Cómo ser directiva de éxito y no morir en el intento
Paloma Beamonte empezó en Xerox muy joven, hace ya 29 años. Tras algunos trabajos puntuales como azafata, la reclutaron para temas comerciales en los 90. Ha sido vendedora, account manager, empleada de marketing, gerente de artes gráficas, directora de los mal llamados Recursos Humanos (que son en realidad humanos con recursos)…y llega a la presidencia y dirección general de Xerox España en 2010, puesto que ocupa desde entonces. Cuando ella llegó no había referencias femeninas y, si había, era el de la directiva masculinizada.
De estas y otras muchas cosas que detallo a continuación nos habló Paloma Beamonte en la edición de abril de nuestros Inspiring I-WiL Breakfast.
De lo que está más orgullosa es, sin duda, de su familia, su marido y sus tres hijos varones, sus «hombres»… Sabe que es de una generación que aún se siente responsable última de la familia, de la intendencia y la logística, del cuidado del otro, esa competencia tan femenina, que «no necesariamente implica que se tengan hijos, porque las que no los tienen experimentan ese mismo impulso hacia el cuidado de los otros».
Las personas son clave. De ellas, de las buenas personas, obtiene su energía, e intenta huir de lo que llama «vampiros energéticos». Y si hablamos de lo que le deja sin ella, no lo duda: «el cansancio, que nos vuelve torpes, es nuestro enemigo». Tenemos que gestionar nuestra energía y no gastar el 100% en el trabajo. Necesitamos relajarnos y desconectar, especialmente si no podemos respetar la ecuación 8+8+8 (horas de trabajo, sueño y ocio). Paloma bromea porque una vez llegó incluso a aficionarse al fútbol durante la gestión de una crisis que le hizo pasar algún tiempo en Italia. Y utiliza el chiste con el que yo ilustro una de mis clases:
Yo suelo preguntar a los participantes en Programas de Perfeccionamiento Directivo «¿quién es el culpable?» y me contestan indefectiblemente: «¡¡Ella!! ¡¡Cómo se le ocurre ponerse a limpiar ahora, mientras hay partido de fútbol!!»
Para reflexionar….
Bromas aparte, la gestión del cansancio es vital. Como señala Paloma, el campo directivo te tiene que gustar, no tienes que aceptar un ascenso que no deseas, porque no merece la pena si no es lo que quieres. Pero, por otro lado, si alguien te propone alguna de esas posiciones, no reacciones con la inseguridad típica femenina de «…¿pero crees que yo valgo para esto?»
Recuerda que, haciendo un «Inhouse» en IESE, aprendió que el perfeccionismo puede ser el pecado capital de la mujer. Por eso recomienda ponerse una etiqueta de «Good enough» en la pantalla del ordenador, como recordatorio para cuando no acabamos de ver las cosas «perfectas». «Si estamos equilibradas tenemos un potencial increíble», como decía Jack Ma, el fundador de Alibaba, del que ya hablamos aquí hace unas semanas, en referencia al Siglo de Oro de las mujeres. Y que esto lo diga un asiático aún tiene más relevancia…
En el artículo que ha publicado hoy El Mundo, recuerdo las palabras proféticas del profesor Juan Antonio Pérez López, ex director general del Iese, en 1994, anticipando la importancia del trabajo que hace muchos años venimos realizando en el IESE:
«Si el siglo XXI funciona será porque la mujer tendrá una participación cada vez mayor en la organización de la sociedad, (…) porque la mujer es el núcleo de la familia, y ésta, la base de la sociedad».
Xerox es especialmente capaz de implantar la diversidad, como se demostró con su antigua presidenta, Ursula Burns, la primera mujer negra que llegó a ese puesto. Hablamos de ello en este post. Para referirse más en concreto a su día a día en la compañía, Paloma nos ha ofrecido los cuatro pilares de la diversidad: crearla, gestionarla, valorarla y liderarla.
- Crear diversidad, poniendo el foco en la contratación, la promoción y la retención, de manera que logremos una plantilla diversa. En Xerox se sirven de sistemas de reporting de la diversidad. Además, cuentan (en USA) con el programa Balanced Workforce Strategy (USA), que monitoriza la representación de cada raza y sexo en todas las categorías y organizaciones de la compañía.
- Gestionar esa diversidad, con formación específica para directivos, que serán valorados por su capacidad para crear, gestionar y retener equipos diversos. También en USA, cuentan con los Employee Caucus Groups (USA), desde los que fomentan la comunicación de Xerox con los diferentes grupos de diversidad, transmitiendo las preocupaciones de los empleados.
- Valorar la diversidad, con el mantenimiento de un entorno de trabajo donde las distintas perspectivas sean valoradas, con mesas redondas de CEO’s & directivos senior, y planes de sucesión diversos. Paloma habló con especial satisfacción del programa Fast Track Woman, que «monitoriza el plan de desarrollo de mujeres de alto potencial susceptibles de ascender dos niveles de una sola vez«.
- Liderar la diversidad, compartiendo sus mejores prácticas con clientes y en foros de desarrollo de la diversidad. Xerox España ha sido una de las 39 primeras empresas españolas en recibir el Distintivo de Igualdad del Ministerio de Sanidad (España), que han renovado en las dos convocatorias posteriores.
Antes de pasar al diálogo, Paloma Beamonte nos habló de su experiencia en Consejos de Administración. Actualmente se sienta en el Consejo de Mutua Pelayo, junto a dos ex-ministras, Ana Virulés y Cristina Garmendia. Su trabajo se ha desarrollado en las comisiones de retribuciones y auditoría.
También habló de cuál podría ser su próximo paso, que sería dejar el mundo ejecutivo y centrarse en los Consejos de Administración. Pero eso no antes de 6 o 7 años. Lo más inmediato seguramente pasará por el salto a la dirección de Europa, si así lo decide, porque se lo ha ganado a pulso. Reconoce que ahora mismo está en su zona de confort y que ese nuevo puesto le supondrá dormir más de dos noches a la semana fuera de casa.
Durante el coloquio posterior hizo referencias a la gestión del tiempo: hay que olvidarse del presencialismo. Tenemos los medios en casa, claro, aunque eso es un arma de doble filo: un reto de estos tiempos. Y recordó una anécdota de la época en que era por primera vez directora. Fue a recoger al aeropuerto al jefe italiano al que reportaba y enseguida este le preguntó qué opinaba su marido de que ella trabajara, a lo que Paloma le respondió que estaba encantado y a su vez le preguntó qué opinaba su mujer de que él trabajara… No recibió nunca una buena evaluación de ese jefe, pero… ¿por qué las mujeres tenemos la tendencia de sentarnos en la segunda fila? Si hay sitio, ¡ve a la primera fila! Dice Paloma que tenemos que convencernos de que «no hay techo».
Hablamos también de sectores industriales y profesionales que siguen siendo muy masculinos, y eso abrió un debate muy interesante sobre la necesidad de implicación de los Gobiernos en los programas de educación. En IT hay menos mujeres. Una de las participantes comentó que los videojuegos están, en más del 90% de los casos, pensados por y para hombres. Si hubiera más mujeres en esa profesión los juegos serían más variados y habría más dedicados al cuidado. Otro ejemplo: la programación la inventó una mujer, pero luego el marketing se encargó de masculinizarla; o el hecho de que se unan las competencias más técnicas a la competitividad, a los concursos, cuando se sabe que a la mujer no le interesa competir! Paloma comentó que hay una responsabilidad de los padres en la orientación de sus hijos.