¡La igualdad no es un asunto de mujer, sino de negocio!
Ayer tuvo lugar en el campus del IESE en Barcelona la Conferencia Women in Leadership, organizada por el Women in Business Club del Programa MBA, un magnífico equipo de alumnas liderado por Isabel Villamor y Rocío Orden. Con el título Strides to Success, se reunieron diferentes ponentes procedentes de varios países, variedad de empresas y posiciones directivas.
El Prof. Franz Heukamp señaló en sus palabras de bienvenida lo acertado del lema de la conferencia: «La igualdad es un tema de liderazgo, no sólo de la mujer”, explicó.
Patrick Gaonach, Presidente de Schneider Electric para la Península Ibérica, dibujó el nuevo paisaje empresarial refiriéndose al nuevo entorno V.U.C.A. (siglas en inglés para Volatilidad, Inseguridad, Complejidad y Ambigüedad). Afirmó que no se trata de contratar mujeres, sino de contratar talento, y ello requiere un especial esfuerzo. Schneider Electric participa en la campaña HeforShe, movimiento solidario promovido por la ONU que reúne a la mitad de la humanidad en apoyo de la otra mitad, para el bien de la humanidad en su conjunto.
Experiencias en sectores diversos
Cristina Badenes (antigua MBA y Socia en Meridia Capital) y Cecilia Méndez (asociada en Morgan Stanley) compartieron con la audiencia sus experiencias en el sector financiero. Cristina, madre de cuatro hijos, afirmó con rotundidad que su familia, sus hijos y su marido, son su “absoluta prioridad”. Uno de sus hijos es niña y se plantea el reto de ser un ejemplo para ella. Cuando estaba en el proceso de selección de su anterior puesto en Londres, pidió que le dieran un puesto a tiempo parcial. Ante la respuesta del entrevistador de que no tenían ese tipo de jornada, con coraje y determinación respondió: “¡Pues créenla!”. “No tengáis miedo a pedir a vuestros jefes lo que queréis. ‘Tenerlo todo’ es sólo un decir. Tengas todo o solo un poco, lo que importa es ser feliz con lo que se tiene”. Cecilia reconoció que el sector es agresivo en sus planteamientos, y ambas recordaron que ser mujer proactiva es, frecuentemente, visto como agresividad. Badenes aclaró que es una cuestión de trabajar con máxima intensidad. Desde su experiencia, afirmó que tener una familia nos hace más eficientes, pero se paga un precio personal: se debe trabajar mucho más intensamente y renunciar a pausas y descansos de los que disfrutan colegas sin familia a su cargo. Las dos estuvieron de acuerdo en que el tiempo que se pasa en la oficina no es sinónimo de eficiencia.
Para Carlota Pi Amorós (graduada del Executive MBA y socia fundadora de HolaLuz.com) afirmó que la integración de la diversidad es una estrategia que genera valor y preserva el talento. Su empresa HolaLuz.com se vive como una familia. El proceso de selección es extraordinariamente largo y exhaustivo, porque busca profesionales que crean que vida personal y trabajo profesional pueden incluso compartir el mismo espacio físico. Así, sus oficinas del puerto de Barcelona cuentan desde el primer día (cuando solo había un bebé) con una guardería. En las reuniones de empleados se pueden ver padres y madres con bebé en brazos, y encima de la mesa portátiles, móviles… y juguetes, biberones, chupetes. Carlota es madre de tres niñas y fue tras uno de sus embarazos cuando, vista la incomprensión del empresario, se animó ella a emprender con un paradigma integrador y más humano.
Ana Alonso (directora en Microsoft para grandes cuentas y madre de dos hijos), habló del papel de la mujer en la industria de las nuevas tecnologías. Los avances de este campo son vistos por Alonso como una inestimable ayuda para combinar vida personal y profesional. Se refirió también al diferente estilo directivo masculino y femenino y la facilidad de llegar mejor a la alta dirección en este sector donde la flexibilidad es un punto clave. También comentó como a veces llegan mujeres a puestos de liderazgo imitando el modo de hacer masculino.
