Educar: construir para el mañana
La educación es una inversión en las personas, en las empresas y en la sociedad. Es un proceso constante y que requiere visión de largo plazo, tan a largo plazo como edificar, o construir una obra de arte.
En la GAR, Global Alumni Reunion del IESE, que celebramos estos días en el Palacio de Congresos de Barcelona, estoy encargada de moderar el panel “How to think about Education & Investment in People”.
La palabra “Educar”, de raíz latina, proviene de dos acepciones: educare, guiar o liderar, y educere, extraer el potencial.
Se pueden distinguir tres niveles de educación: el de conocimientos técnicos, el de habilidades operativas y el de actitudes, valores o disposiciones.
Cuanto más se forman las personas en una empresa en estos tres ámbitos, más se enriquece el capital humano y más aumenta su empleabilidad. Si la empresa facilita la formación y la flexibilidad, el talento se hace más polivalente y se capacita a los empleados para ser más proactivos y creativos y, por tanto, más capaces de ser emprendedores en la empresa y fuera de ella.
Pero evidentemente para formar hace falta tiempo, ganas, voluntad, esfuerzo y liderazgo. Y liderar no consiste en tener una posición (de poder), sino en tener una disposición (de servicio) para educar a otros.
Si estamos convencidos de que queremos educar, no nos olvidemos de lo esencial: empezar por nosotros mismos, porque nadie da lo que no tiene. Peter Drucker al final de su carrera decía que ya no enseñaba a los directivos cómo dirigir a las personas en el trabajo, sino que enseñaba a los directivos a dirigirse a si mismos.
Os invito a ver este precioso proyecto a muy largo plazo que es la Sagrada Familia: una obra magna que aún se está construyendo, al igual que cada una de nuestras vidas y las de quienes nos rodean. ¡Mirad qué maravilla de resultado! Preconcebida en la mente del arquitecto hace más de un siglo, pero nunca vista así ni por él mismo.
Es una de las tareas más fascinantes cuando el encuentro de las libertades en diálogo afectuoso propicia avanzar en conocimientos, destrezas, habilidades, valores…
Sigamos contribuyendo a construir el futuro sin miedo.
Por mi parte continúo con este proyecto especialmente durante el mes de noviembre:
http://asistentes-secretarias-oscoaching.blogspot.com.es/2013/11/recordatorio-noviembre-mes-para-el.html
Un saludo muy grande desde San Sebastián, Rafa
La inversión en formar a empleados a día de hoy por muchas empresas está visto con miedo a que una vez formado ese empleado se vaya a la competencia. A lo que yo reflexiono si un empleado se siente valorado porque se va a tener que ir a otro sitio.
Es cierto que a mayor formación, mayor empleabilidad y, por tanto, mayor posibilidad de cambio de empresa. Las causas de abandono pueden ser múltiples: una misión que no se funde en verdaderos valores, un supervisor poco profesional, la falta de reto… Por eso es importante incrementar al mismo tiempo el compromiso del empleado por distintos motivos, así como su fidelidad a la misión de la empresa, a sus colegas, a sus clientes,…
Nuria: ¿podrías enviarme tus comentarios sobre la educación formal e informal, y la educación a tres niveles, operativos, directivos y líderes serviciales? Estamos en una fuerte encrucijada en Chile para invertir en Educación dónde y cómo corresponde, y nos serían de gran ayuda el pensamiento de Perez López actualizado y matizado con tus opiniones. Gracias de antemano. Francisco Larrain