Salir del trabajo a las 18.00
Mariano Rajoy (Presidente del Gobierno español en funciones) acaba de proponer que salgamos del trabajo a las 6 de la tarde. También ha propuesto el cambio del huso horario para que España tenga el del meridiano de Greenwich, como el Reino Unido y Portugal. Aunque estemos un poco más al Este que ellos, es el que nos corresponde. No olvidemos que el meridiano de Greenwich pasa, por ejemplo, por ¡Castellón!
Como sabéis, llevamos años abogando por este cambio. Ya en 2013 hablamos de ello en el post ¡Más madera para unos horarios civilizados! (podéis releerlo aquí.)
Desde la Asociación para la Racionalización de los Horarios en España (ARHOE) venimos trabajando ya desde hace más de diez años para concienciar a la sociedad española de las ventajas de volver al horario europeo de comidas y cenas. Aquí podéis leer el informe que publicamos en 2013 y que aporta todos los datos relevantes sobre el huso horario. Como investigó en su momento nuestro amigo belga Jos Collin (IESE MBA Alumni), «hay que hacerlo bien, empezando por conocer las causas que nos han hecho diferentes». Sigue diciendo Jos, un apasionado del tema:
«En mi opinión, la clave no está tanto en el amanecer y el anochecer, cuanto en el mediodía solar, que determina la pausa para el almuerzo. Lo sano es tener 8 horas de trabajo, divididas en 2 partes de 4 horas, con el almuerzo en medio. Los españoles comen a mediodía a una hora de reloj tardísima, única en el mundo y no compartida ni con Francia ni con el Benelux. Esto hace que la jornada no esté equilibrada, con una mañana demasiado larga y el inevitable desayuno de media mañana.
Si no se vuelve a Greenwich, se seguirá comiendo a mediodía a esa hora de reloj tardísima, porque es el mediodía solar. España está más hacia el oeste. En verano, en Galicia el mediodía solar llega a las 3 menos cuarto, hora de reloj!
Si no se vuelve a Greenwich, el remedio sería empezar la jornada laboral a las 10 de la mañana. 10-14 mañana laboral, 14-15 breve pausa, 15-19 tarde laboral.
Es cierto que tan solo cambiar a Greenwich no será suficiente. Pero se necesita una medida fuerte para poner en marcha a un gigante que tiene una inercia tremenda. Y la vuelta a Greenwich tiene esta característica: tiene que ser la catarsis para cambiar el resto, acabar con el desayuno de media mañana y fomentar la pausa breve a mediodía. Requerirá concienciación y empeño. Pero sin un gran efecto como volver a Greenwich, se predicará en el desierto y no se conseguirá nada.»
Está claro que todos los agentes sociales deberían ponerse de acuerdo, aunque los que tienen el poder de efectuar el cambio real en las empresas son los directivos y mandos intermedios. Es imprescindible que este cambio de jornada sea apoyado por una ley. En este sentido, el 10 de marzo de 2016 quedó constituida la Ponencia sobre la Ley de la Reforma Horaria en Cataluña.
Las empresas que lo están haciendo bien ganan de entrada, porque mejoran en atracción y fidelización del talento, tienen plantillas más estables… Pero es necesario llegar a un pacto global con todos los agentes y sectores implicados: comercio, educación, empresarios, expertos…. Y que haya un momento cero, para que lo que hoy es algo generalizado solo sea entonces la excepción. Por supuesto, siempre habrá excepciones, como los sectores que trabajan 24 horas y que tienen turnos. No se trata de obligar a nadie, sino de dar opción a que la gente tenga una vida más racional y tranquila, y que cuando se dedique a trabajar, trabaje.
Esta semana se ha presentado en Barcelona el libro «100 Motivos para la Reforma Horaria», de Fabián Mohedano (presidente del Consejo Asesor para la Reforma Horaria de Presidencia de la Generalitat, del que soy también miembro. Este texto ayuda a seguir sensibilizando sobre el tema y la necesidad del cambio.
Pero en España no solo tenemos jornadas más largas. También vamos cada vez más acelerados, como en todo el mundo. El sociólogo alemán Hartmut Rosa impartió recientemente una conferencia en Barcelona, donde se refirió a la «aceleración social» que sufrimos, y que en su opinión causa las cuatro grandes crisis del momento: la crisis ecológica, la crisis financiera, la crisis de la representatividad política y los elevados índices de insatisfacción y agotamiento. ¿No parece que el reloj va ahora más rápido que nunca y que nuestras vidas se han acelerado? Explica el Dr. Rosa que en nuestra era es crucial el imperativo de «más, más nuevo y a más velocidad». La exigencia constante de crecimiento material, dinamismo, productividad y novedad conducen a lo que Rosa denomina «aceleración social», que es la causante de las crisis antes citadas. ¿Cuánta velocidad podemos soportar?
La noticia está teniendo impacto en los medios de comunicación internacionales. Como curiosidad, los que me llaman de la BBC, de Radio San Francisco y otras radios norteamericanas y de Inglaterra (todos medios anglosajones), llaman preocupados porque…»¡¡¡Rajoy quiere acabar con la siesta!!!» Aquí podéis leer el artículo de la BBC, donde se preguntan qué hay de cierto en que en España se duerma la siesta. Como dice mi amigo Juan Manuel Arnáiz, «saldrán a la venta en el Segunda Mano todos los plegatines que tenemos escondidos en las oficinas para dormir la siesta…»
Es un debate que sigue abierto. Rajoy ha prometido incluirlo entre las medidas a implantar si logra un gobierno de coalición, o bien en su campaña electoral si hay nuevas elecciones. También el PSOE y Ciudadanos están de acuerdo en recuperar el huso horario y en racionalizar los horarios laborales, tal y como recoge este artículo en Cinco Días (podéis consultarlo aquí). Parece que estamos cada vez más cerca de que cale en el mundo empresarial, gracias al acuerdo entre todos los grupos parlamentarios.
¡Hasta la semana que viene!
HOLA. FELICES PASCUAS ESTIMADA NURIA, AUNQUE SEAN UN POCO RETRASADAS. SIN EL ÁNIMO DE OFENDER NI MOLESTAR DE NINGUNA MANERA A NADIE ME PARECE ÚTIL LA PROPUESTA DEL SEÑOR RAJOY, Y TU BENEFICIOSA EXPLICACIÓN Y RESPALDO.
EL SEÑOR RAJOY DEBERÍA ESTAR AGRADECIDO CON TU MENSAJE, Y DEMOSTRARLO POLÍTICAMENTE. CORDIAL SALUDO A TODO IESE Y TODA IESE.
Con todo el respeto a las opiniones de todo el mundo. En España, un país con el 22% de paro que recientemente estaba llegando al 27%, sin parangon en el mundo occidental, lo cual significa que tenemos uno o varios gravisimos problemas de base por alguna parte, ¿creéis que es sensato plantear leyes que, potencialmente, pueden introducir alteraciones importantes en la vida y economia de las empresas, sin antes estar completamente seguros de que no estamos poniendo otro palo más en las ruedas?