Empowering a Billion Women by 2020

Este martes hemos tenido el primer I-WIL Breakfast de este curso académico. El formato de estos desayunos está pensado para acoger a una ponente que tenga una trayectoria verdaderamente inspiradora, que proporcione motivación, ideas, y muchas ganas de continuar mejorando y creciendo en nuestra trayectoria profesional y vital. Sin duda, este es el caso de Ingrid Vanderveldt.

Empresaria estadounidense del sector tecnológico y fundadora del movimiento global “Empowering a Billion Women by 2020,  MintHER™ y de Vanderveldt Global Investments. Fue la primera emprendedora-residente de Dell, creó el show televisivo de la CNBC “American Made” y es miembro del Consejo Global de Emprendedores de Naciones Unidas. Su misión en la actualidad con la iniciativa EBW2020 es fomentar que las mujeres logren su éxito en el ámbito empresarial facilitándoles herramientas, tecnología y recursos. Su vertiente filantrópica la dedica a fomentar el liderazgo femenino y el emprendimiento en países en vías de desarrollo. Su aproximación se basa en que multinacionales, mujeres y emprendedoras se beneficien mutuamente del incremento de las sinergias y esto se traduzca en un retorno de la inversión para todas las partes. Esta visión le valió en 2015 el  “Entrepreneur in Excellence Award” que otorga Forbes y ser considerada la “superconectora” número 1 y una de las 55 mujeres más influyentes del mundo en Twitter.

Ingrid, que de pequeña quería ser misionera, nunca imaginó que lo sería de esta otra manera. Ha podido -y puede- optar a una posición de alta ejecutiva en la dirección de muchas compañías,  pero su vocación siempre ha sido emprender y ayudar a que las mujeres emprendan, ganen direro y ayuden a su vez a otras futuras emprendedoras. Esta es la misión del movimiento global «Empowering a Billion Women by 2020» (EBW):

«Fortalecer a la mujer para que construya un futuro sostenible globalmente a través del avance de la mujer. Desmitificar y democratizar el acceso de mujeres de todo el mundo a los recursos económicos.»

«Crear un sistema completo, combinando mentores y formación junto con productos y servicios, para emprendedoras de hoy y del futuro, de manera que les permita crear empresas de valor sostenible, y contribuir al progreso económico y social que el mundo desea»

En palabras de la propia Ingrid:

«Respaldar el fortalecimiento del poder de las mujeres estimula sociedades, proyectos de emprendimiento, creación de puestos de trabajo, acelera el crecimiento de los ingresos y desarrolla líderes inspiradores y motivadores».

Durante la sesión previa al desayuno de networking, Ingrid habló de sus inicios y de los momentos más bajos de su carrera profesional. Después de un Máster en Arquitectura y un MBA, tuvo dos fracasos en emprendimiento: llegó a perderlo todo y a vivir en su coche… Pero su fe y la energía derivada de la vocación que sentía para animar a otras mujeres a salir adelante, convencida de que el futuro -¡y el presente!-  de la sociedad pasa por las mujeres emprendedoras, le hizo levantarse con la ayuda de una buena amiga. Una de las mejores cosas de trabajar con mujeres, piensa, es que estamos llenas de recursos, podemos hacer que las cosas ocurran, observamos la situación en su plano más amplio, aunque eso puede hacer que a veces nos sintamos sobrepasadas. Desde luego, tras esta experiencia con la propia debilidad, ahora sabe muy bien cómo se sienten aquellas que acuden a EBW, luchando por no quedarse atrás en su emprendimiento empresarial.

Se dio cuenta de que necesitaba un socio en la industria tecnológica y eso la condujo a Dell, adonde llegó con su pensamiento visionario. Allí creyeron en su propuesta y la ayudaron a que el fondo que había creado para esas mujeres de todo el mundo pudiera llegar a sus destinatarias, porque al principio se encontró con cero solicitudes. Algo estaba fallando y era ese apoyo de las tecnologías de la comunicación. Dell había creado el Dell Women’s Entrepreneur Network (DWEN) e Ingrid se unió a él. Un par de años después vio su plan de Empowering a Billion Women by 2020” y, afortunadamente, Steve Felice, CCO en Dell, la apoyó para operativizar su misión. ¿Cómo se proponía hacerlo?

«Si vamos a promover un cambio real en este mundo, necesitamos nuevos ojos, y son los ojos de las mujeres. Las mujeres deben creer que pueden ser líderes de sí mismas, de sus familias y de este mundo. ¿Cómo? Uno de mis principales objetivos es ayudar a que cada mujer de la Tierra tenga su propio móvil. Parece difícil de alcanzar,  pero es absolutamente posible»

Durante la sesión, Ingrid se refirió varias veces al papel masculino en toda esta historia, cómo trabaja con hombres, y cómo hacen ellos las cosas. Muy pronto se dio cuenta de que los hombres hacen las cosas de manera diferente:

«La mayor diferencia que veo es que los hombres hacen un fantástico trabajo observando desde una perspectiva lineal. Las mujeres, por el contrario, tienden a aproximarse a las cosas de manera simultánea y desde una perspectiva holística. A primera vista puede parecer que estamos haciendo malabares y perdiendo el enfoque de las cosas, cuando en realidad vemos the bigger picture y juntamos todas las piezas.»

Por eso habla de The secret sauce: que haya mujeres entre los hombres. Indudablemente, con su trabajo, está colaborando en el avance de dos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por la ONU hace unos días y que podéis ver en la foto (más información aquí). Su trabajo apoya el cambio número 5, Igualdad de género, y el cambio número 8, Trabajos decentes y Crecimiento Económico.

ONU: 17 objetivos de Desarrollo Sostenible

 

En el coloquio se formularon algunas preguntas interesantes:

Una vez fue Vd. calificada como fearless brand (marca sin miedo). ¿Cómo se consigue eso?

«Primero, vive una vida con integridad. Si vives hacia afuera lo que vives hacia adentro, no tendrás que superar ningún miedo,  porque ni lo sentirás… Segundo, búscate un mentor. Y tercero, rodéate de un entorno inspirador que te cuide, que te sostenga, algo que todas necesitamos en algún momento. No tengas miedo de pedir ayuda. Ten la suficiente humildad de reconocer que necesitas ayuda.»

¿Cuáles son los 3 principales problemas de las mujeres emprendedoras?

«Falta de confianza en sí mismas,  acceso al capital y el hecho de que las mujeres no se presentan para las oportunidades creadas para ellas».

Desayuno de networking después de la sesión

¿Cómo comunicarse con los hombres?

«¿Ir directamente a los números? ¿Llegar rápidamente a acuerdos? No siempre: lo principal es conocer tu entorno cultural«. «En los Consejos de Dirección, por ejemplo, y en lugar de la discusión intelectualizada habitual, habría que poner sobre la mesa ciertas pruebas de que las mujeres funcionan y cumplen los compromisos que se han marcado».

Durante el desayuno de networking patrocinado por el Centro de Emprendeduría del IESE (EIC) seguimos conversando con Ingrid Vanderveldt. Seguidamente, con mi colega y directora del EIC, la profesora Julia Prats y algunas mujeres empresarias, la acompañamos a visitar las instalaciones del Campus del IESE. Más tarde hubo un almuerzo privado con algunas de ellas.

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