Claves del liderazgo hoy: un legado vivo

Reproducimos hoy aquí el discurso pronunciado recientemente por el Coronel Pedro Valdés con motivo de la fiesta de la Inmaculada, patrona de la Infantería, para después señalar algunas cuestiones que pueden guiar la práctica del liderazgo empresarial. Una lectura detenida nos muestra un vínculo claro entre la trayectoria histórica del regimiento y los principios universales que deben guiar a cualquier líder o institución comprometida con su misión.

Excelentísimo Señor don Carlos Melero Claudio, Teniente General Jefe de la Fuerza Terrestre de Ejército de Tierra, Excelentísimas e ilustrísimas autoridades civiles y militares, amigos, Cuadros de mando y Tropa, Soldados del Regimiento Barcelona nº63.

Comienzo estas palabras expresando mi agradecimiento a nuestro Teniente General Jefe de la Fuerza Terrestre, por el honor que nos hace al presidir este acto de la Inmaculada Concepción, patrona de la Infantería española desde aquel hecho extraordinario acaecido un 8 de diciembre de 1585.

En primer lugar, quiero tener un recuerdo especial a todos nuestros compatriotas fallecidos y damnificados por la DANA que azotó el levante español el pasado 29 de octubre.

Continúo dando la enhorabuena a los condecorados, hoy sois ejemplo para todos nosotros, sin olvidar que la mayor recompensa es la de la propia conciencia, cuando cumplimos con nuestro deber. También quiero agradecer al cabo mayor don Diego García Perez, que hoy se ha despedido de nuestra bandera, sus 38 años de servicio a España. Por último, agradecer a don Ángel Gómez Sala, a quien hoy hacemos Voluntario honorífico de Barcelona, un nuevo voluntario de aquel cuerpo levantado por esta ciudad en 1793, su plena disponibilidad y apoyo en cuantas ocasiones ha sido requerido por nuestro Regimiento. En tu persona, Ángel, también expreso el reconocimiento a la Germandat de la Mare de Déu de la Mercè, de la que eres presidente. Confío que tanto el Regimiento como la Germandat sepamos construir una relación estable y duradera, en atención a la estrecha vinculación que existe entre el Tercio de Barcelona, y el patronazgo de la Mare de Déu de la Mercè sobre esta ciudad de Barcelona.

Estimadas autoridades civiles y militares, familiares y amigos, soldados del Regimiento Barcelona. Un hecho acaecido hace 439 años convoca hoy a los 28 Regimientos de Infantería del Ejército español, que evidencian, con cada uno de sus actos en honor a la Inmaculada, su profunda dimensión institucional. Aunque las Fuerzas Armadas forman parte de la Administración del Estado, son «algo más» que mera administración militar, Un «algo más» que alude, precisamente, a su naturaleza institucional distintiva.

Pero ¿qué añade exactamente ese carácter institucional a lo exclusivamente administrativo? La naturaleza institucional representa en el derecho, como en la historia, la categoría de la duración, de la continuidad y de lo real. Personifica jurídicamente una permanencia, una sólida urdimbre conformada a lo largo de una extensa trayectoria histórica.

En este sentido, y en tanto depositarios de historiales militares multiseculares, los Regimientos de Infantería constituyen 28 eslabones esenciales para vincular a la organización militar, regulada en conformidad con diversas leyes y reglamentos, con esa trama histórica que ha ido conformando la institución militar a lo largo de la extensa historia de España.

Es el caso del Regimiento de Infantería Barcelona, heredero de un historial que sintetiza una forma de contribución militar específica de Cataluña desde el siglo XVI hasta finales del XIX. Desde aquel bando constitutivo del Tercio de Barcelona, de un lejano 20 de septiembre de 1597, en el que el Consell de Cent afirma: “els magnífics consellers de la present ciutat, considerant el gran amor i innata fidelitat que ells i els seus predecessors sempre han tingut i tenen vers la Majestat del seu rei i senyor, moguts per la seva mera i lliure voluntat, han determinat fer mil homes assoldats per la present Ciutat pel socors de la vila de Perpinyà”, pasando por aquel ofrecimiento al Rey de un 29 de abril de 1793: “La Ciudad de Barcelona ofrece a V.M. la formación de un Cuerpo de ochocientos voluntario vestidos, armados y mantenidos a sus expensas”, hasta la guerra de Melilla de 1893, y las guerras de Cuba de finales del XIX, que revivieron con toda intensidad la dinámica del voluntariado militar expedicionario en la ciudad de Barcelona. Todos ellos, dan testimonio de una forma de contribución militar de Cataluña, y más en concreto, de esta ciudad de Barcelona, caracterizada por ese carácter voluntario y expedicionario.

