La baja natalidad = base de la crisis económica

Aquí tenéis un artículo claro y certero sobre la verdadera base de la crisis económica mundial: una filosofía anti-vida. Como ya sabéis, Dios perdona siempre, los hombres a veces, pero la naturaleza nunca (todo tiene consecuencias).
 
Aquí también tenéis un mini vídeo de mi amigo Alfonso Méndiz sobre la profesión más importante del mundo:

Imagen de previsualización de YouTube

Recibe el blog de NCH en tu buzón

10 Comentarios

  1. últimamente estoy hablando con parejas (de medio/alto poder adquisitivo) que se están planteando el matrimonio o que si pudieran volver atrás, se plantearían su matrimonio «sin hijos». esta decisión se debe a los problemas que están dando los hijos. no les falta razón. muchos hijos tienen un alto nivel de insatisfacción que les lleva a no ser felices, siempre buscando estímulos para no llegar a ninguna parte. y ya no entro en problemas mayores como las adicciones.

  2. Me temo Ana que eso que comentas no deja de ser una muestra más de hasta dónde puede llegar el problema, tan de hoy, de paternidades no responsables, de conductas egoístas, de facilidad para trasladar la culpa, etc.
    ¿De veras creemos que los hijos maleducados, insatisfechos, hedonistas, egoistas, de conducta desviada, etc. lo son a pesar de sus padres? Si es así, sí que me apunto al apaga y vámonos. No habría solución.
    Yo desde luego no sólo no creo eso sino que estoy convencido de lo contrario, y eso después de más de treinta años dedicado tareas educativas. Parafraseando el dicho histórico: ¡¡ qué buenos hijos si hubiera buenos padres!!

  3. Me gustaría decir muchas cosas, ahora mismito que vengo de mi sesión bisemanal del Curso de Orientación Familiar (pre-adolescencia).
    Pero voy a recordar simplemente una frase que dijo Leopoldo Abadía en una charla de hace poco: Muchos se preguntan qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos… (y añado yo: claro, y se plantearán incluso si mejor no tenerlos, visto el mundo que ya hay!). Y seguía Abadía: mejor preguntarse qué hijos vamos a dejar al mundo.
    Bueno, eh? Se ha convertido en una idea central en mi labor de madre y educadora (soy profesora).
    Por otro lado, el final del artículo propuesto es sobrecogedor: para empezar, dejemos nacer al menos a los niños ya concebidos…!
    cristina

  4. recuerdo una charla con los padres de unos amigos en que comentábamos el caso de los X, que tenían tres hijos y uno había salido muy descarriado.
    el gran argumento de apoyo era que los padres habían hecho lo mismo con los tres por lo que no era su responsabilidad que esto hubiera pasado, sino que habían tenido mala suerte.
    fue fácil evidenciar que si algo como tres trozos de tierra (mi entorno es rural) necesita tratamientos distintos y ajustados qué no van a necesitar tres hijos.

    demasiado a menudo nos quedamos en la formación, pagando las mejores escuelas, y olvidamos tanto la educación que al final pasa lo que pasa….
    el árbol no se tuerce de repente, pero eso nos «obliga» a hacernos presentes en el día a día, a ser lo que dice nuestro nombre que somos, padres.

    en resumen una vez más lo de siempre, debemos ser verbo, y no sustantivo
    un abrazo.

