer. En España se les llama «marujas» si se quedan en casa a cuidar niños y en Alemania se les llama «Raabe Mutter» (madre cuervo) si salen a trabajar y dejan a los niños en manos de otros. En lugar de seguir estereotipando y juzgando se trata de crear las condiciones sociales y empresariales que  les permitan tomar las mejores decisiones en cada caso.

Según el informe de la Fundación Madrina, el “mobbing maternal laboral” se ejerce en España en un 55% en PYMES, un 9% en la empresa pública, un 20% en grandes empresas y multinacionales.

Entre las “excusas” sociales que favorecen la mala praxis laboral se encuentran: “Tu embarazo da mala imagen para la empresa” (s. automoción); “de directora a cajera: porque tus prioridades con relación a la empresa han cambiado” (s. banca); “No quiero sentar un precedente con tu baja maternal” (s. médico); “Entendemos tu problema, no te preocupes, te ayudamos a no continuar con tu embarazo” (s. maternidad); “Si continuas sabes que estás despedida” (s. hostelería); “tú eres el problema” (s. consultoría); “Ya sabes lo que tienes que hacer si quieres seguir en la empresa (s. grandes almacenes); “saben que estoy embarazada y me han situado en un área de riesgo, que hago?” (s. químico); “nos hacen controles periódicos, y la que da positivo a la calle” (s. bebidas refrescantes); “no nos dejan embarazarnos” (s. siderurgia), entre otros.

Hace unos días salió a la luz la investigación que hicimos en el Centro Internacional Trabajo y Familia junto a Edenred y muchos medios recogieron distintos datos del barómetro de conciliación Edenred-IESE. Lo más llamativo fue que, independientemente del sexo del subordinado, su satisfacción con el estilo de dirección de su jefe era mayor si éste era jefa, osea mujer, y además madre. ¿Os lo esperábais?

En la tertulia de «El mundo» en la que tuve ocasión de participar discutimos sobre si la crisis supondrá un paso hacia atrás en la igualdad de oportunidades. Aquí podeís ver el resumen, que acaba de ser publicado en el periódico, de nuestras opiniones  e intercambio de ideas.

La semana pasada el presidente del Deutsche Bank afirmó que «las mujeres aportan colorido a la alta dirección», lo cual dio mucho que hablar… Podéis ver aquí la noticia que lo recoge.

En ese sentido, cuando estuve en Frankfurt con el presidente de uno de los bancos más importante de Alemania hablando sobre la conciliación trabajo-familia y las trayectorias directivas en su organización, el comentario fue: «La mayoría de las mujeres de mi banco se han casado con el hombre equivocado, porque no las dejan aceptar traslados internacionales.» ¿No os parece naïve que se crea esa excusa de algunas mujeres para no cambiar de país porque no les apetece o no les compensa?

Nuria Chinchilla es profesora de Dirección de Personas en las Organizaciones en IESE Business School.

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18 Comentarios

  1. Si las mujeres ocupasen posiciones internacionales relevantes en las empresas y se las enviase a otros países a desarrollar y gestionar otros mercados, el modo de hacer negocios internacionales y muchos de los estereotipos asociados se darían la vuelta. Y las cuentas de resultados de muchos de esos mercados también.

  2. Silvia Ahumada

    Expreso mi opinión brevemente… no es una cuestión de género sino de capacidades. Por eso prefiero utilizar el concepto de «Rentabilidad de género»
    Un cordial saludo desde México

  3. Josep Gendrau i Valls

    Desde el PRINCIPIO el SEÑOR los creó HOMBRE y MUJER. (Yo en todo caso despidiria al hombre por embarazoso.) NO, ni uno ni otra. Se ha de seguir la ley natural y respetar a hombres y mujeres dándoles las mismas oportunidades. Jefa o Jefe…todos deben tener esta opción y deben estar siempre en formación para conseguirlo

  4. Yo personalemnte prefiero un hombre de jefe , siempre he trabajado con hombres y no por ello me siento inferior.

  5. La incompetencia no tiene sexo.

    Es igual el atributo jefe o jefa, que sea competente es lo más importante.

  6. Daniel Altimiras

    coincido con Silvia y con eli, no se trata de preferir jefe o jefa, aunque mucha gente esconda en su respuesta la elección de una persona que se encarge de desarrollarle personalmente, de una forma integral y basado en la justicia y la verdad….

    creo humildemente, que la propia ley de igualdad está mal concebida, dado que prima una discriminación positiva a favor de la mujer como contraprestación de lo que se ha realizado mal durante muchos años antes… ahora no se trata de reparar heridas, sino de desarrollar las mejores competencias de cada uno para hacer un mundo mejor…

    Gracias Nuria por, en un día especial para las mujeres, sacar un tema en el que permitirnos a tod@s participar.

