Cruces en la vida
Para animar la discusión de ayer, un apunte de mi vida. En el hospital de Lloret de Mar, que actualmente es además un hogar de ancianos en cuya capilla acostumbramos a oír Misa los domingos toda la familia, a fin de acompañarlos y bajar un poco la altísima media de edad, me explicaron que se habían retirado las cruces de todas las habitaciones y que estaban abandonadas en un trastero, siguiendo la decisión de los directivos y políticos. La verdad es que un momento crucial de mi vida estuvo muy ligado a ese hospital, y por eso me entristeció profundamente saber que las cruces estaban arrinconadas en el cuarto oscuro en lugar de seguir dando luz a los enfermos y a sus familias. Os cuento:
El 7 de julio de 1978 (tenía yo 17 años) iba con mi Vespino a dar clase de matemáticas a un niño que vivía en una urbanización fuera del pueblo. En un cruce de la carretera tuve un accidente inesperado. La furgoneta que causó el choque me dejó inconsciente y abandonada en la cuneta. Imagino el pánico del conductor al pensar que el impacto de mi cabeza (sin protección) primero contra su vehículo y después contra el asfalto me habían dejado sin vida.
Un joven me recogió, me introdujo en su coche sin importarle que su tapicería quedase manchada por la sangre, y me llevó al hospital. Allí estuve una semana. Tenía doble fractura de cráneo, pero no supieron verlo. Eran otros tiempos, y sólo sabían darme analgésicos «por un tubo» y decir a mis padres que ya me recuperaría. Al parecer, yo repetía que me iba a tirar por la ventana por los terribles dolores de cabeza, y mi madre, desesperada por verme sufrir, se sentaba en la cama detrás mío para apoyar mi cabeza en su regazo, aguantando horas y horas en esa incómoda postura con la esperanza de aliviarme algo esos dolores. Yo no recuerdo absolutamente nada de lo que he escrito, pero sí he visto fotos, y sé que la cruz de esa habitación estuvo acompañando a mi madre esos largos días y sobre todo noches (sentada en una silla) en las que no me dejó ni un sólo minuto. Cuando parecía que ya estaba yo en las últimas, me llevaron en ambulancia al Hospital Clínico de Barcelona. Allí vieron lo que tenía: además del enorme edema cerebral (sin drenaje), ocho coágulos en el cerebro estaban presionando varios centros neurálgicos. Dijeron no entender cómo no estaba ya criando malvas… Fui operada inmediatamente y el pronóstico que dieron a mis padres fue durísimo: si no moría, quedaría paralítica, ciega, con grandes carencias cerebrales… y por supuesto que me olvidara de poder seguir estudiando. Gracias a Dios, solo me quedé sin olfato, sin gusto y sin tacto, pero los 3 volvieros a los 6 meses. En la primera revisión médica salieron algunos puntos de irritación en el electroencefalograma y mi padre, con su humor característico, espetó al médico: «No se preocupe, doctor, ¡esos ya los tenía antes!»
En fin, que aún no era mi hora. Aún tenía que dar mucha guerra por estos pazos. Soy muy consciente de que Dios estuvo ahí en todo el proceso y que fue supliendo tras cada uno de los errores humanos.
Pero volvamos al tema de ayer, la cruz es un constante símbolo de esperanza y una lección de vida para todos, creyentes y no creyentes. A los primeros, además, nos recuerda quiénes somos y por qué vivimos.
Esta tira de dibujos nos muestra la pedagogía de nuestras cruces y del sufrimiento.
Señor, es demasiado pesada, por favor déjame cortarla un poquito
Señor, por favor, córtala un poquito más y podré cargarla mejor
Señor, muchas gracias…
Usa esto como puente y cruza por encima
Ahhh, es demasiado corta y no puedo cruzar…
Sólo hay una salida para los sufrimientos…pasando por ellos, Dios nunca te dará más de lo que puedes cargar. Así que carga tu cruz y regocíjate en el premio.
Aprendamos a cargar nuestra cruz sin renegar y sólo pidamos al Señor fuerza y fortaleza para salir adelante y salir triunfadores.
[Fuente Viñetas]Cualquiera sea tu cruz,
Cualquiera sea tu dolor,
siempre habrá un resplandor , un atardecer, después de la lluvia …..
Quizás puedas tropezar,
quizás hasta caer…..
Pero Dios siempre está listo
a responder a tu llamada ……
Dios siempre enviará un arco iris
después de la lluvia.
