Post-Feminismo: feminismo sinérgico
Os presento en este post la inspiradora historia de Eiko Hashiba, una banquera japonesa que dejó su puesto para cuidar de su bebé… y crea un imperio financiero 10 años después. Tener que renunciar a su puesto en Goldman Sachs le hizo cuestionarse por qué los consultores como ella no podían ser externos, para tener así la posibilidad de integrar vida familiar y profesional. Esto era lo que tenía en mente cuando, 10 años después, fundó VisasQ, de la que es CEO. Posee el 52% y se ha revalorizado un 95% desde marzo en la bolsa de Tokio, lo que la ha convertido en multimillonaria. Su consultoría cuenta hoy con más de 110.000 consultores externos registrados, expertos en todo tipo de industrias. (Aquí tenéis más detalles).
Su historia me ha hecho pensar en unas recientes palabras de Mª Dolores Dancausa, Consejera Delegada de Bankinter:
“Siempre pienso que a las mujeres nos ha tocado vivir papeles importantes y desagradecidos en todas las crisis. Cuando todo se derrumba, sacamos fuerza y tomamos las decisiones para salir adelante”.
Para Dancausa, las crisis son escuelas de liderazgo y superación. En ellas aprendes y ejercitas disciplinas muy útiles, como la austeridad, el valor de la prudencia, la capacidad de superación, la importancia de la prevención… (aquí podéis leer la entrevista completa).
«¡Qué buena noticia. Estoy encantada de ver a otra mujer directora ejecutiva en banca. Muchas felicidades, Jane«.
Son las palabras de Ana Botín, presidenta del Banco Santander, dando la bienvenida a Jane Fraser, que en febrero 2021 será la nueva directora ejecutiva de Citigroup, el tercer banco más importante en Wall Street. Es un gran paso para las mujeres. En la foto podéis ver un tweet donde se congratulaba de ver a otra mujer al frente de un banco.
La carrera de esta alta ejecutiva escocesa comenzó en Goldman Sachs cuando tenía 20 años, donde fichó como analista financiera. Estudió en la Universidad de Cambridge y en la escuela de negocios de Harvard. También en España, donde pasó dos años para aprender el idioma. «Pensé que España sería más divertida que Alemania», expresó en un foro económico americano. En nuestro país trabajó en la firma Asesores Bursátiles, de la que han salido otros rostros conocidos como el del ex ministro de Economía Luis de Guindos. Después de su Erasmus español, se incorporó a la consultora McKinsey & Company hasta que dio su salto a Citigroup, en 2004. En palabras de Fraser:
«¿Puedes tenerlo todo (carrera profesional y familia)? Pues sí, puedes; pero no puedes hacerlo todo al mismo tiempo ni esperar todo al mismo tiempo. Es el consejo que me dio una vez uno de mis jefes: » tu vida tendrá varias carreras, así que quítate de encima esa presión de esperar que todo ocurra al mismo tiempo». Jane admite sufrir lo que llamo un techo de cemento: una sensación de duda cada vez que se enfrenta a un nuevo reto si no está preparada al 120%. Lo gestiona dándole la vuelta para convertirlo en confianza en su equipo, clave para su nueva labor.
Siempre ha contado con el apoyo de su familia, especialmente el de su marido, el ejecutivo cubano Alberto Piedra, que fue director de operaciones de Bank of America en Europa, tras pasar 15 años en Goldman Sachs. En 2009 se jubiló como director de banca global en Dresdner Kleinwort, y asumió abandonar su carrera profesional para cuidar de la familia, cuando la carrera de su mujer en Citigroup era ya imparable.
En un estudio de hace solo cinco años, «Madres sobrecargadas», Albert Julià y Sandra Escapa, sociólogos de la UB, recogen que cuanto más se implican los hombres en el trabajo doméstico, más lo hacen también las mujeres. Cuando ellos dedican más de 15 horas semanales, la implicación femenina crece por encima de la media.
El resultado es contraintuitivo, explican, ya que lo que parecía de entrada lógico es que la proporción fuese a la inversa -si el hombre entra en casa, la mujer aligerará sus cargas-, pero sucede justo lo contrario cuando la dedicación del hombre es intensa. El riesgo de sobrecarga de trabajo de estas madres es similar al de las que tienen un modelo de familia tradicional, en el que él trabaja fuera y ella no. De hecho, en este tipo de familia emergente, las horas dedicadas por la mujer al trabajo en el hogar duplican a las del hombre.
¿Cuál podría ser la causa de esta tendencia? Según los autores es la estrategia parental común, una estrategia emergente basada en la «inversión» en el hogar y, sobre todo, en la relación con los hijos. Familias que consideran que este tiempo dedicado aporta beneficios cognitivos y emocionales a los pequeños y que supone que padres y madres comparten actividades, sin dividirse las tareas.
La madre no se desentiende cuando el hombre se implica, sino todo lo contrario. Es una determinada construcción del proyecto vital. Se denomina parentalidad positiva, que enriquece a hijos y a ambos padres también.
En definitiva, de lo que se trata es de ir acompasando las trayectorias profesionales de los esposos con la trayectoria familiar y personal. Es el post-feminismo, lo que vengo llamando feminismo sinérgico que, pivotando sobre las diferencias, tiene un efecto multiplicador en todos los sentidos. No se trata de luchar uno contra otro, sino de ir de la mano y construir conjuntamente un mundo mejor: una familia más fuerte -de la que partimos-, una empresa más sólida y una sociedad más sostenible.