  7. Yo la experiencia que he tenido con jefas ha sido peor que con jefes. También he tenido mejor relación laboral horizontal con hombres que con mujeres. Debo ser raro. 😉

  8. La verdad es que yo siempre he preferido trabajar para personas competentes que incompetentes, y cuando he tenido que contratar a personas, he elegido a las competentes sobre las incompetentes, independientemente de su configuración cromosómatica. Efectivamente, hay muchos estereotipos todavía vigentes, como el de que el marido que se queda a cuidar a sus hijos es un calzonazos o aquel que dice tenemos la sensibilidad de una ameba y no sabemos empatizar o de que la intuición es algo que no va con nosotros. La pregunta que debemos hacernos es si la persona que tenemos delante es competente o no, no el sexo que le adorna. Aún así, Gallup viene realizando encuestas con relación a las preferencias de tener jefes o jefas en 22 países desde 1996 y los resultados apenas han cambiado (fuente: Why men earn more (and what women can do about it, libro de Warren Farrell disponible en Amazon, páginas 148-149): en todos los países con empleados que han trabajado bajo las ordenes de hombres y mujeres, tanto los hombres como las mujeres prefieren tener a jefes. La mujeres en un ratio de 2 a 1 y los hombres en un ratio de 3 a 1, aunque las diferencias varían según país, siendo EE.UU el que muestra unas preferencias más equilibradas. En la última encuesta realizada por Gallup sobre el tema, el 23 % de las mujeres norteamericanas prefieren una jefa y el 32% un jefe. La mitad de los hombres y mujeres consideran que es indiferente el sexo de su supervisor. Y quisiera cerrar esta ya extenso post con las palabras, muy apropiadas en un día como hoy, de una ilustre sufragista norteamericana Elizabeth Cady Stanton, en la Asamblea Legislativa del estado de Nueva York en 1860: «Hacednos la merced de dejar que nos cuidemos nosotras mismas… Deshaced todo lo que el hombre hizo por nosotras en tiempos remotos y tachad todas las leyes instituidas especialmente para nosotras; suprimid el término hombre blanco de todos vuestros códigos, y después, navegando al unísono, dejadnos hundirnos o salir a flote, vivir o morir, sobrevivir o sucumbir». ¿Estaría de acuerdo con las cuotas del feminismo institucional de hoy en día?.

    PS: Para entender también los problemas a los que el hombre de las sociedades desarrolladas se enfrenta, os recomiendo leer este informe elaborado recientemente para Barack Obama: http://bsaweekly.files.wordpress.com/2010/08/white-house-boys-to-men-program.pdf

  9. la incompetencia no tiene sexo!

    La igualdad entre todos y todas en todas partes del mundo , no solamente jefe-jefa

    Persona igual a Persona!

    Es lo mismo blanco-negro?????????????????

  10. MANUEL VELASCO

    Apreciada Sra. Nuria Chinchilla:
    En relación al tema que plantea y en lo que a mí respecta, hoy me encuentro jubilado, pero siempre he ejercido como profesional liberal – sin jefe, ni jefa-, y he procurando que las personas que han trabajado conmigo nunca recibieran un trato discriminatorio por razón de su sexo, ni por cualquier otro motivo.
    Por otro lado tengo dos hijos, un chico y una chica. Tanto mi esposa como yo hemos intentado que ambos tuvieran igualdad de oportunidades de cara a su formación y ambos han desarrollado su actividad profesional en el ámbito de la empresa. Sin embargo, lo cierto es que mi hijo lo ha tenido más fácil a la hora de promocionarse en puestos de dirección frente a mi hija quien, como muy bien dice Vd. en su artículo, cuando se encontró ante él dilema de pagar un coste muy alto en su vida familiar priorizó ese interés frente al prfesional. Aprovecho la ocasión para agradecerle su trabajo para que las cosas vayan a mejor.
    Saludos cordiales.
    Manuel Velasco

  11. Maria José Blázquez

    Lo que me gustaría es que quienquiera que sea la persona que tiene la responsabilidad de sacar adelante, planificar, gestionar, dirigir una empresa tenga en cuenta que ante todo puesto de trabajo hay una persona, y esta merece respeto, oportunidad, reconocimiento, y este merecimiento se le explicite con las palabras y los gestos.

  12. D. Manuel ha señalado un aspecto esencial en el ámbito de la igualdad laboral, ninguna persona debería verse forzada a optar entre vida laboral y familiar; tampoco ninguna persona debería ser señalada, como acertadamente señala Nuria en su entrada, por sus opciones personales, sean estas primar su carrera profesional o centrarse en su vida familiar. Potenciar la custodia compartida o el permiso de paternidad (el 85% de los varones suecos ejercen ese derecho, que es contemplado por su sociedad con total naturalidad) son acciones que irían en la dirección de un mayor equilibrio social. Yo también tengo una hija y un hijo, y deseo para ambos una sociedad más justa que atienda con equilibrio a sus necesidades específicas como, quizás, futuros padre y madre responsables.

