Pactar con la imperfección: la apasionante vida de Regina Llopis
Está fue una de las afirmaciones que Regina Llopis nos regaló en el I-Wil Breakfast que tuvo lugar la semana pasada en el campus del IESE en Barcelona. En una reacción no muy pensada podría parecer que hablamos de alguien que no hubiera conseguido llegar a las más altas cumbres de su vida profesional, empresarial y familiar. Pero nada más lejos de la realidad cuando hablamos de Regina Llopis, PADE-I-99, fundadora y CEO de AIA, que ha recibido este año el reconocimiento internacional IWEC.
Regina nos visitó finalmente como ponente del I-Wil Breakfast (hace tres meses se tuvo que cancelar su visita por una tormenta de nieve en Washington DC que le impidió despegar) y nos regaló un recorrido por su vida personal, familiar y profesional (que para ella es un unum).
Empezó compartiendo lo que ella llama «mis privilegios«. Nacida en Venezuela, de padres inquietos y bien preparados intelectualmente, es hija, nieta y sobrina de mujeres pioneras en su época. Se reconoce privilegiada por esta herencia. Otro privilegio en su vida ha sido tener una hermana gemela, que le dio desde muy niña esa relación de perspectiva, ese primer trabajo de cooperación. Su marido, Antoni Trias Bonet, físico teórico al que conoce estudiando en EE.UU., otro de esos privilegios por los que está agradecida a la vida. Varias veces hizo referencia a él, reconociendo su gran deuda (Por cierto, aquí tenéis otra historia preciosa de matrimonios longevos: ¡¡¡68 años juntos!!!).
Como todo lo que se refiere en ella a la maternidad: pudo abordarla con continuidad total, haciendo que su creciente familia y su vida intelectual y profesional continuaran de la mano. Primero tuvo a Álvaro, que nació con capacidades reducidas por problemas en el parto. Fue –y es– una experiencia formadora para ellos. Incluso su hermano menor tuvo que aprender desde muy niño a ser un poco «padre» de su hermano mayor, aunque luego buscó su propio espacio.
Un privilegio más ha sido para ella la posibilidad, varias veces repetida, de reinventarse, desde su arranque como matemática a su dedicación a la empresa, primero como empleada y después fundadora de su propia empresa –patrimonio para Álvaro– donde está especialmente orgullosa de los equipos de trabajo con los que cuenta, que para ella son familia. Más adelante hablaremos de una cuarta reinvención, aún pendiente.
Después compartió con nosotras el capítulo de sus retos, que los hubo importantes. El primero fue tener que enfrentarse a la separación de su hermana gemela Ana María, actual presidenta de la cadena de supermercados DIA y empresaria fundadora de Ideas4all, que estuvo con nosotras en el anterior I-Wil Breakfast en el campus de IESE en Madrid. Podéis leer sobre ese desayuno AQUÍ. Fue un reto para ella «reconocer y luego aprender lo que el otro ha estado haciendo por ti».
Un segundo reto fue tener que escribir una segunda tesis doctoral porque la primera se la «pisaron» desde China. La segunda la escribió sobre un tema entonces innovador: matemática aplicada a la inteligencia artificial, y la defendió ya con dos hijos. En todos sus hitos, reconoce Regina la ayuda inestimable de alguien que le sale al encuentro, en este caso se trató de una secretaria del departamento de la Universidad de Berkeley que, con las dificultades de medios para la transcripción de fórmulas matemáticas con las máquinas de escribir de entonces, en una semana transcribió su tesis de manera que pudiera ser presentada a tiempo…
Pero, sin duda alguna, su hijo Álvaro ha sido el gran reto de su vida y el motor de muchas de sus iniciativas. Les llevó a cruzar el Atlántico y mudarse a Barcelona, atraídos por una escuela donde su hijo podía recibir una formación a medida de sus necesidades, una preparación para disfrutar de una mayor calidad de vida, porque… ¿no es eso lo que todos queremos para nuestros hijos? Tras dos años en una empresa local, hace un curso de emprendeduría y arranca AIA, un trust que surge con vocación de capital patrimonial que asegure el futuro de su hijo mayor. Hoy este reto lo da ya por conseguido. En un momento del camino, su marido deja la carrera académica y se incorpora a la empresa.
