Ecología humana y Sociedad sostenible
Ante la tragedia del movimiento sísmico que tuvo lugar el pasado 6 de Abril en el centro de Italia y que ha conllevado tantas muertes y heridos, además de los daños materiales (casas, escuelas, hospitales) y al patrimonio cultural de la región de los Abruzzo, vale la pena recordar que un científico italiano, el sismólogo Giampaolo Giuliani, lo había previsto con mucha antelación. Tras estudiar la concentración de gas radón en zonas sísmicamente activas, había pronosticado el fenómeno semanas antes de que el desastre llegara a producirse. De hecho, hace un mes, unas camionetas con altavoces comenzaron a circular por la ciudad medieval de L´Aquila pidiendo a sus habitantes que evacuaran sus casas. Esta acción desató la ira de su alcalde y el científico fue denunciado a la policía por causar pánico en la población. En consecuencia, se vio obligado a quitar sus conclusiones de internet. Dos días antes de ocurrir la tragedia, fue acusado de nuevo de «alarmista» e «imbécil«.
Vemos así cómo la incertidumbre puede pasar a ser certeza a tiempo, si sabemos leer los síntomas, causalidades y correlaciones que, en muchas ocasiones están en manos de los expertos a los que se silencia y se acusa de alarmistas. ¿Por qué no interesa escucharlos? ¿Quizás porque resulta muy duro enfrentarse a la evidencia?
Mutatis mutandis, ésta es la actitud generalizada ante la actual intoxicación del ecosistema humano, al que estamos contaminando más si cabe que a la ecología medioambiental -aunque quizás no seamos del todo conscientes de ello-, con los contravalores que se vuelven leyes, con el «business is business» que impide que tratemos con personas completas (y, por tanto, que puedan formar familias y ejercer su rol como padres y madres o hijos de padres dependientes), con el egocentrismo postmoderno del «yo, me mí, conmigo», y como consecuencia, con una sociedad desvinculada en sus distintos estamentos, que no permite desarrollar el capital humano y social necesario para hacerla fuerte, sana y sostenible.
Los datos nos dicen machaconamente que estamos ante un invierno demográfico en Occidente con difícil remedio para nuestras pensiones. Que el fracaso escolar y la adicción al alcohol y a las drogas está directamente relacionado con la falta de tiempo de calidad por parte de los padres para con sus hijos. Que la falta de compromiso lleva a la falta de confianza en las relaciones sociales y a un capital social cada vez más empobrecido. ¿Por qué se obvian los datos de los expertos y el diagnóstico sistémico de las causas y sus efectos?
Para los que no tuvisteis ocasión de acompañarnos en la última Asamblea de Alumni del IESE, que tuvo lugar el 29 de octubre en el Palacio de Congresos de Madrid, os adjunto el flash «Ethical Values and Challenges of the Global System» [descarga la presentación] que allí presenté como introducción a la mesa redonda con el mismo título en la que intervinieron Michel Camdessus y Janne H. Matlary. Está basado en el triángulo dinámico que introduje en el libro Dueños de nuestro destino, y es autoexplicativo. Pasar del circuito negativo-contaminante al circuito positivo-enriquecedor depende de cada uno de nosotros y de nuestros valores en acción, es decir, de los criterios que utilicemos en nuestras decisiones diarias como miembros de una familia, de una empresa y de la sociedad. Espero que os guste y vuestros comentarios! Muy felices Pascuas!!
Hasta la lectura de tu post, no conocía la existencia del sr. Giuliani y mucho menos que con varias semanas de antelación había pronosticado lo que iba a suceder en Italia.
La verdad es que siempre que se produce alguna catátrofe natural se me pasa por la cabeza la siguiente pregunta: «¿cómo es posible que no se haya previsto con antelación la cantidad de avances tecnológicos que tiene hoy en día nuestra sociedad?…
Después de lo que he leído en tu post me pregunto algo diferente… ¿Cómo se habrá quedado el alcalde ahora? después de lo sucedido…
He visto la presentación del IESE, me ha parecido muy interesante, es mucha la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros para poder construir una sociedad mejor.
Un saludo,
¿Pero como es posible que se haya silenciado la existencia del aviso del sismologo Giampaolo Giuliani?, en las noticias el mensaje ha sido que no se podia preveer y de las entrevistas que se ha hecho a la poblacion nadie ha hecho mencion.
En alguna cadena de TV sí salió. Glòria, pero sólo al principio y muy velado. Una prueba más de que los medios filtran las noticias como quieren o les interesa.
Lo cierto es que asusta la anestesia social a la que parece que estamos sometidos todos.
En el colegio de mis hijos se ha llegado a recibir una carta de unos padres que declinaban toda la responsabilidad de la educación en el colegio, siendo este el único responsable de su educación y de su éxito escolar. Siendo la de los padres una responsabilidad sobre su desarrollo personal…
Se huye hasta de la responsabilidad de educar y criar a nuestros propios hijos. Los valores morales más básicos se relativizan para no frustrar el crecimiento individual. así cada vez se dicen afirmaciones mas aberrantes sin que chirrien en nuestros oídos.
En ocasiones nos dejamos contaminar voluntariamente porque es menos cansado en todos los sentidos cumplir con las obligaciones laborales que con las personales, familiares y sociales.
Nos acostamos satisfechos de haber ganado el pan con el sudor de nuestra frente e ignoramos que nos vamos quedando solos en la vida dejando huérfanos a nuestros hijos y viudos o viudas a nuestras parejas.
