La razón última para vivir
Cada año en el mundo mueren 800.000 personas por suicidio. Es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 y 29 años y la primera entre 15 y 19 años. Es un problema que afecta a todos los países, desarrollados o no.
También afecta a los países climáticamente variados, soleados y no tan soleados. Es verdad que el ciclo solar puede afectar a la depresión estacional, pero el factor de riesgo es bajo comparado con otros factores.
En cuanto a edades, los adolescentes y personas mayores son personas de mayor riesgo. Las mujeres intentan suicidarse más, pero piden más ayuda, verbalizando los sentimientos, lo que supone que, en muchas ocasiones, no acaben materializándolo. En consecuencia, las tasas de suicidio son mayores en hombres que en mujeres. La ratio es de 3 a 1. Pero en algunos países se están igualando los números. El único país donde las mujeres se suicidan más que los hombres es en China.
En España hubo 3.900 suicidios en 2013 (70 veces más que las muertes por violencia de género y el doble que por accidentes de tráfico). Sin contar los intentos de suicidio que fracasan o los suicidios encubiertos como algunos accidentes de tráfico. Es un problema de «salud pública» muy grave.
A nivel político, institucional y social el suicidio no tiene hoy la relevancia que debería tener, dado el drama personal y social que comporta. Se dice que los países deberían invertir más dinero en la prevención del suicidio.
Para no tener efecto contagio se ha silenciado muchas veces la información sobre suicidios en los medios y en la sociedad. Los medios de comunicación deberían presentar la información de una manera no sensacionalista para que no creara un efecto imitador o contagio, pero sí visibilizándolo para ser un facilitador social de prevención.
En algunos países el suicidio tiene connotaciones negativas, es considerado un tabú. Incluso en 20 países el intento de suicidio es criminalizado.
La religión es un factor protector del número de suicidios. Por ejemplo, en los países mayoritariamente católicos y musulmanes, las tasas de suicidio son más bajas, pero al mismo tiempo también se informa menos sobre ellos.
Las consecuencias del suicido son graves, ya que además de la pérdida de vidas humanas, la familia y el entorno sufren el problema después. Deja huellas en las personas que se han intentado suicidar y en los familiares, con un sentimiento de culpa duradero, que a veces provoca más suicidios en la familia.
Para prevenirlos es importante crear grupos de apoyo, donde las personas puedan intentar comunicarse y exteriorizar los sentimientos, pues en el 95% de los casos el suicida pide ayuda y hay que escucharle. Es importante que no se sienta solo, que se sienta escuchado, y no infra estimado, ni censurado. Hay que darle importancia a lo que está pasando y estar alerta de lo que dice.
¿Cuál es la causa?
Los riesgos son muchos y se interrelacionan, porque no se puede hablar de causas en sí, ya que nada determina un suicidio. Siempre hay una decisión desde la libertad de la persona.
El factor genético influye, pero no es determinante, ya que el 50% está determinado por la biología, pero queda el otro 50%.
Entre los factores de riesgo están: desórdenes mentales, adicciones, drogas, alcohol…También son importantes las circunstancias externas, sobre todo las económicas, la falta de trabajo y perspectivas. En la época de crisis económica ha habido más desórdenes mentales, más depresión y más suicidios.
El suicida no quiere morir, pero sufre porque no ve una solución. No quiere morir, pero no ve otra opción. Tiene una visión como de un túnel, y en muchos casos está ajeno a la realidad. La decisión a veces se toma por impulsividad y por evasión al sufrimiento. Se le debe ayudar a descubrir que sí hay salida, que mientras hay vida hay esperanza y alternativas de solución.
El 10 % de los suicidas no tiene una patología, pero no encuentra sentido a la vida. Como decía Albert Camus:»La única pregunta filosóficamente importante es el suicidio».
Hay que encontrar el motivo trascendente, la misión en la vida, el sentido. ¡Porque la vida merece la pena ser vivida!
Según Nietzsche, “la ciencia aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como las palabras bondadosas”. Pero también dijo: “El que tiene un porqué para vivir puede soportar cualquier cómo”.
El psiquiatra Víktor Frankl, padre de la logoterapia, y de la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, superviviente de un campo de concentración, ayudaba a entender la paradoja humana y el sentido de la vida: «¿Quien es, pues, el hombre? Es un ser que siempre decide lo que es. El hombre es ese ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, pero también el ser que ha entrado en esas cámaras con la cabeza erguida y el Padre Nuestro o la Shema Yisrael en sus labios».
Su apasionada vida y pensamiento trascendente durante su cautiverio están deliciosamente descritos por Rafael de los Ríos en el librito «Cuando el mundo gira enamorado”(link) (¡ya doce ediciones!), de donde extraigo algunos párrafos mientras viajo en el Talgo hacia Valencia. El Psiquiatra animaba a encontrar ese motivo espiritual para dar sentido a la vida y poder soportar los momentos de crisis y sufrimiento que se presentan en la vida de todas las personas.