Como afirmó el catedrático Joaquim Albareda en las conferencias sobre el Tercio de Barcelona, celebradas este mes de septiembre en el Museo Marítimo de esta ciudad, frente al estereotipo de Cataluña como tierra de comerciantes ajena a la guerra, es necesario reivindicar la realidad bélica de la última tierra de frontera de España, que se saldó con la dolorosa escisión del Rosellón. Y en este marco, subrayar la conexión estrecha entre la historia del Tercio de Barcelona y la del Cuerpo de voluntarios de Barcelona, como línea de continuidad que, más allá del trauma de 1714, manifiesta el silenciado y olvidado compromiso militar de Cataluña con España.

Como jefe del Regimiento heredero de toda esta historia, siento la grave obligación de impulsar su conocimiento. Un proyecto de investigación liderado por el CSIC, con la participación esencial de la Universidad de Barcelona, o la activación prevista para el próximo año de 5 historiadores, reservistas voluntarios, que han expresado su deseo de colaborar en este empeño historiográfico, dan prueba de este compromiso. Es un compromiso del Regimiento que trasciende su propia historia, en beneficio de un entendimiento cabal de la Barcelona y Cataluña moderna y contemporánea.

Para los más de quinientos efectivos de este Regimiento, no se trata sólo de conocer un relato histórico extenso, sino de interiorizarlo como propio. Esta es la clave de la puerta de entrada a esa dimensión institucional a la que antes me he referido. Cuando las personas que protagonizaron los hechos históricos concretos de mi Regimiento, se transforman en mis maestros, mis padres y mis hermanos mayores, entonces, sólo entonces, cruzo la puerta que la historia me abre en el edificio imponente de la Institución militar.

Pero, no sólo el pasado del Regimiento converge con el de esta ciudad de Barcelona, sino también su presente y su futuro. Su presente, porque hoy forma con el Regimiento una representación del personal que acaba de regresar de una demandante misión como fuerza de Naciones Unidas en la frontera entre el Líbano e Israel. Donde 120 efectivos del Regimiento Barcelona han ocupado la posición más comprometida de la Blue Line, la 9-64, en alerta permanente por el intenso intercambio de fuego entre Hezbollah e Israel, compatibilizando controles y patrullas con frecuentes bunkerizaciones. Con ellos, Barcelona ha contribuido a mitigar el riesgo de escalada en un área vital para la paz y la estabilidad de este gran espacio europeo al que pertenecemos.

Su presente, porque hoy forma con el Regimiento una representación de los 70 efectivos encuadrados en la misión de Asistencia Militar de la Unión Europea a Ucrania, en la que el Regimiento Barcelona participa desde hace año y medio. Durante estos 17 meses han ido llegando al Cuartel de “El Bruch” y desplegando en el campo de maniobras 9 módulos de entrenamiento, en los que hemos formado a más de 400 jefes de pelotón ucranianos. Con ellos, Barcelona materializa su apoyo a este país europeo para afrontar la tragedia de una invasión salvaje e injustificada.

Su presente, también, con los miembros del Regimiento que hoy no forman con nosotros por encontrarse desplazados en Valencia, en labores de apoyo para paliar las consecuencias de la DANA.

Por último, el futuro del Regimiento converge con el de esta ciudad, porque en esta hora tan grave para la seguridad y defensa de Europa, también las ciudades están llamadas a colaborar con la urdimbre de micro-historias que la hagan efectiva y operativa. Micro-historias que protagonizará el Regimiento Barcelona, como única unidad operativa de las Fuerzas Armadas ubicada y, en gran medida, conformada desde esta ciudad de Barcelona. Historias llamadas a hacer de Barcelona una ciudad importante y sensible, en tanto la comprometen efectivamente con la defensa europea, precisamente en el momento en el que está más amenazada.

Teniente Coronel manda firmes.

Infantes del Barcelona, somos hombres sujetos a disciplina: decimos a uno que vaya y va, a otro que venga y viene. Para los que somos creyentes, ejercemos una potestad sobre la libertad de la persona que en plenitud solo le corresponde a Dios, y a los hombres sólo de forma participada.

Madre nuestra Inmaculada que, entre nosotros, el mando y la obediencia siempre se ejerza con la conciencia de la inmensa dignidad que tiene cada hombre o mujer que la patria pone en nuestras manos, que la ejerzamos considerando a cada uno como un fin en sí mismo, nunca como un medio. Sabemos que cuando así se ejerce el mando, se pueden exigir a cualquier soldado el mayor de los sacrificios -el de la entrega de la propia vida-, y se pueden afrontar y compartir los mayores sacrificios. El mando así ejercido, siempre dignifica a la persona, nunca la humilla, aun en el cumplimiento de las misiones más duras y arriesgadas. 