Estimada Nuria, Acabo de leer tu bella historia, verdaderamente sobrecogedora. Gracias a Dios, muchos años después de aquél fatídico accidente, podemos seguir aprendiendo de tí: todo un ejemplo de esfuerzo, entrega, entereza, valentía, coraje y amor.
Un cordial saludo,
Juan Pablo López
Querida Mª Nuria,
Puedo dar fe de la sobrecogedora historia – aunque yo no la viví tan intensamente como mamá y papá, pues estaba haciendo las milicias universitarias -.
Gracias a Dios, aún no era tu hora y quiero pensar con sentido sobrenatural que te quedan todavía » varios minutos de partido», para seguir con tu misión (y acarrear con alegría tu cruz) aquí en la Tierra.
Besos,
Tu hermano Quique
Querida Nuria
Al terminar de leer tu historia me doy cuenta cabalmente las razón que tuvo Dios para dejarte en este mundo: para que fueras un norte que marcara el rumbo de nuestras vidas, sobretodo a los que nos dedicamos a la docencia universitaria, recordándonos lo que de verdad vale la pena.
En mi país (Chile) se ha instalado la «cultura del analgésico», sobre todo en mis alumnos de postgrado, donde todo dolor debe ser erradicado a como de lugar y el dinero es el instrumento para lograrlo. Compartiré tu relato con ellos en mis clases en Santiago, Antofagasta y Concepción. No me cabe duda que le dejarás una profunda huella.
Un gran abrazo
Profesora Verónica De Lucca
Universidad de Chile
Querida Nuria,
siempre pienso que no habrías hecho nada de lo que has llevado a cabo si no hubieras tenido ese accidente. Hizo que te lo cuestionaras todo, y dio tal empuje y sentido a todo lo que haces, que estás logrando un cambio cultural tanto en este país y como en otros. Tu accidente y la muerte de Juan Antonio Pérez López fueron el pistoletazo de salida. Ya lo sabemos, de los males salen bienes, pero no deja de ser curioso constatarlo. El resto, un intenso trabajo diario tuyo y de muchísimas más personas en distintos países. Hay que seguir en ello, porque el reto es apasionante.
Maruja
Querida Nuria:
Muchas gracias por compartir tu conmovedora historia. Nos llena de esperanza y de alegría. Qué difícil es convencerse de lo maravillosa que es la Cruz en nuestra vida. En realidad es algo tan necesario que, curiosamente, cuando falta una Cruz real, nos vamos inventando a diario cruces artificiales y sin sentido. El que no la haya tocado nunca, que levante la mano… y quien al tocarla no haya experimentado una caricia de Dios, que la levante dos veces. Que regresen las cruces a las habitaciones del Lloret del Mar y a los salones de clase de los colegios en Italia!
Querida Nuria,
no era tu hora y los que te conocemos (sin saber tu historia hasta ahora) estamos agradecidos por ello. Realmente esos escollos de la vida, las pérdidas y el sufrimiento son el mejor aprendizaje.
El tema de la cruz empieza a ser ridículo, de verdad; si seguimos así habrá que retirar cuadros de museos y recortar la historia.
Un abrazo fuerte
Ana
Querida Nuria, Desde Brasil, tu historia ha servido para que ilustrara este tema en una charla. Qué estupendo que hoy puedas escribirnos lo que nos cuentas! Como todo lo que empieza y madura en Europa, el laicismo empieza a germinar ahora en mi pais. En vários Tribunales ya han hecho sacar los crucifijos (y eso que aún no hay ley sancionada). Pienso siempre que, aunque se empeñen, la marca y la señal de la Cruz impresa en el alma de cada bautizado, no la podrán sacar, serán siempre germen para nuevos cristianos. Estas «hazañas» que, piensan ser modernas, estan llamadas al fracaso como ocurrió en el Imperio de los Romanos y los Primeros Cristianos.
Con cariño
Crucita
Querida Nuria,
Tu historia es sobrecogedora, tanto por el alcance de tu accidente como por la fortaleza y la fé que demostraron tener tus padres en esos momentos. Si hoy no lo hubieras explicado jamás lo habría creído ya que desde que te conozco nunca te he oído lamentarte ni del más mínimo dolor de cabeza, y ¡mira que llegas a hacer cosas, madre mía!. Tú no tienes estrés!!!???Siempre eres un ejemplo a seguir, en todos los aspectos del ser humano y por eso Dios te dejó aquí , para ayudar a todos aquellos que te necesitamos, creo que esa es tu Cruz, tu Misión.
