Del revés, el poder de las emociones y la toma de decisiones

A punto de marcharnos de vacaciones de verano en el hemisferio norte, he ido a ver la última película de Pixar, “Del revés” (Inside out).

En la cabeza de Riley la niña protagonista de la película, cinco emociones —Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco— forman un consejo de administración que va tomando decisiones con las que la niña se enfrenta a la vida. La premisa de Inside Out es convertir en algo tangible la psique o realidad emocional de una persona. También se muestran las estructuras de comportamiento consolidadas o las que llaman «islas de la personalidad» –la familia, la amistad, la sinceridad, el sentido del humor y las aficiones (en su caso el Hockey). En la lejanía, separados por un espacio que recorre el tren de los pensamientos, aparecen la memoria a largo plazo, la imaginación, el estudio cinematográfico en el que se manufacturan los sueños (sic) y el subconsciente.

Para ser fiel en la medida de lo posible a lo que la ciencia ha averiguado sobre las emociones, el director, Pete Docter, reclamó la colaboración de dos científicos de la Universidad de California Dacher Keltner y Paul Ekman. Ellos advierten que hay muchas más de cinco emociones, pero habría sido imposible contar una historia con tantos personajes.

Lo que se muestra es el impacto de las emociones en el pensamiento y la toma de decisiones. Algunos científicos han echado de menos el razonamiento lógico en la película, otro de los actores en la toma de decisiones. En la película aparece como un tren del pensamiento, que se pasea por la cabeza con hechos, opiniones, recuerdos, pero que no influye en ese consejo de administración liderado por las emociones.

Sigue siendo un reto integrar cabeza y corazón o desarrollar un corazón inteligente. En este sentido, Juan Antonio Pérez Lopez en su libro Fundamentos de la Dirección de Empresas, explica cómo el conocimiento abstracto complementa el conocimiento experimental, y da recursos a la libertad para no hacer siempre lo que la motivación espontánea nos dicta (motivada por el conocimiento experimental y las emociones). En este sentido, la libertad es el principal actor de la toma de decisiones, que puede usar la racionalidad (primera vía por la que se operativiza la libertad) y escoger lo que conviene. En la medida en la que se hace lo que se ve que conviene, se ejercita la virtualidad (segunda vía por la que se ejercita la libertad), y cada vez es más fácil tomar la decisión que más conviene, ya que al mismo tiempo esa acción se vuelve más atractiva para el decisor. Aquí tenéis el gráfico que recoge el dinamismo motivacional que se explica en ese libro: FiguraJAPL.

También hay críticas en cuanto a la memoria. En la película aparecen los recuerdos visionados por el protagonista como un video intocable, cuando los científicos afirman que los recuerdos son poco fiables, se pueden manipular e insertar recuerdos de cosas que nunca sucedieron.

Según Facundo Manes (link) del Instituto de Neurología Cognitiva: “Si siento celos, admiración, rencor o bronca, no puedo modificar el disparo emocional, pero puedo modular las consecuencias de ese disparo. Podemos cambiar la manera en que pensamos para cambiar la manera en que sentimos. Es parte del trabajo de la terapia cognitiva: la realidad no la puedo cambiar, pero sí cómo respondo a ella”.

Puntos positivos de la película son la ejemplificación en clave de humor de las diferencias entre la psicología masculina y femenina, mediante escenas con el padre y la madre de la niña, la sinceridad como pieza fundamental de la personalidad porque sin ella “el tren del pensamiento” se cae, como pasa cuando la protagonista empieza a mentir. También se pone de relieve la importancia de no confundir hechos con opiniones.

Otro punto positivo es la necesidad de los vínculos afectivos familiares y de amistad para formar nuestra identidad. Aparece la familia como la estructura base y lugar privilegiado para todo.

Aquí os dejo los dos tráilers. Muy feliz y merecido descanso estival para todos!!

Nuria Chinchilla es profesora de Dirección de Personas en las Organizaciones en IESE Business School.