Vida y muerte
Volvemos de las vacaciones de verano con el corazón encogido tras los recientes desastres, el terremoto del centro de Italia entre ellos. En realidad, no han parado de suceder desgracias durante todo el verano, porque continúan aumentando las víctimas de las guerras que azotan a la humanidad, especialmente la de Siria, ya 5 años, que además ve cómo una gran parte de su población huye hacia el primer mundo en busca de seguridad, en definitiva en busca de vida.
Paradójicamente, es la vida lo que, para algunos, puede llegar a hacerse insoportable y, por eso, se plantean incluso acabar con ella. El suicidio tiene muchos nombres y muchas caras. En este antiguo post ya hablábamos de ello. Cada día, 10 personas se quitan la vida en nuestro país. El suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte no natural en España. Hace poco supimos que el actor norteamericano Mikey Rourke iba a suicidarse harto de la vida y, entonces, uno de sus perros
«me dijo con sus ojos: ‘¿Quién va a cuidar de mí?’, y me hizo bajar el arma. Estaba listo para irme», dijo.
Aquí podéis leerlo.
Hoy se intenta que el suicidio tenga una cara más amable, vendiéndonos que -en algunos casos, como el de esta atleta belga, Marieke Varvoort, víctima de una enfermedad degenerativa- es la mejor solución:
«Río es mi último deseo, espero acabar mi carrera con un podio. Comienzo a pensar en eutanasia»
El contrapunto lo pone otra atleta, la americana Ella French, campeona olímpica de motocross en silla de rueda, que ha dicho:
«Querido Hollywood, ¿por qué queréis que muera?»
refiriéndose a la reciente película Me before you, donde la pareja protagonista llega a la conclusión de que vivir en silla de ruedas no es posible ni digno y se decide por el suicidio. (Aquí podéis leerlo)
También parece un suicidio, quizá de una manera inconsciente, el hecho de no haber reforzado o construído los nuevos edificios que, en el centro de Italia, se han derrumbado por un terremoto que ni siquiera ha sido de los más fuertes. Muchos edificios caídos habían sido construídos tras el devastador seísmo que asoló L’Aquila en 2009.
Hace 7 años escribía mi primer post en este Blog sobre el devastador terremoto de L’Aquila, que dejó similar número de víctimas mortales y destrozos. ¿Cómo puede haber ocurrido otra vez? No habían transcurrido ni 24 horas y ya se empezaba a hablar de corrupción. La Fiscalía italiana habla ya de malversación de fondos. Sería un suicidio escatimar costes en las nuevas edificaciones, estando asentados en terreno tan propicio a los temblores.
El mal nos rodea, está por todas partes. Lo causamos nosotros, y nos viene con la naturaleza (que según el conocido refrán nunca perdona), son las enfermedades, la pobreza, las guerras, las desigualdades, el individualismo rampante. Por todo ello, es cada vez más urgente que encontremos el sentido de la vida más allá de lo material, un para qué vivir, donde el sufrimiento esté integrado y sea superable. Una de las premisas para conseguirlo es construir sobre roca: en la educación que recibimos de niños, de jóvenes, en nuestras familias…y que ahora nos esforzamos en transmitir a nuestros hijos.