Por mucho que, algunos de los políticos y gobernantes, se empeñen en aniquilar de un plumazo más de 2000 años de nuestra historia no lo van a tener tan fácil.
En mi historia se incluye el recuerdo de mi Primera Comunión que, es el más bonito de mi vida, incluso más bonito que el nacimiento de mi hijo, pues aturdida y exhausta por el dolor del parto no tenía ganas ni de mirar su carita. Creo que está en nuestra misión, como madres, explicar a nuestros hijos la verdadera razón de la existencia de la Cruz y seguir adquiriendo el Misal, la Cruz o la Medalla, en lugar de la consola o la play station y todo aquello que sea necesario y coherente con ese día de la Primera Comunión. La herencia de nuestros hijos no sólo es el patrimonio, es mucho más que todo eso; raíces, pertenencia, tradición, historia, nuestra historia…
Nadie debería dedicarse a la política si no ha estudiado Ciencias Políticas, al igual que, un médico debe estudiar medicina. Quizá razonarían un poquito más y no tendríamos el «estilo mierda» (con perdón, pero lo ha mencionado àlguien que me produce mucho respeto) que hoy en día abunda en la clase política.
A mí me gusta llevar colgada mi Cruz y por mucho que me lo impidan me la pondré cuando y dónde me dé la gana. Que yo recuerde… la llevaban mi bisabuela, mi abuela, mi madre y ahora yo. Mañana por la noche asistiré a un evento multitudinario, de esos dónde a los políticos les gusta salir en la foto, yo me pondré mi Cruz o mi medalla de la Virgen, para que me la vea todo el mundo. La podrán quitar de las escuelas, de los hospitales, de dónde quieran pero no me la podrán quitar a mí. Mª Nuria Chinchilla de Albiol GRACIAS por ser como eres.
Hola Nuria,
Cuantas situaciones enriquecedoras compartes con nosotros: de ti, tu familia, trabajo, educación, sociedad, etc.
Comprendo mejor esa personalidad tuya, necesaria para hacer muy bien la tarea que llevas acabo.
Pido por que regresen las cruces a su lugar y doy gracias porque en México siguen en su sitio.
Mi admiración y un abrazo.
Rosaura
Querida Nuria: Gracias por compartir con todos nosotros esa historia. Está claro que tu fuerza interior pudo entonces con eso y hoy mueve montañas. ¡Qué triste que se nos haga olvidar el origen de esa fuerza suprema que, desgraciadamente, tan pocas personas sabéis aprovechar!.
Querida Nuria, realmente no sé cómo expresar lo que me ha impactado tu historia. Me ha hecho reflexionar tanto y sobre tantos aspectos…, muchas gracias por compartirla con tod@s nosotros.
Un fuerte abrazo,
Nuria, leo asiduamente tu blog y me encanta como escribes, aún más cómo hablas y, sobre todo, las causas que defiendes. Sólo me gustaría hacerte un comentario para invitarte a reflexionar: ¿A qué te refieres cuando dices que «la cruz es un constante símbolo de esperanza y una lección de vida para todos, creyentes y no creyentes»?, ¿cómo pueden los no creyentes incrementar su esperanza con un símbolo que para ellos no tiene significado?
No es que esté a favor de que retiren las cruces de los hospitales, sólo digo que para los no creyentes no supone ninguna ayuda ni paliativo de su dolor. Sin embargo, eso no significa que no encuentren consuelo en muchas otras cosas importantes que tú siempre defiendes, especialmente, en la familia.
Estoy convencida de que cualquier anciano del hospital de Lloret del Mar agradecería más el amor sincero de un familiar junto a su cama, que una cruz sobre la misma.
Un abrazo,
Rocío
Querida Nuria: Es probable que muchos tengamos historias como la que nos has contado, pero no sabemos explicarlas o no queremos que se sepan. Gracias por empujarnos a intentarlo pues seguro que hacen mucho bien, como en tu caso, y poco a poco se va dando importancia a lo que realmente la tiene.
Un abrazo
Fernando
Querida Nuria,
Gracias por compartir parte de tu vida con todos nosotros!
Hoy por la tarde tenemos en Zurich una charla para mamás que trabajan y tienen ninos (… y muchisimas cruces) y voy a distribuir copias de este articulo que seguramente va animar a muchas madres como yo! Mil gracias, Ana
Muchas gracias por compartir tan conmovedora vivencia. Momentos CRUCIALES … y etimológicamente viene de CRUZ … Cuántas veces Dios se sirve de esta clase de situaciones para remover nuestro interior, el de todos -creyentes o no-. Porque el no ser creyente, a Dios gracias, no es una condición de por vida (como si se tratara del grupo sanguíneo al que uno pertenece). Y no sabemos -Dios sabe más- cuánto bien puede hacerles, cómo no, también a ellos la presencia amorosa de una cruz. Asimismo, también se sirve de personas que están ahí, en permanente y ejemplar disposición, como tú, querida Nuria.