Con este espíritu que hace del Regimiento Barcelona una religión de hombres honrados, gritad conmigo:

¡Viva España!, ¡Viva el Rey!, ¡Viva la Infantería española!

 

Este discurso nos invita a reflexionar sobre la relevancia de los valores tradicionales en el mundo contemporáneo. La resiliencia, el compromiso y la ejemplaridad que han marcado la historia de esta unidad militar son lecciones universales para cualquier líder que aspire a construir equipos cohesionados, motivados y con un propósito claro.

  1. Liderazgo inspirador y comprometido

El Regimiento es presentado como un ejemplo de equipo sólido, que ha sabido adaptarse a los desafíos de cada época. La alusión a su participación en misiones internacionales, en escenarios complejos y bajo condiciones de presión extrema, refleja la importancia de un liderazgo basado en la resiliencia, la adaptabilidad y la visión de servicio. Los líderes actuales pueden extraer una enseñanza valiosa: el éxito en cualquier misión requiere una combinación de determinación, estrategia y la capacidad de guiar a un equipo con confianza y propósito. Además, se enfatiza la idea de «servir» como eje central del liderazgo, un principio que trasciende el ámbito militar y se aplica al liderazgo corporativo, social y político.

  1. Valores como pilar fundamental

A lo largo del discurso, se hace constante referencia a valores como la disciplina, el compromiso, el honor y el sacrificio. Estos valores, encarnados por los miembros del Regimiento, constituyen un ejemplo tangible de cómo una organización puede sostenerse y prosperar cuando existe un marco ético firme.

  1. Ejemplaridad: coherencia entre palabras y acciones

El Regimiento Barcelona, con su rica historia, simboliza la coherencia entre los valores proclamados y las acciones llevadas a cabo. Esta ejemplaridad es la base de cualquier liderazgo creíble y respetado. La mención a misiones en contextos internacionales y la resolución de conflictos también habla de la capacidad del regimiento para actuar con profesionalidad y humanidad, proyectando una imagen positiva y respetada más allá de las fronteras.

En un mundo donde el liderazgo se enfrenta a retos cada vez más complejos, el Regimiento Barcelona nº63 nos recuerda que la combinación de historia, valores sólidos y acción ejemplar puede ser la clave para inspirar y dejar un legado duradero.

 

 

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Dependencia y fragmentación: el dilema geopolítico del siglo XXI

Estamos en un mundo de titanes, pero nosotros, Europa en general y España en particular, no somos uno de ellos. Por primera vez en 500 años, no somos protagonistas.  La tecnología tiene un peso enorme en los cambios geopolíticos que se están produciendo y Europa se ha quedado atrás. La globalización ha marcado profundamente las relaciones internacionales en el siglo XXI, creando interdependencias económicas, tecnológicas y políticas entre países y regiones. La geopolítica es hoy una de las más poderosas herramientas de análisis de riesgos y potencialidades. Belén Romana, nuestra invitada, es una experta en la materia.

Este proceso ha traído consigo un dilema geopolítico creciente: la tensión entre la dependencia mutua y la fragmentación global. Por un lado, la interdependencia ha generado una red de colaboración internacional sin precedentes, con cadenas de suministro globales, comercio transnacional y cooperación tecnológica. Por otro lado, las tensiones políticas, los conflictos comerciales, el auge del nacionalismo y la competencia por los recursos estratégicos han fomentado una creciente fragmentación del orden mundial.

Este dilema refleja una paradoja inherente: mientras que las naciones están más conectadas que nunca, las diferencias en intereses geopolíticos y económicos crean divisiones que socavan la estabilidad global.

Países como China, Estados Unidos y Rusia, junto con la Unión Europea, se enfrentan a desafíos complejos al intentar equilibrar su participación en redes globales con la protección de sus intereses soberanos y su influencia regional. En este contexto, los actores internacionales se ven obligados a gestionar cuidadosamente sus dependencias para evitar vulnerabilidades estratégicas, al tiempo que lidian con una creciente fragmentación que amenaza con redefinir el mapa geopolítico del siglo XXI.

Belén Romana despliega en esta sesión un mapa del tablero de juego actual porque, para resolver los dilemas y responder a los retos, lo primero es comprender en profundidad la situación actual. Y la realidad es que Europa perdió el paso en tecnología hace 20 años, antes de la crisis financiera. Mientras los países del Viejo Continente se centraban en dicha crisis, sin mirar más allá, estaban ocurriendo cosas importantes que determinarían el posterior reparto de poderes en el mundo.