  13. Por alusiones -pues he dirigido el estudio al que se refiere Nuria- contesto a Jose Luis, que comenta sobre el estudio de Gallup. El estudio que realizamos en el IESE, y que replicamos tambien en 21 paises, es esencialemte distinto y por tanto no comparable al de Gallup. El de ellos se refiere a ESTEREOTIPOS. Ellos preguntan si prefieres a un jefe o jefa. Es decir preguntan: cual es tu personal sesgo.

    En IESE preguntamos sobre tu satisfaccion actual en el trabajo y sobre tu satisfaccion con tu integración trabajo-familia. Preguntamso sobre las competencias de tu jefe. Sólo despues preguntamos si tu jefe es hombe o mujer. Nuestros resultados muestran que las personas con jefes mujeres están más satisfechas con su intergración trabajo-familia. Es un hecho. No es un sesgo. No es un estereotipo.

  14. Entiendo efectivamente que eran encuestas diferentes y preguntas diferentes. Gallup pregunta si prefieren jefes o jefas habiendo tenido la experiencia real y fáctica de haber sido supervisados por unos o por otras Tantos ellas como ellos pregieren a los jefes), la suya hacía énfasis en el aspecto de conciliación vida personal y laboral, aunque los medios de comunicación no han señalado ese matiz y han señalado sin más que «las mujeres son mejoras jefas». Pues depende, como la comparación de ambos estudios nos llevaría a deducir. Lo que deduje de su estudio es que las mujeres que ejercen cargos directivos y tienen obligaciones familiares son más valoradas en el aspecto de conciliación con las personas que se encuentran en su misma situación. Si el énfasis se hubiera puesto en otro aspecto, quizás los resultados hubieran sido diferentes. En cualquier caso, horarios de trabajos más racionales para todas las personas independientemente de su sexo o estado civil, permisos de paternidad “a la sueca” o potenciar la custodia compartida estoy seguro que con el tiempo harían irrelevantes este tipo de encuestas. Mi comentario no era un ataque a su estudio, y les reitero mis felicitaciones por el trabajo que realizan en avanzar los aspectos de conciliación entre la vida personal/familar de las personas y sus carreras profesionales.

  15. ¿Jefa o jefe?. Para mi lo importante y lo imprescindible es, que sea una «gran persona», y por supuesto un buen profesional, como he leído en muchos comentarios «competente». Esto me basta.

    Que las mujeres lo tenemos difícil, por supuesto que sí; y las mujeres-madres peor.

    Un abrazo Nuria.

  16. Buenooo ¿Jefe o jefa? menuda pregunta delicada. Para mi lo importante es la persona, que tenga calidad humana, que sea un buen profesional, con liderazgo, y que motive al equipo, ingredientes no siempre faciles de encontrar. A partir de aqui todo depende de la persona, hay mujeres perfectas y otras inaguantables y desastrosas, lo mismo con los hombres. Yo preguntaría ¿Jefes jovenes o mayores?.
    Gran articulo.

  17. He conocido y valorado a diversas personas, unas con más capacidad de dirección que otras; unas con más empatía que otras; unas con más capacidad de hacer dirigir en el medio y largo plazo que otras; unas con una visión más global que otras; unas más detallistas que otras; unas más estables emocionalmente que otras; unas más predecibles que otras, unas más ecuánimes que otras; unas personas más manipuladoras – chatajistas – victimistas que otras; unas con más sentido común que otras; unas con más capacidad de hacer empresa que otras; etc. etc.
    En cualquier caso, sigo sin saber qué puede y debe hacer un matrimonio que a las 8,00 a.m. descubre que unos de sus pequeños de 5 años tiene amígdalas y 39ºC de fiebre (después de comprobar que sus 4 abuelos siguen al otro lado del atlántico): he hecho esta pregunta a un poco más de cien responsables de otras tantas empresas (sólo 6 con más de 500 empleados), a 26 universidades y centros de investigación públicos, privados y de la Iglesia Católica, a 24 Centros Oficiales (de las tres Administraciones) y a 38 parlamentarios de 4 partidos políticos. Las respuestas son muy \divertidas\ (sic) salvo para la criatura y sus padres. Habrá que seguir trabajando.

  18. Según el Times, Samantha Power, del Consejo Nacional de Seguridad, y Susan Rice, embajadora ante la ONU, abogaron desde el principio por una intervención militar que Hillary C. veía con recelo. Quien se oponía decididamente era el secretario de Defensa, Robert Gates (y el Pentágono) porque una intervención aérea podría acabar desembocando en el envío de tropas sin saber cómo terminar. Ganaron ellas. El Comandante en Jefe es «Jefe» y no Jefa», se dice que el Pentágono es una mansión de hombres, el mando de la V Flota (e teoría V+VI, pero la VI pasó a mejor vida hace tiempo: ¿siguen estas cosas? ¿vcolverá?) es un almirante. …. Ah! va haber siempre guerras … como la de Samantha y Susan

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