Querida Rocío: me preguntas «¿cómo pueden los no creyentes incrementar su esperanza con un símbolo que para ellos no tiene significado?»
Y te contesto que no se trata de quedarse en el símbolo, sino de descubrir el significado que está detrás, porque, aunque no se sea creyente, Jesús es una persona real, que nació y vivió hace más de 2000 años, y que fue ejemplar en su conducta: coherencia total entre lo que dijo y lo que hizo, ejemplo de amor a los demás hasta soportar sufrimientos inhumanos, etc. Sus enseñanzas atemporales, llenas de sabiduría y humanidad, son balones de oxígeno y esperanza en cualquier sociedad y época, y pueden invitar a la reflexión en momentos de mayor soledad o dolor.
Cuando no se ve más que una cruz, entiendo que no sea paliativo de nada, pero cuando se ve el amor detrás del que cuelga de la cruz, no sólo se encuentra el consuelo que puede dar un familiar, sino también su compañía y su invitación a seguirle hacia un mundo incomparablemente mejor.
La fe no es sólo creencia rígida ni viene sola. Hay que estar en disposición de dejar que Dios entre en nuestra vida cuando llama a nuestra puerta (y llama constantemente…), pero muchas veces no estamos por la labor.
Dicho lo cual, lo que expones es una situación frecuente, propiciada por nuestra inmersión constante en lo material y «lo científico», que nos dificulta desarrollar la capacidad de contemplación y de la trascendencia, precisamente lo más característico de nosotros, los humanos.
El gran problema de hoy en día es que falta mucho amor, y eso lo acaban pagando los más débiles y necesitados, que son aparcados y ni siquiera reciben la visita de sus familiares. Si al menos tienen una cruz a la vista, les estará recordando que tienen siempre a su lado a Alguien que les quiere incondicionalmente y que les espera.
Gracias por darme la oportunidad de seguir expresando y compartiendo mis experiencias!
Tus palabras, tus mensajes, tus relatos, tus anécdotas, tus testimonios, tus consejos, tu sabiduría, tu ejemplo, todos esos momentos que nacen de ti y que te permites compartir con nosotros, todos y cada uno ellos, desprenden una firme fortaleza y una fe infinita. Nuria, para mi eres un ejemplo. Tu esfuerzo y compromiso se manifiesta en cada gesto y acción que llevas a cabo, y además consigues transmitirlo con sencillez y naturalidad.¡ Gracias!
Hola, Nuria, un abrazo y felicidades por el blog
Acabo de leer tu relato. Nunca supimos Emilia y yo que mientras nos casábamos, tú estabas pasando una situación tan sumamente dura. Gracias a Dios que saliste con bien de aquello. Una gran suerte para muchos, pero muy especialmente para tu hija y tu marido.
Un saludo muy cordial
Querida Nuria
Muchas gracias por compartir este tipo de cosas con nosotros. Me uno a lo que dice la profesora universitaria de Chile pues yo tambien comunicare este blog con mis alumnos y colegas para que se enriquezcan de él tanto como yo.
Me alegro mucho de que Dios te dejara más años en esta tierra pues todos los que te conocemos, que son miles en todo el mundo, nos estamos beneficiando de tus conocimientos, tu empuje y tu personalidad que resulta para nosotros un ejemplo excepcional para seguir.
Por favor no te canses…..y sigue ayudandonos a los que te seguimos en esta importante batalla de defender a la FAMILIA y a la MUJER en nuestra sociedad actual aunque en esta misión encontremos a veces LA CRUZ, señal cierta de que vamos por el buen camino y de que DIOS nos seguirá ayudando
ABRAZOS Fuertes
Maria Hdez- Sampelayo
Gracias Nuria por tu narración y gracias a Dios por que estés viva, ¡cuánto se habría perdido en todos los sentidos de no ser así!.