Un cuarto reto es lo que ella llama «familia extendida de colaboradores». La exigencia en su selección hace que traspasen la frontera de empleados: son miembros de su familia y como tal los trata. Regina reconoce aquí su sesgo feminista: a igual calidad de los candidatos, contrata siempre a la mujer. Busca físicos antes que matemáticos, porque el físico tiene además el concepto de la escala, y doctores, porque ha reconocido las importantísimas competencias que da ese grado superior: la capacidad de crear en soledad profunda y la capacidad de… ¡pactar con la imperfección! Dentro de la empresa AIA va encontrando retos a cada paso: se propone nunca crecer si hay mengua de calidad; buscará la interdisciplinariedad dadas las transferencias en tecnología; su empresa se ha convertido en una «micro-multinacional», con el reto que supone superar cada una de las reuniones del Consejo. Algunas iniciativas darán paso a spins off que va dejando ya encarriladas por el camino.
Y el reto final de su carrera profesional: STEM versus STEAM, que añada la creatividad de las Artes (arquitectura, diseño, ¡música!) a las competencias tecnológicas y matemáticas, pero desde dentro, no como «extraescolar». Y que sean mujeres, y doctoras en física. Las competencias que una mujer tiene «de fábrica», por biología, y las que adquiere en su desarrollo como ama de casa y madre de familia, le dan cierta ventaja: son la tolerancia y la capacidad de negociación win-win. Ya ha conseguido reunir un equipo internacional de ellas. Hablando de mujer, le llega el momento de pensar en una cuarta reinvención, como habíamos mencionado más arriba: crear un club de mujeres inversoras en emprendedoras en temas tecnológicos.
Por último, habló Regina de lo que «quiere hacer de mayor« (nos confiesa tener 65 años y que espera vivir al menos 20 más en activo): dedicar su tiempo al estudio de la neurología y el cerebro. Su familia, siempre su familia.
Acabó regalándonos unos consejos para poder salir adelante en cada reto que afrontemos. Primero, buscar las «muletas» de apoyo. Segundo, no intentar ser una «superwoman». Por último, valorar y pedir el apoyo (institucional, estatal, gubernamental, académico…) que ya existe. En esta línea, os recordamos una más que interesante «muleta» que os puede servir muy bien para resetear vuestra relación de pareja. No dejéis pasar la última convocatoria de este año, y avisad a vuestros amigos: Programa Me & You. Tenéis la información pinchando AQUÍ.
Hubo tiempo para algunas preguntas, muy interesantes, que nos llevaron a hablar de los retos de la gestión del Big Data, donde señaló que hemos pasado del principio de causalidad al de correlación; del impacto que la inteligencia artificial puede tener en la pérdida de empleo. Regina respondió a esta pregunta con una idea que resume bien su trayectoria, sumada a la aceptación de la imperfección que titula este post: su Fe en la Humanidad. «De todo se sale… Si nos suplantan los robots, se crearán otros tipos de empleo que cubrirán las necesidades del ser humano». Regina es soñadora, no cabe duda, pero viendo su impresionante trayectoria humana y profesional, sus motivos, sus valores… vemos que también es muy realista y un gran referente para tantos. Aquí tenéis el artículo que ha escrito una de las asistentes a la sesión.
No olvidemos soñar a lo grande. «Pactemos con la imperfección» (en el sentido de ser conscientes de que mientras sigamos en este mundo seguiremos siendo limitados y estaremos rodeados de limitaciones…) y que el perfeccionismo no nos frene! Ya lo dijo el Fundador de nuestra Universidad: ¡Soñad, y os quedaréis cortos!
Que tan excelente hubera sido estar presente en ese desayuno. Me encanta como todo esto del Balance,Trabajo y Familia se une en uno solo. Todos los caminos llevan al mismo norte. Muchas felicidades Nuria, por esta excelente labor de compartir tan distintas ecperiencias de personas, mujeres reales que han superado todas las barreras y han puesto a su familia de primero
Maravillosa experiencia compartir desayuno con Regina. Lástima que no pude asistir 🙁 (sobre todo tras leer este post). Gracias por compartir
very good
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داده کاوی