Perseverando hasta el final
Después de haber pasado 4 días en Praga con toda la familia y descubrir en cada rincón una Virgen, una cruz de término, una Iglesia y tantos otros símbolos de nuestra tradición cristiana en ese país centroeuropeo, me llega este vídeo que nos recuerda cómo en tantos otros países del globo los cristianos son aún perseguidos y martirizados a causa de su fe.
Cada vez más la religión católica está siendo perseguida con las armas, con las palabras con las leyes.
Cuando se enjuician crímenes de guerra, para explicar las barbaridades que unos seres humanos pueden hacer a otros seres humanos dicen que es que estos criminales llegan a deshumanizar completa y absolutamente a sus víctimas.
Yo me siento continuamente atacada cuando pone las noticias y veo como arremeten sin criterio, ni respeto, ni compasión mis creencias, mi cultura, todo aquello que me ha llevado a ser quien soy.
Los medios, cuando hablan de corrupción, de asesiones, de violadores, de terroristas, siempre hablan de «presunto» hasta que el caso es juzgado y se ha dictado sentencia.
Ahora se habla de los sacerdotes como de pederasta de facto o en potencia. De la Iglesia como promotora o encubridora de estos delitos.
Yo he pasado por tres colegios religiosos y no tengo malos recuerdos de ninguno de ellos. Sin embargo, sí soy testigos de como algunas compañeras se inventaban historias que luego contaban a sus amigas y que ellas mismas terminaban creyendo.
Los abusos contra menores deben ser denunciados, perseguidos y castigados. Venga de quien venga, proceda de donde proceda. Pero no asociemos el delito con la institución que representa aquel que lo cometió. No somos una secta cuyo que entre sus principios se contemple la iniciación sexual, o relaciones de perversión entre sus miembros.
Nuestra Iglesia es universal, por lo tanto entre nuestros miembros podemos tener lo bueno, lo malo y lo peor. Esto no nos hace ser lo peor como institución religiosa.
Ahora está de moda juzgar crímenes de hace 50 años, quizás como estrategia de distracción para que seamos menos críticos con la lamentable situación económica, social y política que estamos viviendo.
Siempre se ha dicho que la historia no se puede juzgar con los ojos de hoy. Pero cuando políticamente interesa se levantan piedras y se mueven montañas, aunque ese presupuesto haya que sacarlo de las ayudas que se otorgaban a las personas dependientes.
Como cristiana, sí me gustaría limpiar mi imagen. No tengo nada que ocultar y si alguien ha cometido un delito que deba ser juzgado en tribunales civiles, que se le juzgue debidamente y si es culpable que se le condene. No quiero «intocables» dentro del grupo de seguidores de Cristo, porque Él no lo fue.
Estoy cansada de escuchar hablar de la libertad de expresión religiosa en este país, donde por ley te dicen que puedes llevar un velo islámico en una institución pública y te prohiben que en esa misma institución puedas poner un crucifijo sobre tu mesa de trabajo. Estoy cansada de las películas bárbaras de Amenábar o Almodovar que critican de forma devastadora acontecimientos históricos que nunca existieron o que tergiversan tanto la verdad que apenas es reconocible, o que generalizan hechos puntuales que es imposible que puedas sentirte identificado con ellos. Y todo esto subvencionado por un gobierno que dice defender la libertad de religión.
«Señor, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a lo que nos ofenden», «Señor, perdónalos, porque no saben lo que hacen»
Parece que los cristianos estamos inmersos en una dura etapa en la que es nuestro deber ser fuertes. Ahora más que nunca no podemos dejar de transmitir nuestros valores en cada pequeño acto diario. Quizás sea una buena ocasión para refirmarnos y mejorar para ser capaces de acercar a Jesús a quienes nos rodean.
Aprovechando el enunciado de Núria, hago mía la frase del escritor inglés Samuel Johnson: “ Las grandes obras son hechas no con la fuerza, sino con la perseverancia”.
¡¡Ánimo a tod@s!!
Núria. Pau i Bé Que bonita es Praga! Con su puente de Carlos y su reloj májico y la catedral y la cartuja…una Virgen en cada esquina y una cruz y el NIÑO JESÚS DE PRAGA.
La Religión, la Iglesia…..molesta….;si hace el bien es un llamamiento profético que se quiere ignorar….; si peca se divulga para escandalizar a los buenos y a los pusilánimes. La Iglesia es santa y pecadora a la vez. Santa por su Cabeza Cristo…..pecadora por todos sus miembros, los bautizados todos……Asi lo reza el Canon V de la litúrgia católica.
Por eso los mártires no son del tiempò pasado, de las catacumbas, sino de siempre. Martirizaron a nuestra CABEZA CRISTO, con el martirio más ignominioso por vivir y predicar la verdad. Martirizan a tantos miles en el mundo porque el evangelio viviente les molesta…..PERO NO TEMAMOS…..EL SEÑOR RESUCITÓ Y LA VIDA NO ES SÓLO TERRENA Y CORPORAL, SINO ETERNA Y ESPIRITUAL. Nos lo dice Jesús en el Evangelio: NO TEMAÍS A LOS QUE PUEDEN MATAR EL CUERPO….PERO NO PUDEN MATAR AL ESPIRITU. Ánimo pues y manifestemos con valentía y en todas partes nuestra fe. Un abrazo y saludos al marido, a la Núria junior y a mamá. Josep