  5. Daniel Altimiras Viladrich

    En nuestra familia, consideramos que quizás, uno de los errores más frecuentes para que la adolescencia y futuribles proyectos de familia esten donde están, ha sido confundir la «libertad» con el «libertinaje», es por ello que no mermamos esfuerzos en educarnos como padres, en constantemente estar alerta sobre como comunicamos a nuestros hijos e incluso en mantener una coherencia de nuestros actos sobre lo que transmitimos….nada de todo esto es sencillo, ni fácil pero ahí está nuestro anhelo en decidarnos, en servir a los demás.
    Días atrás con antiguos compañeros de la promoción, comentábamos que deseabámos cada uno y, tuve la gran alegría de ver que mis deseos se centraban en traer al mundo los hijos que Dios quiera, poderlos formar como personas y todo ello, dentro de un entorno de amor, con un total desprendimiento de lo material.
    Por otro lado, estamos intentando adaptar la educación de cada hijo (de momento tenemos dos) de forma individual, dado que no debemos basar una educación en el resultado obtenido con un hij@, dado que todas las personas somos diferentes y se debe adaptar la educación a cada uno.
    Ya para finalizar y, más relacionado con el orígen del post sobre la baja natalidad; es algo más de lo mismo, dado que los jóvenes se encuentran muy «cómodos», sin demasiadas responsabilidades, pudiendo viajar a través de los siete mares, incluso me atrevería a decir que algo «egoistas» (excusandose en sus «carreras profesionales») quienes toman este enfoque en su trayectoria, pero lo más triste es que desconocen lo que no pueden percibir de momento y, quizás cuando lo anhelen, ya será demasiado tarde y no podrán conocer nunca lo que se siente al ser padre/madre.

  6. Creo que habría que hablar también del gran deseo de ser madre de muchas mujeres que, por una u otra razón, no pueden lograrlo de forma natural y que recurren a la adopción. Creo que en las encuestas no se refleja este sector de la población de mujeres y hombres que realmente desean traer niños al mundo y formar una familia numerosa, pero que se ven imposibilitados o eligen caminos alternativos para ser padres.

  7. Es curioso, porque había recibido ese vídeo a través de una web de contenido cristiano.
    Como padre de dos pequeñines siempre he pensado que el amor ha de ser la base de la educación. Otro tema es cómo educar en el amor, porque muchos no entienden la profundidad de este término. A veces yo mismo me disperso con facilidad en su dimensión.
    Entiendo que educar en el amor es crecer y madurar en virtud mientras acompañamos en el camino a nuestros hijos. Estar ahí, amar en lo bueno y en lo menos bueno…, hacer crecer a nuestros peques en virtudes que hagan posible la lucha a favor de la voluntad a medida que afrontan las vicisitudes que les salen al paso.
    Y cómo no…, a nivel social, hago mías las palabras de mi gran amigo Juan Pablo II: Mientras el crimen del aborto perdure…, la humanidad no encontrará paz. Por ello se hace más necesario que nunca educar en el amor.

    Gracias, Nuria y el resto del equipo, por estos puntos de encuentro.

  8. Creo que la baja natalidad es una de las causas de la crisis económica. La causa fundamental de la crisis económica es la inmoralidad de las personas; en definitiva, el pecado. Este pecado tiene muchas formas de presentarse tanto en lo individual como en lo social. Una de las formas de presentarse es la baja natalidad, pero hay otras, como la mentira, el egoísmo exacerbado, el robo, el desprecio de los padres y mayores, la falta de ética, el desprecio de las leyes de la naturaleza, la soberbia, el rechazo de la autoridad legítima, la blandengueria, la promiscuidad sexual, etc.

  9. últimamente estoy hablando con parejas (de medio/alto poder adquisitivo) que se están planteando el matrimonio o que si pudieran volver atrás, se plantearían su matrimonio «sin hijos». esta decisión se debe a los problemas que están dando los hijos. no les falta razón. muchos hijos tienen un alto nivel de insatisfacción que les lleva a no ser felices, siempre buscando estímulos para no llegar a ninguna parte. y ya no entro en problemas mayores como las adicciones.

  10. Creo que la baja natalidad es una de las causas de la crisis económica. La causa fundamental de la crisis económica es la inmoralidad de las personas; en definitiva, el pecado. Este pecado tiene muchas formas de presentarse tanto en lo individual como en lo social. Una de las formas de presentarse es la baja natalidad, pero hay otras, como la mentira, el egoísmo exacerbado, el robo, el desprecio de los padres y mayores, la falta de ética, el desprecio de las leyes de la naturaleza, la soberbia, el rechazo de la autoridad legítima, la blandengueria, la promiscuidad sexual, etc.

Entradas recientes