«En su consulta el doctor Frankl preguntaba a sus pacientes cuando acudían a él desesperados: «¿Por qué no se suicida usted?» De sus respuestas sacaba la clave sobre el tratamiento médico a aplicar: a este lo que le ata a la vida son los hijos; al otro un talento o habilidad por explotar; a un tercero unos recuerdos que merece la pena rescatar del olvido. La logoterapia consiste en tejer esas tenues hebras de vida rotas en una trama firme, coherente, significativa y responsable.»
Frankl sostiene que el hombre es un ser libre, la motivación primaria no es el instinto de placer (Freud), ni el afán de poder (Adler), sino la voluntad de encontrar un sentido a la vida. «Porque un compromiso noble o un ideal sano son capaces de orientar toda la existencia; en cambio mirarse a uno mismo neurotiza.»
En el campo de concentración, Viktor Frankl aceptaba su enfermedad, se distanciaba de ella y le daba un sentido. Es esa razón última de vivir, la que nos trasciende, la que nos ayuda a superar cualquier circunstancia adversa.. (Su autobiografía en el campo de concentración :»El hombre en busca de sentido»).
Aquí tenéis el documental sobre el tema del suicidio del que he extraído las ideas principales para hacer este post.
Hola: todo lo que aparece en este artículo es compartido universalmente.
El reto es acompañar a cada persona en la búsqueda de su sentido último a través de los pasos intermedios en los que cada acción tiene sentido porque se dirige a un fin de plenitud.
El término «Logos» para los griegos significaba tanto «palabra» como «sentido». El prólogo de san Juan afirma que al principio estaba el Logos. Ahora que se acerca la Navidad donde se proclama este evangelio resulta muy actual redescubrir el sentido desde esta Luz
Nuria: Bien sabes que por desgracia, tuve que convivir durante años con un ser muy querido que tuvo varios intentos muy graves autolíticos. Su sufrimiento era espantoso y el mío no sé como describirlo. Padecer cuatro «enfermedades raras» desde el mismo nacimiento, con enormes dolores y grandes limitaciones de todo tipo y ello acompañado de una inteligencia excepcional, creo que es un martirio horrible. La ignorancia y desconocimiento del entorno más cercano desde la niñez y la incapacidad de la Medicina para «entender» las causas o darles leves paliativos, fueron una tragedia. Hoy esa querida persona se repone, con gran esfuerzo y yo después de 22 años de impotencia, la recuerdo con todo cariño y todavía no sé que decir a quienes en situaciones parecidas, me piden ayuda. La frase más tremenda que he oído, fue la respuesta al comentario de que el suicidio representaba ir al infierno «Dudo mucho que pueda ser peor de lo que llevo viviendo». Un gran abrazo. RMG.
Me encanta como tiendes la mano en este articulo. Leía ayer un caso de MOVING, de un chico de 16 años, victima de burlas y vejaciones . Avisó a todos el mismo dia, pero nadie presto atención.La soledad e incomprensión del suicida hacia si mismo y su entorno, lo aísla en situación extrema: el cerebro deja de percibir la verdad, desespera y dispone erróneamente la salida. Cuantas personas «salvadas», vuelven a sentir el escalofrío de aquel pensamiento «hoy» incomprensible .
Este dolor no es ajeno. El ser y estar de cada uno, puede ser preventivo e incluso curativo. El acogimiento del otro, la cotidiana amabilidad , la cercania, es capaz de significar, en quien sufre , el primer encuentro con su trascendencia.
La persona necesita alimentarse bien. Orgánicamente necesita una alimentación equilibrada que regule y de energia a su organismo. Por otro lado necesita que la quieran (alimentación externa). Estamos cargando con demasiada información y conceptos que al final confunden a las personas y la alejan justo del ENCONTRAR SENTIDO A LA VIDA Tampoco se trata de simplificar, pues los servicios públicos de psicología y psiquiatría son insuficientes para prevenir y atender las necesidades cada vez mayores.
Disculpad el error, quise decir mobbing, no moving. Aunque en tema de escolares seria mejor decir bullying..gracias
Un documento rico y profundo, con muchas llamadas a la reflexión.
Conozco a una persona que ha intentado suicidarse, y el resumen que hacía de su decisión era: «no es que no quiera vivir, es que no quiero vivir la vida que tengo ahora». Es una frase que me deja sin aliento. Voy a recomendarle este post.
Cuantos años ya Nuria desde las primeras conferencias del Women’s Lobby y siempre me Impacto Victor Frankle y su sentido de la vida
Espero este magnifico post ayude a las personas que pasan su particular infierno y a loa amigos y familiares que les rodean
Importante encontrar el sentido a tu vida, cuando todo se mueve son las raices del arbol que te mantiene firme y esperanzado
Hay que buscar la forma de que aquellas personas que tienen serios problemas no se sientan solas, hay que lograr que crean que hay una opción, una salida, algo, lo que sea antes que perder voluntariamente la vida.
Estamos cargando con demasiada información y conceptos que al final confunden a las personas y la alejan justo del ENCONTRAR SENTIDO A LA VIDA Tampoco se trata de simplificar, pues los servicios públicos de psicología y psiquiatría son insuficientes para prevenir y atender las necesidades cada vez mayores