Consejeras en Miami
Acabo de aterrizar de Miami, donde he tenido el placer de vivir con horarios razonables, comiendo a las 13.00 y cenando a las 19.00… En esa ciudad americana he dirigido el Short Focused Program Women on Boards of Directors, que por primera vez ha tenido lugar en Estados Unidos, promovido por IESE en colaboración con The Florida International Bankers Association (FIBA). Liderando el Programa, han estado Teresa P. Foxx, Directora General del Barclays Bank y presidenta del Consejo de Directores de FIBA, y nuestra querida amiga Clemencia de Tobon (MBA-74), presidenta del Consejo de Administración del Pacific National Bank. Impartiendo las sesiones he tenido el gusto de estar acompañada por mi colega de claustro y miembro del consejo del IESE, la profesora Marta Elvira.
Al igual que en las 8 ediciones anteriores que tuvieron lugar en el campus del IESE en Madrid, se trata de un curso dirigido exclusivamente a mujeres que son miembros de Consejos, mujeres con cargos de alta dirección que, aspiran a una posición en Consejos de administración, o altas directivas que se comunican con miembros de una junta.
Existe una necesidad de formar a las mujeres para que puedan ser líderes desde su condición femenina. Como dijo hace 20 años el entonces decano del IESE, Juan Antonio Pérez López:
«Si el siglo XXI funciona, será porque la mujer tendrá una participación cada vez mayor en la organización de la sociedad, que está en un estado deplorable, mal pensada, y cargando con las consecuencias de un racionalismo decadente y absurdo. Pero esta misión será sólo aceptada por las mujeres si no lleva a su deshumanización, si no pierden su feminidad, porque la mujer es el núcleo de la familia, y ésta, la base de la sociedad “.
Recordemos que la mujer en la empresa tiene dos techos: uno de cristal y otro de cemento; el de cristal está formado por las normas no escritas o que están en la cultura de la empresa, que impide el acceso de la mujer a la cúspide, y el de cemento es el techo que nos imponemos nosotras mismas con el miedo al fracaso, el rechazo a la promoción profesional por el temor a la no conciliación familiar, el perfeccionismo poco razonable o el miedo a negociar en un mundo mayoritariamente masculino. Deberíamos intentar romper ambos techos. Además, Las dificultades a las que se enfrenta una mujer para formar parte de un consejo son distintas a las de los hombres. Se trata de facilitarles herramientas para superarlas.
Hemos trabajado también sobre la feminidad de la mujer. Los consejos son «poco mixtos», y en ellos se impone el modo de hacer masculino. La mujer debe desarrollar al máximo su feminidad. Si no, ésta se pierde en un mundo pensado por hombres y para hombres, y se acaba mimetizando al varón y creando un estilo de liderazgo únicamente masculino. Deberíamos conocer las diferencias y sinergias en el liderazgo empresarial entre hombres y mujeres, e igual que nosotras hemos aprendido de ellos y nos hemos adaptado y enriquecido con su estilo, sería constructivo que ellos hicieran lo mismo y se beneficiaran de nuestra idiosincrasia.
Como afirma Teresa Foxx, presidenta de FIBA, la presencia de mujeres en los Consejos, así como en el sector bancario internacional, se ha visto incrementada en estos últimos años, pero el incremento se ha producido de manera lenta. Así pues, existen aún muchísimas posibilidades para alcanzar este objetivo. La diversidad es de suma importancia para la generación de una pluralidad de ideas, valoraciones y conclusiones. FIBA apoya la diversidad y se centra en romper las barreras que impiden el ascenso de la mujer en la industria bancaria. Las asistentes formaban una nutrida representación de Miembros de Consejos de Dirección, Consejeras y altas directivas de la Banca Nacional e internacional en Miami.
¿Qué aporta la mujer al consejo diferente al hombre? El ojo femenino aporta intuición, anticipar las consecuencias de las acciones, capacidad de entender y empatizar mejor con más de la mitad de los clientes, construir puentes y no romperlos, trabajar en equipo, el cuidado de los detalles…
Para no llamarnos a engaño, es necesario recordar que las competencias que se requieren para formar parte de un Consejo de Administración son las mismas para hombres y para mujeres, pero no se viven de igual manera.
Precisamente esta semana tuvo también lugar la sesión mensual del IESE Women’s lobby, donde el profesor Alberto Ribera, nos habló de «Personalidad y Género».
«¿Por qué hay más mujeres que hombres en las Escuelas de Enfermería, y más hombres que mujeres en los Programas MBA?»
Tras hacer un recorrido por las Teorías de la Diferencias, desde la perspectiva sociológica a la genética, concluyó que hoy es necesaria una aproximación integradora de las dos visiones. Y desde aquí procedió a analizar (con datos estadísticos obtenidos de meta-análisis) diferencias en rasgos de personalidad, cooperación, agresividad, estabilidad emocional, propensión al riesgo, autoestima, depresión, sexualidad, inteligencia, etc.
«Las mujeres ejecutivas, ¿son más ejecutivas que mujeres?»
Cuando se presenta a una selección para puestos ejecutivos, la mujer solo es diferente al hombre en parámetros que tienen que ver con la sensibilidad. Y, por último, un dato que corroboran algunos estudios anteriores: hay muchas más diferencias en los rasgos de personalidad entre mujeres directivas y mujeres en general, que entre hombres y mujeres.
Hace dos semanas en el campus del IESE en Nueva York, tuvo lugar un nuevo panel del I-Wil, moderado por la profesora Mireia Las Heras, donde se reflexionó sobre la trampa de la humildad y los prejuicios. Aquí tenéis un resumen del mismo. Y también os dejo un vídeo muy potente para la reflexión: los mismos comportamientos se juzgan de modo distinto…
¡Hasta la próxima semana!
Nuria Chinchilla es profesora de Dirección de Personas en las Organizaciones en IESE Business School.
Hola Nuria. Admiro tu trabajo. Me gustaría que le echaras un vistazo a mi blog en el que también trato temas de igualdad aunque desde una perspectiva más de andar por casa;). Si te gusta difúndelo! Gracias
Efectivamente queda aún un largo camino por recorrer, con obstáculos a veces superables con medidas legislativas/normativas y otras veces con un cambio cultural más profundo. Interesantísimo el enfoque que resumes del Prof. Alberto Rivera sobre personalidad y género. Igualdad de oportunidades no debería ser lo mismo que igualdad de visiones. Enhorabuena por tu trabajo!