Bilingüismo en la empresa: lenguaje masculino y femenino
En palabras de la antigua ministra de la mujer de Chile, Carolina Schmidt, «una compañía bilingüe no es donde se habla inglés, sino donde hay lenguaje masculino y lenguaje femenino«. No obstante, constató con profusión de datos y cifras la pobreza de la presencia femenina en los consejos de dirección en la mayoría de países. En muchas empresas no solo de su país, sino también en Europa y USA, la presencia de mujeres en alta dirección ejecutiva es casi meramente decorativa. Puso especial énfasis en la pérdida de valor y talento que las compañías afrontan por el hecho de permanecer ancladas en los viejos tiempos de la preponderancia masculina en la alta dirección, y en los consejos de administración vistos como coto cerrado a las mujeres. Muchos directivos realmente no creen en el valor del talento de las mujeres, consideran imposible o poco importante encontrar mujeres cualificadas; se percibe que la mujer no tiene capacidad de liderazgo, porque tenemos una forma de hablar más “dulce y suave”; asimismo se observa incomodidad y dudas sobre el efecto que pudieran tener las mujeres en espacios tradicionalmente masculinos, donde hasta el lenguaje –con frecuencia insultante o descarnado- es “de hombre”. (Pensemos en bares, clubs masculinos donde se hacen negocios, etc.)
Esto en lo que se refiere a la demanda. Por parte de la oferta, Carolina Schmidt señaló que las mujeres se enfrentan a: doble jornada a tiempo completo (gestión de la familia y posición profesional; tener que estar disponibles permanentemente; falta de políticas de conciliación; baja autoestima (ellas mismas se consideran imperfectas o no buenas del todo para los puestos de mayor responsabilidad); se les acusa de tener menor ambición porque no quieren renunciar a su vida familiar para dedicarse exclusivamente a la vida profesional; falta de modelos y referentes (mujeres “masculinizadas”, ni agradables ni amistosas…).
Es urgente, pues, tomar medidas concretas para que las compañías no desperdicien este talento. Entre otras: informar y dar visibilidad a la situación; medir y proponer objetivos (lo que no se cuantifica no se puede gestionar) y políticas de conciliación familia/trabajo, con mayor presencia de mujeres, horarios más flexibles, evaluación por objetivos…
Muchas compañías están perdiendo este talento por falta de innovación. Se hace necesario un cambio con urgencia, porque el capital humano es clave y la mujer es clave.
Eghosa Oriaikhi (antigua alumna del Global Executive MBA y directora en Baker Hughes para Europa, África y Rusia) disertó sobre cómo incluir a los hombres en esta conversación sobre la igualdad de oportunidades. Esa discusión recibe diferentes nombres hoy: equilibrio de sexos, igualdad de sexos, diversidad de géneros.
¿Cuáles son los puntos clave en la discusión? Todavía vivimos una época dominada claramente por el hombre, los sueldos para las mujeres en iguales posiciones que los hombres son inferiores, no hay tantas posiciones disponibles para mujeres, se piensa que las mujeres no alcanzarán un pleno desarrollo profesional. Hay una serie de barreras que contribuyen al estado actual de la cuestión. Se trata de prejuicios conscientes e inconscientes, de barreras estructurales, institucionales, políticas.
Ante la pregunta ¿Cómo puede el hombre tener un impacto positivo en la cuestión?, Oriaikhi afirmó que se trata de: comprender el problema; hacer algo (por ejemplo, ser un modelo de cambio); ser una voz moral, porque el silencio inactivo es altamente perjudicial; ampliar el círculo y atraer a otros hombres a la discusión; romper el silencio (“Habla: no dejes que ocurra delante de ti”); buscar ayuda.
Se preguntó si el término adecuado es “discriminación”, porque ella prefiere hablar de “barreras”. Es evidente que también entre las mujeres hay diferencias, por lo que no lleva a ningún lado generalizar. Eso sí, la educación es la gran clave para responder a preguntas como ¿por qué hay sectores de la industria que son absolutamente masculinos? Y citó su caso como ejemplo. En su puesto actual nunca ha habido un hombre, ninguno ha recorrido el camino que le ha llevado a ella al puesto directivo que tiene en la actualidad y sospecha que podría encontrarse ante un techo de cristal. Llegó por no pensar que era diferente.