Y una historia personal que me ha venido a la memoria después de lo que has contado: con 25 años me operaron de un tumor maligno muy extendido, fue muy duro y en algunos momentos con mucho dolor físico y lógicamente moral. Un día en el hospital, en que no podía más, miré hacia arriba y sin querer me tropecé con el crucifijo que estaba encima de mi cama. Me dió una especie de verguenza: «¿cómo me puedo quejar tanto después de lo que Tu has hecho voluntariamente por mi» En ese momento sentí una paz inmensa que jamás he vuelto a perder… ¡y han pasado 28 años!. En los hospitales, como en muchos sitios, encontrar la cruz es encontrar la felicidad. Qué pena que nos la quiten.
Estimada Nuria, me he criado en una escuela catòlica y he atravesado igual que vos muchas situaciones difìciles en la vida. No creo en Dios, no al menos en la forma en la que vos creès. La historia de las cruces me parece una mas de las formas opresoras que tiene la iglesia catòlica de imponer a la gente aceptaciòn para aquellas cosas que con sentido comùn resultarìan inaceptables-inexplicables. Yo creo en algunos hombres y mujeres que la vida me ha puesto al frente, como mi madre, la directora de mi colegio, algunas amigas fantàsticas que he encontrado y desde luego en mi esposo. La cruz es un símbolo de la atroz crueldad de la que somos capaces los seres humanos, jamàs podrà ser para mi otra cosa, y aclaro para mi porque creo en el respeto a las convicciones de los demàs. Simplemente quise dejarte mi punto de vista y agradecerte por dedicar tus dìas a una actividad tan honorable. Saludos desde Buenos Aires y adelante.
Querida Nuria.
Supongo que esta era la entrada en el blog que sabías que me iba a gusta y tenías razón.
La historia de la cruz que nos muestras en viñetas ya la conocía y la hemos compartido en muchas ocasiones con personas que padecen enfermedades raras.
Con mis hijos, en tantas ocasiones he pedido que me quitaran un poquito de cara porque no veía capaz de dar un solo paso más. Tantos momentos de soledad, tantos momentos de incompresión… con la única compañía de una cruz, que sabías que era tuya, pero que te superaba en tamaño y peso muchas veces, lo que hacía misión imposible poder seguir avanzando.
Supongo que entre mis lágrimas poco a poco he ido recuperando fuerzas que no sabes muy bien de donde vienen y sin darte cuenta has podido seguir arrastrando esa cruz.
Ahora, vuelvo a tocar momentos más prometedores y más felices y sigo con mi cruz a cuesta. Me pesa un poco menos y la llevo con más alegría. Tengo que decir, que me motiva mucho el que a mi lado esté una persona a la que quiero muchísimo y tiene tremenda cruz de no creer. En estos últimos años, él ha aliviado el peso de mi cruz con su alegría, su cariño, su cercanía, su compañía. En estos últimos años, yo creo que también he aliviado el peso de la suya: cada vez habla de su ateísmo con menos firmeza y si bien es cierto que es probable que nunca llegue a afirmar con rotundidad que Dios existe, sí que llegará a reconocer la presencia de Dios. No es tan difícil, solo es cuestión de bajar barreras.
Mis hijos mayores de 11 y 8 años van a catequesis semanalmente y en muchas ocasiones los tiene que llevar él. Al principio se quedaba en la puerta de la iglesia dentro del coche. Ya entra en la iglesia para recogerles y está presente en la oración de despedida. No digo que en alguna ocasión no quiera dar muestras de su ateísmo y hacerlo de alguna forma manifiesto. Pero en la boca de los niños está la verdad. Y ellos salen de la catequesis felices, radiantes… ¿qué mejor muestra de amor?
La cruz es la señal de los cristianos. Signo de amor insólito, divino y eterno.
Llevemos esa cruz con dignidad, no todos tienen la suerte de saber que la llevan a cuestas y lo que esto significa.
Un fortísimo abrazo Nuria
Querida Nuria,
coincido con Vanina en señalar el mal uso de la cruz que se ha hecho en algunas épocas concretas y por parte de algunas personas. Comprendo que, en ocasiones, produzca escalofríos, porque en cuanto se mezcla política y religión se hace justo al revés de lo que indica la frase «Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Mezclar peras con manzanas y tratar de imponer la fe en nombre de Dios me parece un despropósito de tal calibre que no es de extrañar que tenga repercusiones negativas para quien lo haga. Cristo no impuso nada, simplemente explicó qué hacer para llegar a ser lo más felices posible aquí y allí. Me parece que eso es lo que trata de hacer la mayor parte de los católicos de hoy, muy conscientes de los patinazos de otras épocas. El mismo Papa Juan Pablo II pidió perdón por los excesos de la Iglesia.