Una de ellas fue la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio, en 2001. Fue un momento crucial en el despegue económico del país. Este evento marcó la integración formal de China en el sistema económico global, lo que inauguró una nueva era de globalización. La membresía de China en la OMC provocó una rápida liberalización del comercio internacional, reduciendo las barreras comerciales y cambiando por completo los flujos comerciales internacionales. El segundo hecho históricamente decisivo ocurrió en 2007, año en que Apple presenta el iPhone, un teléfono inteligente que incorpora las funcionalidades de un iPod y de un ordenador personal. Un hito tecnológico crucial que señala la absoluta primacía de Estados Unidos sobre Europa en materia tecnológica.

Nuestra ponente continúa desplegando las macrotendencias a tener en cuenta para la toma de decisiones empresariales a corto, medio y largo plazo: la productividad y la innovación, la transición climática, el envejecimiento de la población y la multiglobalización.

En definitiva, la situación actual supone un baño de realidad para Europa. El gran reto y el gran dilema para nuestro continente es cómo hacemos para mantenerlo.

Aquí dejo el vídeo con la sesión completa.

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La urgencia de repensar la conciliación como integración

El 23 de marzo de 2023, con motivo del Día de la Conciliación, se publicaron los resultados de la encuesta de Infojobs sobre la conciliación entre la vida familiar y profesional. Los datos sorprendieron a muchos: solo el 35% de los trabajadores afirma tener facilidades para conciliar. Estos resultados revelan un retroceso respecto a años anteriores y nos invitan a una reflexión profunda sobre la situación actual.

¿Por qué está empeorando la conciliación?

El problema tiene múltiples causas. Hoy somos más conscientes de nuestros derechos y valoramos más el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Sin embargo, en las empresas estamos experimentando crecientes dificultades para alcanzar esta conciliación. La pandemia nos mostró los beneficios del teletrabajo y la flexibilidad, pero con el retorno al trabajo presencial, muchas de estas ventajas parecen haber quedado en el pasado.

Es esencial abordar este reto desde una perspectiva más humana. Las personas no somos simples trabajadores, sino seres con un entorno, una familia y necesidades personales. Si las empresas adoptaran una visión más humana y menos mecanicista, podrían tomar decisiones más alineadas con las demandas actuales de sus empleados, favoreciendo la conciliación de forma efectiva.

La flexibilidad como clave del éxito

Diversos estudios avalan que los empleados que gozan de medidas adecuadas para compatibilizar sus distintas responsabilidades son más productivos. En empresas que apuestan por la Responsabilidad Familiar Corporativa (RFC), se ha observado un incremento del compromiso de los trabajadores en un 400%. Este dato es significativo en un momento en el que atraer y retener talento es uno de los mayores desafíos empresariales.

Otros países europeos, especialmente los nórdicos, ya están impulsando medidas a favor de las familias, independientemente de su situación económica. En Holanda, por ejemplo, existe una ley que fomenta la flexibilidad laboral, permitiendo a los empleados ajustar sus horarios en función de sus necesidades, siempre en acuerdo con la empresa. Esta medida no solo beneficia a las familias, sino que también permite a los trabajadores disponer de tiempo para sus estudios, deportes o cualquier actividad personal, lo que resulta en un equilibrio más saludable.

En Francia, por ejemplo, el Cheque de Empleo para un Servicio Universal (CESU) ha sido un éxito. Este cheque ayuda a gestionar tareas domésticas como el cuidado de niños o mayores, generando empleo y mejorando la calidad de vida de las familias. Medidas como esta, que ya funcionan en otros países, no se han implementado en España debido a una falta de voluntad política y presupuesto.

Un cambio necesario: integrar vida y trabajo

El debate sobre la conciliación debe ir más allá de compaginar trabajo y familia. No son dos polos opuestos, sino partes integrales de la vida de una persona. Por eso, prefiero hablar de integración en lugar de conciliación. Necesitamos contemplar al individuo en su totalidad: sus necesidades de ocio, formación, vida familiar y personal.

La flexibilidad es un pilar fundamental para conseguirlo, pero también es necesario formar a los empleados para que gestionen bien su tiempo y prioridades. En este sentido, los mandos intermedios juegan un papel clave, fomentando la flexibilidad y permitiendo que se resuelvan las pequeñas incidencias del día a día sin perder de vista el compromiso y la responsabilidad de los trabajadores.

En definitiva, necesitamos más flexibilidad y recursos por parte del Estado para crear un entorno laboral que permita a las personas ser equilibradas y felices. Solo así podremos construir una sociedad sostenible. Adoptar un enfoque de ecología humana y un liderazgo centrado en el cuidado nos ayudará a lograr esa integración que tanto necesitamos en el ámbito laboral y personal.

Aqui dejo una entrevista en TVE relacionada con este tema:

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