Conectar para desconectar

Hoy he viajado hasta Málaga para asistir a la defensa de Tesis de mi buen amigo José Luis Ruiz de Alba como miembro del Tribunal de Tesis en la que ha introducción la conciliación como un elemento más del márketing interno de la empresa (su tesis » La orientación al marketing interno en el sector turístico Español» ha merecido la máxima calificación: sobresaliente cum laude). Antes de salir hacia Almería para presentar ante políticos y empresarios de la zona cómo conciliar trabajo, familia y vida personal, me llega este vídeo que quiero compartir con vosotros y que nos recuerda nuestra posible adicción al móvil y sus consecuencias.

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Como vengo diciendo en las sesiones de conciliación trabajo y familia, desconectar del trabajo y no estar en casa sólo “de cuerpo presente”, no siempre es fácil, al igual que no lo es pretender dormir cuando sufrimos un ataque de insomnio. Se trata de conectar con el siguiente ámbito en el que nos van a necesitar, es decir, pensar en cómo vamos a ayudar a los niños con sus deberes, a la amiga con sus preocupaciones, al abuelo con sus neuras…

¿Ya lo estáis practicando?

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8 Comentarios

  1. Hola familia,

    Hace unos días visionaba en YouTube una intervención de Nuria en Canal Popular hablando de la conciliación trabajo-familia, llamándome poderosamente la atención el horario de trabajo que recomendaba a nivel genérico: de 9 a 5.

    ¡¡Vaya!!, me dije,…, ese es justamente el horario que desde hace años pensaba que sería el ideal, aunque cuando lo contaba por ahí, mi entorno social lo rechazaba como raquítico y de señorito.

    No, no…, Nuria, de veras, no es que pretenda hacerme el visionario, para nada…, simplemente que me resulta reconfortante comprobar que personas con muchísima más experiencia y conocimiento que yo también han pensado lo mismo.

    Y digo esto a cuenta del post porque considero que el tener jornadas maratonianas de trabajo incapacitan en gran medida adecuarse al resto de obligaciones cotidianas. Si vengo después de 10 horas diarias de trabajo apagando fuegos por doquier…, qué difícil me resultará seguir apagando alguna hoguera en casa, o con los amigos, etc, amén del riesgo de volcar mi problemática particular en toda aquella ajena familiar o social que pretendo resolver o ayudar.

    Todo un reto que, sin duda, nos obliga a saber adecuar nuestra jornada de trabajo por higiene mental.

  2. Josep Gendrau i Valls

    Núria . Pau i Bé. Estoy de acuerdo. Jesús nos dice:» A cada día le basta su trabajo» y «Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón y encontraréis vuestro descanso» Y Francisco de Asís nos anima a no desanimarnos. «Hermanos empecemos cada dia de nuevo, que hasta ahora poco o nada hemos hecho». Así que, a conciliar trabajo, silencio, oración, relación, descanso, familia, amigos y… a VIVIR LA VIDA COMO UN REGALO DE DIOS PARA COMPARTIRLO CON LOS DEMÁS. Recibe mi fraterno abrazo, extensivo a toda la familia. Josep

  3. Muy bueno el video Nuria. Y es que donde quiera que vas, en la calle, tren, comercios, restaurantes, hasta consultas médicas…te encuentras a mucha gente enganchada al «tontomóvil», como borregos. De verdad que estamos cada vez mas y mas aislados y lo peor es que nuestros niños mas pequeños nos copian. Esto es lo que transmitimos. Esta es nuestra foto de cada día. Y lo mismo con el portátil claro. Y para ellos se convierte en algo fashion, todo un orgullo ser como sus mayores…..y luego de qué nos quejamos ??? Me parece muy importante este asunto dentro de la conciliación, porque cuando se está en casa, hay que estar DE VERDAD. Muchas gracias y un beso !!!

  4. Gracias Nuria por el video, excelente!

    Me preocupa sobre todo el uso (excesivo?) de móviles y ahora Blackberrys, con su chat gratuito, entre niños de 10, 11, 12 años…qué dejamos para después?

    Un abrazo,
    Marina

  5. Daniel Altimiras Viladrich

    Coincido con Marina… deberemos «controlar» y «racionar» el uso de las «crack-berrys» (R) «N.Ch.» en nuestro entorno familiar, no? Gracias por compartir el video con nosotros… una imagen vale más que mil palabras!

  6. El otro día asistí a tu conferencia en Almería, «Dueños de nuestro destino» y cargué las pilas. Fue un aldabonazo en la línea de flotación para recolocar las cosas en su sitio y sobre todo, dar el espacio que merece la familia y el trabajo, por ese orden.

    Lo que fue un acto más de trabajo dado que formábamos parte de la organización del evento y mi jefe era uno de los que acompañaba en la mesa, fue sobre todo, un ejercicio de «reprogramación» que procuro llevar a rajatabla. Desde ese día y después del ver el vídeo, el iPhone me domina menos. Me niego a estar de «cuerpo presente» en mi propia casa. Así tuve la ocasión de comentartelo personalmente como intención y seis después como práctica.
    También ha sido una tabla de salvación tu frase «si el jefe te grita, di gracias» (hay los mandos intermedios); lo de poner límites es algo que ya tengo claro desde hace años
    Un saludo y enhorabuena por tu excelente trabajo, Nuria. María Dolores

  7. Hola familia, Hace unos días visionaba en YouTube una intervención de Nuria en Canal Popular hablando de la conciliación trabajo-familia, llamándome poderosamente la atención el horario de trabajo que recomendaba a nivel genérico: de 9 a 5. ¡¡Vaya!!, me dije,…, ese es justamente el horario que desde hace años pensaba que sería el ideal, aunque cuando lo contaba por ahí, mi entorno social lo rechazaba como raquítico y de señorito. No, no…, Nuria, de veras, no es que pretenda hacerme el visionario, para nada…, simplemente que me resulta reconfortante comprobar que personas con muchísima más experiencia y conocimiento que yo también han pensado lo mismo. Y digo esto a cuenta del post porque considero que el tener jornadas maratonianas de trabajo incapacitan en gran medida adecuarse al resto de obligaciones cotidianas. Si vengo después de 10 horas diarias de trabajo apagando fuegos por doquier…, qué difícil me resultará seguir apagando alguna hoguera en casa, o con los amigos, etc, amén del riesgo de volcar mi problemática particular en toda aquella ajena familiar o social que pretendo resolver o ayudar. Todo un reto que, sin duda, nos obliga a saber adecuar nuestra jornada de trabajo por higiene mental.

  8. Sin duda coincido con muchas de las oponiones aquí vertidas. Quisiera aportar mi visión de lo que está ocurriendo hoy en día a raíz del video anterior.

    Resulta que estamos a un metro de personas que están a cientos de kilómetros y a años luz de personas que tenemos a menos de un metro.
    Nos comunicamos con gente que no sólo no conocemos sino que puede que ni siquiera sean quienes dicen ser. Nos relacionamos con perfiles virtuales y no somos capaces de enstablar una relación con el vecino del 5º.

    Es complicado lo que está pasando pero la realidad entre los más jóvenes creo que tiende a esto.

    Aunque la parte positiva es la apertura al mundo entero para expresar nuestras opiniones y pensamientos, teniendo como audiencia potencial a cualquiera.

    Creo que la clave está (como casi siempre) en su uso racional y sobre todo en nuestra labor como padres para enseñar a nuestros hijos cómo aprovechar al máximo las nuevas tecnologías usándolas con sentido común y para lo que realmente sirven.

    Gracias por el video y el post.

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