De sistemas y personas en las organizaciones

No debe haber una brecha salarial entre hombres y mujeres, y en Google trabajamos para evitarlo. Los salarios son propuestos por un algoritmo donde el sexo no forma parte de los datos que maneja. Sí se considera qué puesto tiene, qué nivel, cuál ha sido su evolución, que objetivos tenía y qué es lo que ha conseguido. Es el propio algoritmo el que propone las subidas salariales y el esquema salarial de cada empleado cada año”.

Fuencisla Clemares se refiere con estas palabras de la semana pasada al uso de sistemas para luchar contra la brecha salarial, uno de los problemas más analizados en los últimos tiempos, pero aún más en la actualidad, de manera especialmente visceral, quizá. Hace un par de meses, cuando estuvo en IESE en una edición de nuestros Inspiring I-WiL Breakfast, la directora general de Google (España y Portugal) ya nos hablaba de la enorme preocupación que les moviliza en el gigante tecnológico para conseguir esa medida de elemental justicia, y afirmaba que los procesos formales han sido creados y son implantados en su mayoría por hombres, de ahí la necesidad de conocer su sesgo inconsciente y el nuestro, y no dejar que nos domine o dirija (Leer más).

En Noviembre, la multinacional de servicios de hostelería Sodexo celebró un Congreso sobre Calidad de Vida y analizó el papel de las personas en la era de los algoritmos. Su director general, Michael Landel,  destacó que las personas deben seguir siendo el centro del pensamiento. Como ha dicho Fuencisla Clemares, a pesar de ese algoritmo que usa Google para ajustar los salarios de ellos y ellas, hay que estar encima, comprobar de vez en cuando los posibles desajustes y el resultado en la vida real: «Pese a todo, la compañía dispone de grupos de personas que se encargan de analizar si se está produciendo o no una diferencia salarial entre hombres y mujeres», resume El País.

Porque una cosa son los números y sus fórmulas, y otra las personas que las usan.  El directivo debe tener la última palabra. Pero las personas también presentan «desajustes y variables», sus propios criterios y preferencias, además del consabido sesgo inconsciente contra el que luchamos de continuo. Es, pues, fundamental conocernos y ser capaces de liderarnos para luego liderar a los demás, porque no solo son necesarios los sistemas para dirigir -como hemos visto en este post-, sino también los valores y los estilos directivos, que vamos a tener ocasión de trabajar aquí en IESE, en nuestro Programa Enfocado Liderarme para liderar, que tendrá lugar en Barcelona los días 14, 15 de marzo y 16 de abril de 2018.

 

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4 Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo con que la brecha salarial debería ser cero, no debería existir, pero de ahí a que sea algo alarmante hay un trecho.
    El abogado y juez Francisco Serrano Castro ha ofrecido gratis los servicios de su despacho para quién sufra esta discriminación y en más de un mes nadie ha acudido.
    Por otro lado, podéis ver en este enlace que generalizar no es correcto ( https://youtu.be/PYMqzJBLjQo )
    En este asunto creo que deberíamos preguntar a las Top Model qué piensan de esto, o preguntarnos la razón por la que Alberto Chicote cobró menos Cristina Pedroche por hacer el mismo trabajo en Nochevieja.
    Creo que debemos intentar no dejarnos influir por las campañas que organizan los lobbies y que Google (uno de sus mienbros más fuertes) a pesar de que puede ser muy justo con los salarios de sus trabajadores, tiene implantado un sistema de cuotas a la hora de confeccionar su plantilla en el que no prima la meritocracia.

  2. Pablo, a tu comentario: No es el mismo trabajo cuando solo es la misma dedicacion horaria. En mi opinión, y desde luego no entiendo mucho de esto, creo que el valor venía dado por la audiencia que se presuponía. Y eso seria objetivo, en cuanto al precio, que desconozco. Estos casos “estrella” no me preocupan, sí los anónimos, que tal vez se incorporan en empresas y en grandes corporaciones en igualdad de condiciones, y se ven congeladas de por vida y ellos no. Aún con promociones. Se resta del fijo y se añade al variable. Por si acaso…. Por si acaso los mamuts mataron al grupo de hombres del Cromagnon , cuando un día yendo de caza tardaron más semanas de la cuenta en volver, la mujer, se quedó en la cueva y decidió inventar: la educación, la agricultura y la ganadería. Y hasta hoy. Hay sociedades matriarcales y otras. Este cuento resumido e incierto, supéramelo, o ponme mejores ejemplos. Un abrazo.

  3. El título aportado ha retenido mi mirada al recordar mi intervención como consultor de organización para una empresa madrileña con el mismo nombre: «PERSONAS Y SISTEMAS».
    Efectivamente, en cualquier tipo de organización los sistemas marcan las normas a seguir por las personas que intervienen en ellos, sean internas o externas a la misma. Y viceversa, las personas aportan el impulso para poder implantar los sistemas que las justifican.
    Gracias Núria.

  4. Me parece lamentable que a día de hoy siga habiendo tal brecha salarial entre hombres y mujeres. Es algo que el gobierno de este país no debería de seguir permitiendo.

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