Algún empresario mayor me decía hace tiempo:»gana lo suficiente para poder pagar aquellas necesidades que puedas tener tu o tu familia y para pagar a alguien que las atienda para tu poder seguir trabajando» NO. Creo que es un gran error con el que han vivido más de una generación. Más bien, vive conforme a unos valores morales firmes, que te permitan ser feliz y hacer feliz a quienes te rodean. Trabaja para vivir y disfruta de esa vida al 100%, degustando el día a día de tu crecimiento personal, del crecimiento físico y psicológico de tus hijos que serán hombres y mujeres el día de mañana, del amor de tu pareja, de la amistad. No seas indiferente a los problemas que te rodean, porque esa indiferencia termina anestesiando tus sentidos haciéndo de ti una persona sorda, ciega y muda a la realidad social, contribuyendo a la creación de una sociedad monótona, aburrida, auómata.
Nuria, gracias por la información. Y por el análisis. No tenía ni idea del asunto de Giuliani. Luego he comprobado que efectivamente los medios, a posteriori, sí se han hecho eco, pero o bien yo veo poco la TV o la TV ha pasado de puntillas por este tema.
Visto lo visto, ¿cómo es posible que nadie -de la Administración de Berlusconi, o el alcalde dloe propio municipio- haya asumido responsabilidades por silenciar/condenar a Giuliani? ¿nadie dimite? ¿no ruedan cabezas? En Europa somos mucho más laxos que en Estados Unidos en la exigencia a nuestros representantes políticos. En USA ya habrían pasado cuentas por este tema. Baste ver cómo en el Gobierno de Obamah, por asuntos mucho menores, más de uno ha saltado.
Giuliani, a gran escala, es muestra evidente de que somos, muy a menudo, dueños de nuestro destino. Aunque lo más fácil sea jugar al avestruz y esconder la cabeza cuando las cosas salen mal.
Sobre el asunto de Giulinai, físico nuclear y no sismólogo ni geólogo:
http://www.nytimes.com/2009/04/14/science/14quak.html?_r=3
Además, el artículo es muy bueno en el contenido científico de los terremotos. La tesis del post no se ve afectada, claro, pero conviene aclarar los errores…
Al final de tu artículo, Nuria, mencionas «los criterios que utilicemos en nuestras decisiones diarias..», y en un comentario se hace referencia al «compromiso». Considero que son dos factores claves que pueden explicar no sólo la parálisis en la toma de decisiones políticas sino también en los demás aspectos de la vida de cada persona. Para acabar de comprenderlo, hay que añadir otros dos elementos más al cóctel: el miedo a cometer errores y su falta de perdón. Todo ello conduce a un ciclo perverso. Dado que, en nuestra sociedad, no se perdonan los errores, las personas tienden a no tomar decisiones, de manera que su nivel de compromiso con la familia, sociedad, empresa, etc es cada vez es menor y su criterio de toma de decisiones se basa exclusivamente en conceptos egoistas que pueden reducirse a » me puede perjudicar o no; me requiere un esfuerzo o no».
De ello tenemos un reflejo en todo nuestro entorno: políticos que no toman las decisiones adecuadas porque sólo piensan en sus réditos electorales, padres que rehuyen su compromiso con sus hijos ( ¿dónde han quedado aquellos padres que nos educaron con la valentía de decir «no» a muchas de la peticiones de sus hijos?), parejas que esquivan su compromiso con la familia ( hay veces que resulta más cómoda una separación que el esfuerzo, gratificante esfuerzo, de mantener vivo un matrimonio), o con la empresa ( quieto callado no me vaya a descolgar de la foto…).
Por último, intuyo que, en la decisión de los políticos italianos, pesó más la imaginación de las consecuencias que creían hubiera tenido, para ellos, una evacuación infructuosa, en caso de falsa alarma, que su compromiso social, por la responsabilidad que aceptaron y no ejercieron, de velar por los intereses de sus «administrados».
Tengo unos buenos amigos psicologos que han escrito un bonito libro sobre la Ecología Emocinal. Son pequeñas recetas entresacadas de varios autores pero que ayudan a vivir con responsabilidad. Por ejemplo citan a un autor Viktor Frankl que afirma: «El hombre puede ser desposeido de todo excepto de una cosa; la última de las libertades humanas, la libertad de escoger la actitud que uno adopta ante cualquier conjunto de circunstancias y de escoger su popio camino» El columnista Sidney Harris cuenta que en cierta ocasión acompañaba a un amigo a comprar el periódico y al llegar al quiosco su amigo saludó amablemente al vendedor. El quiosquero, en cambio, respondió con modales bruscos y desconsiderados y le lanzó el peródico de mala forma. Su amigo, no obstante, sonrió y pausadamente deseó al quiosquero que pasase un buen fin de semana. Al continuar su camino, Sidney le dijo:
-Oye, ¿éste hombre te trata siempre de forma tan mal educada?
– Sí, por desgracia.
-¿Y tu siempre te muestras con él tan educado y amable?
-Sí, así es.
-¿Me quieres decir porque eres tan amable con él cuando él es tan antipático contigo?
-Es muy fácil. Porque yo no quiero que sea él quien decida cómo me he de comportar yo.
Los autores Jaume Soler y Mercè Conangla son fundadores de la Fundació ÀMBIT, Institut per el creixement personal de Barcelona. Ja seguiremos comentado, Fra Josep
gracias nuria por la informacion me sirvio de mucha ayuda
cual es el principal compromiso de las sociedades sostenibles