Cerré yo la conferencia recordando que las barreras también pueden ser personales (techo de cemento): problemas de autoestima, miedo al fracaso, dificultades para delegar, dificultades para negociar, diferente estilo de networking, orden de prioridades, y recordando las diferencias del cerebro de hombre y de mujer, provenientes de la dotación genética XX o XY.
Finalmente, invité a la Prof. Kathleen McGinn, de la Harvard Business School, a disertar sobre cómo podemos cambiar el comportamiento. En primer lugar, con un estilo de negociación correcto, no imitando a los hombres. En segundo lugar, proporcionando modelos válidos que ayuden a crecer, de los que ya hay muchos entre los Millenials y, por último, afrontando los retos que plantea el tema de la igualdad: que salga en todos los foros, en todas las discusiones y en la toma de toda clase de decisiones.
El tema de la igualdad está en continua evolución, se dan periódicamente ciclos de análisis y ciclos de acción. Siempre que en ambos se integren todos los puntos de vista, estaremos dando pasos de gigante (“strides”) en la dirección correcta. Let’s keep the conversation alive!!!!
Interesante el debate. Me gustaría matizar un punto. Los retos que tenemos actualmente las mujeres directivas así como las no directivas (estoy pensando en las mujeres sin derechos en algunas culturas) tienen raíces históricas, ancladas en una cultura heredada. Nuestro gran reto es «poner lo poquito que hay en mi» (Santa Teresa dixit) para que esta cultura contemporanea sea mas justa, poniendo a la persona en el centro. Nos alejaríamos de la verdad si planteamos el debate en la confrontación hombre – mujer. Me parece mas cierto el debate en la condición de Personas. Un debate en el que se hable de justicia versus injusticia, talento, riqueza de las miradas masculina y femenina compartidas, equilibrios, dignidad de la persona, integración de cualidades y habilidades etc….
Mi compromiso como mujer de este tiempo es mejorar mi empresa para que el legado a las siguientes generaciones sea mas justo y humano. ¡Será la sociedad de nuestras hijas e hijos! ¿compartís esta visión?
Interesante articulo. Lo importante aquí es ver que nosotras las mujeres podemos conformar grandes empresas y crear nuevas cosas que ayuden a los seres humanos del futuro. No quedarnos con lo poco que hemos logrado, también debemos pensar en las futuras generaciones.
Bien dicho lo de que la igualdad generar valor y talento.
la conciliacion es base importante del buen trato y de la efectiva comunicacion de las personas, excelente tema ademas de trabajo en el blog.
Venía en coche y he escuchado su entrevista con Teresa Viejo, al llegar a casa he tecleado su nombre y me he puesto a leer su bloog y artículos. Tod muy interesante. Cuanto se haga por acercar la vida profesional a la familiar es bueno. Pero en todas charlas, discursos y artículos, vengan de donde y quien vengan, encuentro una terrible laguna. Vengo del mundo de la hosteleria, mi esposa también, y si en empresas con horarios «civilizados» la conciliación es un reto a conseguir, en nuestro gremio es un imposible. Pero como usted decía hoy (domingo 6 de marzo) todo parte de la concienciación. Cuando alguein entra a comera un restaurante después de las 3 o las 22 h está atentando contra la vida familiar de camareros y cocineros que por cierto es la principal industria de este país. Me extendería pero me limito a dejar estas líneas a modo de refléxión y para que usted incluya en sus artículos a este colectivo que dificilmente tiene vida familiar, en aras del disfrute y el solaz de los demás. gracias
Gracias, Juan Luis, por recordar el extra esfuerzo del sector de la hostelería. Si conseguimos llevar adelante la Reforma Horaria (adelantar la hora de comer y, por tanto, la de cenar), todos podremos regresar antes a casa por la noche.