Pero hay que seguir adelante. Coincido también con Vanina que una cruz como símbolo de martirio es siniestra en sí misma, cómo no iba a serlo, y más para una generación como la nuestra que tiene una sensibilidad, imágenes y símbolos tan diferentes: nos gustan las flores, el agua, el cielo… La cruz es dura, pero da que pensar por el misterio que sucedió en ella.
Estoy de acuerdo también en que el sentido común rechaza algunos supuestos. Me parece que hace falta volver a ser como niños, dejar de lado todos los errores, y volver a admirarnos por la belleza de lo que vemos alrededor. Es entonces cuando uno se plantea que todo eso no es casual y abre la puerta para conocer más… Creo yo.
Maruja
Núria: Pau i bé. Ha sido para mi todo un descubrimiento, lo que narras de tu accidente y de la generosidad de tu madre y el buen humor de tu padre. Sólo me resta añadir demos gracias a Dios que te permite estar aqui…por algo será! Dios te necesita y muchos otr@s también. Se cumple lo de Santa Teresa: Quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta. Un abrazo. Josep
Tengo que dar muchas gracias a Dios por haberte dejado con nosotros pues eres la persona más grande y buena que he conocido igual tu madre por lo que habrá sufrido un abrazo muy fuerte de Nuria
No será que le tienen miedo a Dios? Y creen que eliminando estos signos, pueden con EL!. Por mas que destruyan cruces, borren el concepto o al menos lo intenten, de la familia, quieran destruir a la juventud (que tambien les temen…) matar a los no nacidos, que impere la droga, el alcohol…JAMAS PODRÁN ANULAR A DIOS!!! Y A LOS QUE CREEMOS EN EL TAMPOCO!!!!
Es un escrito magnifico, y tu madre tenia razón al recomendarmelo para que leyera tu blog. A partir de ahora tienes una ferviente admiradora. Desde mi modesto blog (mamapi-nelly.Blocspot.com) recomendare su lectura.
Un fuerte abrazo y otro para tu madre de su amiga de las clase de cocina de navidad…
Nuria: Hoy descubro esta parte de tu blog. Empecé por la Cruz porque así es uno, cuando cree. Hoy la he sentido de cerca, con un hermano amputado por diabetes, cuya esposa tiene Alzhaimer y otras «fueres menudencias» que solo Dios sabe cómo vamos a solucionar. Lo cierto es que me llamó mi hermano hace un rato y me pidió que pensara cómo ayudarlo en una gravísima situación que tiene con un hijo ya mayor… Solo mirando la Cruz y rezando mucho creo que voy a tener el valor para tomar medidas que nunca he tomado y que me resultan duras conociendo la misericordia del Señor. Nuria,me comprometo a rezar por ti a diario para que puedas seguir ahondando en la metafísica de la familia, el hogar y la empresa.
La revolución silenciosa apenas empieza, pero tenemos que ir más de prisa. Gracias por no parar. Y no le tengas miedo a venezuela, porque de nuestro quehacer en esta crisis depende mucho el futuro de paz en América.
Excelentísimo artículo. Muy emotivo y afín con la idea que tengo de Dios.
En primer lugar, me alegro de que estés bien. En ocasiones cuando nos pasa algo así en la vida podemos tender a mejorar y valorar aquellos aspectos que tienen importancia en esta vida.
Para mi, uno de esos aspectos importantes es Dios. Con Dios todo es más fácil en la vida. Los sufrimientos y las alegrías tienen otro color.
Me ha conmovido el testimonio personal, y me he tomado la libertad de enlazarlo y recomendarlo en mi blog http://creereenti.blogspot.com/
Percibo que el significado de la cruz para el cristiano o el momento de la hora santa que nos espera a cada uno de nosotros es un cáliz que preferimos obviar.
Gracias Nuria, hasta hace unos minutos no sabía de tí. Pero esta es una de las ventajas de este mundo conectado y del ‘serendipitismo’. Te seguiré en la red.
Oración de San Francisco ante el CRISTO de san Damián en Asis:
«Señor, ilumina las tinieblas de mi corazón, y dame una fe recta, una esperanza cierta, una caridad perfecta y una humildad prfunda, sentido y conocimiento , para que siempre sepa discernir tu santa voluntad»
Asi, ante el Cristo, Francisco se convirtió en otro Cristo y fue predicando por el mundo amor a la cruz. Seamos valientes en defender nuestros signos religiosos. Recuerdo tu historia Núria y también estas viñetas….ÀNIMO. Bona i santa nit. Josep