Cuando las emociones mandan
El pasado martes se entregaron los premios Godó de periodismo. Uno de los galardonados fue mi colega Alfredo Pastor, economista y Profesor del IESE, por sus magistrales artículos y colaboraciones en la revista “Dinero» de La Vanguardia. En su discurso de agradecimiento citó el último artículo que escribí con Maruja para LV como un ejemplo didáctico para llegar al fondo de la crisis actual que no sólo es una crisis económico-financiera con base en una crisis de valores. Las emociones y valoraciones poco racionales de la realidad son la verdadera causa de fondo. Aquí tenéis el artículo, espero que os guste.
Durante la pausa de una jornada con consejeras salió el tema de las profesionales maduras y solas que se inseminan. Una participante se quejó: «¿Nadie piensa en el niño? ¡Tiene derecho a tener padre!». Ante esta exclamación, otra sentenció: «pero cuando las cosas salen del corazón, nadie puede juzgar». El debate se congeló… [Haz click aquí para seguir leyendo]
Querida María Nuria
Buenísimo el artículo!
El problema mayor es que, además de todo lo que planteas, el emotivismo es muy contagioso y contamina todo el entorno de la persona
Al final la racionalidad está dejando de ser el criterio para evaluar las alternativas frente a las decisiones que se toman.
Lo observamos también en todos los movimientos de protesta que están contagiando a todo el orbe.
Muchas gracias por recordarnos que tenemos cabeza y corazón y que hay que usarlos integradamente
Un gran abrazo
Profesora Verónica De Lucca
Además….como lo he hecho «sin intención», no acepto que nadie me responsabilice y, mucho menos, no me siento responsable…
Ya hace tiempo que vengo respondiendo, ante la tópica y típica justificación de: «no tenía intención», que justamente eso es lo que reclamo, que se ponga intención. Y digo más: me quejo precísamente de que no le has puesto ninguna intención.
Creo que hay que acotar esas conductas «sin intención» con el propósito de ayudar a que se reflexione en el para qué, en el cómo, en el cuando, en el cuanto, …y, de paso, en el para quién, lo que debería llevar a considerar si acaba siendo contra o a favor de quién. ¿Es pedir demasiado?
Gracias Nuria, también por propiciar el debate.
El martes en las sesiones del IESE en la conferéncia sobre : Mujer y liderazgo, hubo un momento que Nuria y Maruja apuntaron en que el reto está superar el paradigma productivo con:
-Elaborar una cultura que concilie: razón y corazón.
– Valores vs valoraciones, que se distinguen por los motivos, como es el caso del artículo de La Vanguardia.
Muchas veces cuesta abstraer la esencia del problema y aún sabiéndolo miramos hacia otro lado o callamos.
Excelente artículo y enhorabuena por el galardón al profesor Alfredo Pastor.
Hola Nuria, me ha gustado mucho lo que refieres en el artículo. Estamos ante una crisis de valores brutal respecto “lo que queremos desde el corazón” y lo que debemos hacer en determinadas situaciones. Por ejemplo cuestiones como son la responsabilidad.
Al leer lo que expones he recordado una “discusión” que mantuve con un familiar. Quién es investigador en física. Me relataba el caso de un compañero de 40 años, becario eterno de proyectos de investigación, que no había tenido ninguna experiencia laboral fuera de la universidad y, que además no había leído todavía su tesis (y sin perspectivas de leerla). Inclusive, estaba casado, mujer en paro y 4 hijos pequeños. No sé cómo llegó la conversación al momento en que yo le plantee que me parecía una irresponsabilidad haber tenido 4 hijos con este panorama. Sabiendo lo difícil que es la universidad española y lo complicado que de obtener un puesto que te permita tener una vida organizada y estable para dar a tus hijos/as (dentro de lo organizada y estable que es la investigación, claro). Máxime cuando puedes ver que las cosas se demoran tanto, y que vas perdiendo capacidad de entrar al mundo laboral.
Nos supuso un cruce de acusaciones donde él decía que este señor tenía derechos a ser padre y yo, que sus hijos tenían derecho a unos padres que pudieran asegurar su sustento (econmico y emocional, por supuesto también). Que yo, en lugar de ello, hubiera optado por otra vía al ver que las cosas se demoran tanto. Elegir entre Doctorado o bien, otra actividad profesional para lograr un equilibrio entre lo que me gusta y tu vida personal.
Estoy de acuerdo que entre lo que quieres y el impulso de ir a por ello, hay una línea importante que es la responsabilidad de cuidar aquello que depende de ti, pararte a pensar si puedes y las consecuencias.
Saludos
Gracias Nuria y Maruja por ayudarnos a ser críticos con nuestra contemporaneidad e invitarnos a utilizar aquello que Dios nos ha dado como instrumento y don para estar por encima de los animales y del resto de especies creadas como es la inteligencia, concretada en la capacidad de razonar superior de la especie humana.