Otra de esas premisas sería la prevención: debemos construir sobre roca, pero también apuntalar, como hacen en Japón para que no se les caigan los edificios. Apuntalarnos por dentro y por fuera significa poder luego usar bien la libertad de la que todos somos titulares, desarrollando la inteligencia intrapersonal. Se trata de construirnos por dentro, alineando cabeza y corazón. En segundo lugar, formar nuestra inteligencia interpersonal debería hacernos capaces de servirnos unos a otros y, en tercer lugar, desarrollar nuestra inteligencia existencial, que nos llevará a mejorar nuestra relación con el universo y a descubrir el sentido de nuestra vida. Construirnos, reconstruirnos si hace falta y ayudar a construir y reconstruir a los demás. Este sábado día 10 de septiembre se celebra el Día Mundial por la prevención del suicidio. Coincidiendo con la boda de nuestra hija… ¡Vale la pena vivir! La vida vale la pena porque estás tú. Como dijo Santa Teresa de Calcuta -canonizada este fin de semana en Roma-
«A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota»
Cuando este pensamiento sale de nuestros corazones y somos capaces de verbalizarlo, lo mejor de cada uno confluye en un mundo mejor y más humano. El canadiense Jean Vanier, Premio Templeton 2015, explica en este video (que desafortunadamente solo está en inglés), lo que es ser verdaderamente humano:
Todos nacemos débiles y frágiles pero vamos creando una unidad entre nuestra mente y nuestro corazón. Nuestra mente se va desarrollando pero nuestro corazón es otra cosa: se trata de nuestra preocupación a propósito de los otros, los que nos rodean. Sabernos amados es lo que realmente cuenta. Amar al otro haciendo cosas por él, y no simplemente decirle lo que tiene que hacer… Lo que somos, y no tanto lo que hacemos, es lo que nos define como seres humanos. Lo que nos salva del miedo del que estamos llenos, y que nos previene de abrirnos al otro. En definitiva, un corazón y una mente que se combinan dentro de nosotros en una unidad, que nos permite ver la maravilla del otro, la belleza del otro. Y así podremos trabajar juntos en paz, y traer la Paz a nuestro mundo: juntos.
Es fácil quedarse anclado en el mal que vemos cada día, a nuestro alrededor, incluso dentro de nosotros mismos. Pero podemos cambiar el mundo para mejor, cambiando a nuestros hijos también para mejor (como dice mi amigo y colega el profesor Leopoldo Abadía).
En este video podrás comprobar cómo acciones pequeñas y sencillas como hacerte la cama bien cada mañana pueden cambiar el mundo.
Nuria. Te doy la bienvenida a este nuevo curso de vida que empieza en Septiembre. Comparto, como casi siempre, tus escritos. Sabes que tengo 73 años y he superado, mal que bien, muchas graves dificultades. Sigo bogando, ya que fuí oficial de Infantería de Marina, la española, que es la más antigüa del mundo, creada en 1537 por el Emperador Carlos V . Nuestros lemas son VALIENTES POR TIERRA Y POR MAR (creo que ahora se debería añadir «y por aire») y SIEMPRE FIELES. Este mes de agosto, los veteranos, de distintos rangos y costeándolo de nuestro escaso pecunio, hemos organizado el 5º Campamento Jóvenes Infantes de Marina, en el que durante 15 días hemos intentado transmitir a los 100 participantes, jóvenes de ambos sexos de entre 18 y 22 años, los valores que nos inculcaron durante nuestro paso por tan antigüo y laureado Cuerpo. Tengo la cereteza de que todos estos jóvenes, han regresado a sus hogares, con una nueva vitalidad, ilusión y deseo de servir a los demás, de la mejor manera posible, desde las ocupaciones que la vida les depare. Con mi agradecimiento y un fuerte abrazo, RMG
http://deportes.elpais.com/deportes/2016/09/12/actualidad/1473661211_603042.html?id_externo_rsoc=FB_CM
Estimada Nuria Chinchilla. Saludos. He visto los mensajes más recientes, al concluir el verano europeo. Bienvenidos todos los retornados y las retornadas.
No se si va a haber «diaconisas», (las sacerdotisas, en lo católico, no tenían nada que ver, como se dice por aquí). En cambio si agradecemos mucho las cosas de las visionarias. No se si se pueda hablar de la necesidad del mundo de que haya profetisas. Sin duda que el Papa polaco diría que sí. Cordial saludo. Pregunta de última hora. Una estimada señora conocida quiso que le pusiéramos el nombre de Edith Stein a un grupo de oración, en San Martín de Porres de Guatemala. ¿Algún comentario?