Al final la inteligencia es la que debe iluminar la integración de razón y corazón, y creo que esto si es atemporal, es decir válido en cualquier situación historica que viva el ser humano, por lo tanto, es fuente de verdad. Y…. ya sabeis…. la verdad os hará libres!!!!
Hola Nuria,
me gusta tu reflexión .
Gracias a los emotivistas y a las consecuencias contextuales que se enuncian arriba, podemos inferir como la manipulación de nuestras emociones y su instrumentalización negativa, sirven de caldo de cultivo para que los manipuladores de oficio y porfesión, con solo apretar dos resortes, nos vacíen de libertad, consciencia y coherencia social. La responsabilidad por nuestros actos es inalienable e inevitablemente repercuten en lo social, pero posiblemente no sean calibrados por quienes carecen de «alteridad», por quienes ni les interese tenerla. Algunos emotivistas, terminan creyendo que el mundo gira en torno a sus ombligos.
Un abrazo
Genial. Me ha gustado mucho, francamente. Gracias por enviarlo, me lo perdí! un abrazo,
No habia leido el articulo pero creo que en pocas palabras os enfrentais a una realidad que a veces nos da miedo romper por no ser disonantes con el entorno. Teneis razon. Como decia un buen sacerdote amigo mio que fallecio el pasado año: ¡Hay que chocar!…….. Y añadiria yo que cada vez mas. Gracias.
Muchas gracias por este artículo que me recuerda lo importante que es educar el corazón. Debiera haber una asignatura de educación del corazón en el bachillerato, pero los psiquiatras y vendedores de la » paz de las pastillas» se iban a qudar sin trabajo. Gracias de nuevo.Francisco
La meva neboda, Ester, va quedar impresionada, el dimarts, amb la teva conferència. A més va sortir molt animada, Jo sempre he cregut que sense l’educació del cor no hi ha sentiments, ni vida, ni felicitat: Bona Festa de la Mare de Déu de la Mercè: PRINCESA DE BARCELONA PROTEGIU NOSTRA CIUTAT. Records a la família. Una forta abraçada. Josep
Gracias Nuria por este articulo que refleja muy bien la actualidad, tanto en la vida personal como en la profesional.
Se estila la satisfaccion inmediata de las necesidades individuales con la falta de coherencia que ello supone, con la falta de responsabilidad que conlleva, con gran falta de respecto hacia uno mismo y sobretodo hacia otros, y añadido a la falta de sacrificio y esfuerzo por obtener lo que uno desea y realmente quiere.Eso denota la gran falta de valores humanos. que no se estilan-esos valores que hace mantener el equilibrio perfecto para los emotivistas, esos filtros que hacen a la persona consciente de sus actos y pensamientos- tampoco se estilan. Hacer las cosas de corazon como comentas, entiendo que es hacer las cosas que se te pone en la nariz sin tener en cuenta lo que conlleva a nivel individual y grupal.Esa falta de madurez, esa falta de vision y sin hacerse cargo de las consecuencias que ello conllevan, haran de esa persona, una persona pobre de espiritu… y con el tiempo les llegará su momento de examen de conciencia o no. Lo peor de ello es que son capaces de todo para cumplir o conseguir esas necesidades creadas hasta pasar por encima de los demas…y hacen de ello una filosofia de vida personal y profesional atentando a los valores humanos a favor del cumplimiento de sus necesidades inmediatas, sin responsabilidad y claro esta sin intencion alguna- como dice Paco Gay :-))
Muy bueno el artículo! Cuesta defender argumentos como este, en una sociedad «del todo vale», al igual que muchos otros argumentos, y por eso en muchas ocasiones una se calla… pero poco a poco creo que vamos poniendo nuestro granito de arena en intentar dejar huella, como mínimo, entre los que nos rodean! Gracias Nuria y Maruja por estos artículos llenos de energía, y sobretodo, sentido común!
Mi marido y yo habiamos esperado el primer hijo con toda la ilusión de ser padres por primera vez, y el sentimiento (era lo que sentíamos) de que por fin ibamos a tener algo «nuestro», que hacíamos nosotros. Fué una niña, Isabel, murió al nacer. El dolor humano, emocional, el del sentimiento fué muy intenso, pero aprendimos que los hijos no son un derecho sino un Don, y que nuestra es solamente la responsabilidad de ayudarles a desarrollarse como personas y personas en plenitud del término filosófico y real, personas integras, ya que que no nos pidieron ser llamados a la vida, pero libre y reponsablemente pusimos los medios para que el Don se hiciese posible.
En esa misma dimensión se nos dieron otros hijos. Y hoy hasta tenemos nietos. El Don, como lo es de Amor es difusivo de sí mismo.
Hace unos días así lo trasmití a una persona que de alguna manera se quedó perpleja, pero que se replanteó su maternidad de adopción, como el derecho de su hijo a conocer y disfrutar del amor y el don que había recibido de ser la elejida para darselo.