Las virtudes de un líder

Está de moda analizar las virtudes de los líderes para descubrir el secreto de su liderazgo. Con motivo de la próxima Beatificación de  Don Álvaro del Portillo, que fue Gran Canciller de la Universidad de Navarra, a la que pertenece el IESE, os apuntamos algunos rasgos de este gran líder.

Don Álvaro estuvo a la sombra del Fundador del Opus Dei y no sólo fue sombra, sino que fue roca (Saxum en latín), en honor a su fortaleza y apoyo firme e inquebrantable. Estaba disponible para lo que S. Josemaría necesitara en cualquier momento. Joaquín Navarro Valls cuenta que él era un protagonista que tenía la virtud de no aparecer como tal. Esto sólo se consigue con humildad  y con una adhesión a la misión y al fin trascendente y sobrenatural por el que él trabajaba.

A la muerte del Fundador del Opus Dei, fue elegido primer sucesor por unanimidad. ¿Cómo logró ser tan buen líder? Porque había sido un gran discípulo, porque sabía obedecer, servir, ser fiel. Fue un buen hijo y por ello supo después ser un buen padre. Los líderes olvidan a menudo el refrán: «para mandar hay que saber obedecer».

Don Álvaro fue fiel no sólo al fundador de la Obra, sino a su misma fe y carisma. En la fidelidad a las tareas ordinarias encontraba la felicidad, por la íntima convicción de estar haciendo lo que Dios quería de él. Por ello vivía en paz, tenía y daba paz. Fue sembrador de paz y de alegría. La paz es el fruto de la lucha continuada a lo largo de su vida de oración. Los santos no son seres extraños, sino personas coherentes. Como solía decir: “a más dificultades, más gracia de Dios”.

Otro gran rasgo de su liderazgo es la gran confianza que tenía en las personas, en lo que hay de bueno en ellas, dándoles oportunidades una y otra vez.  Daba confianza a las personas, aunque fueran jóvenes, al igual que lo hacía S. Josemaría. Esto es sólo posible cuando se aprende a olvidar y a perdonar, la única manera de recuperar la confianza, imitando a Dios que no se cansa de perdonar. Era simpático, afable y con sentido del humor.

Daba gratuitamente a los demás lo que gratuitamente había recibido, también daba su tiempo: la disponibilidad era otro rasgo de su personalidad. Estuvo disponible no sólo para el Opus Dei, sino para lo que la Iglesia necesitara. Hacía todo lo que el Papa le pedía, por ejemplo, empezar el Opus Dei en los países nórdicos. Prueba de la gratitud del Papa,  fue que San Juan Pablo II se desplazó para ir a rezar delante de sus restos mortales en la sede del Opus Dei en Roma, en la Iglesia Prelaticia de Sta. María de La Paz. En el Concilio Vaticano II se le encargaron varios estudios en diferentes Comisiones. Se destacó de él que respetaba siempre la opinión de los demás, siendo siempre muy coherente y fiel a la doctrina de la Iglesia. Gran reto y ejemplo en la sociedad plural en la que vivimos.

¿Cómo vencía la rutina? Tenía una fórmula: Empezar y recomenzar cada día. Hoy he empezado, ayer ya pasó, el mañana no sabemos si vendrá. Sólo existe el Hoy y ahora, Hodie et nunc, y hay que renovar el amor hoy. (Los jóvenes que le escuchaban y no sabían latín lo traducían por «hoy o nunca»). Se trata de “darle a cada instante vibración de eternidad”. Y en el trabajo decía “poned siempre la firma de Dios, porque el trabajo lo hacéis con Él y por Él. Dios cuenta con nosotros independientemente de nuestra respuesta”.

Por último destacaba su solidaridad y compasión por los demás. Estaba atento a los detalles, se compadecía  y tenía misericordia: pidió iniciativas educativas y sociales en 20 nuevos países en África y otros países en vías de desarrollo.

Para los que queráis saber más de su vida, os propongo ver estos dos mini-vídeos:  este link del documental «Saxum» y un link a un vídeo de un club juvenil  como si fuera un informativo de televisión.

La Beatificación el próximo 27 de septiembre en Madrid será solidaria. Se recaudar fondos para Harambee, varios proyectos de ayuda en África. Se esperan más de 100.000 personas de los 5 continentes. Será un día especial y memorable… ¡Allí nos veremos! (Desde el IESE también se organizan viajes para asistir (interesados seguir este link)

 

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10 Comentarios

  1. Humildad, sembrador de paz y alegría, confianza en las personas, disponibilidad, «aquí y ahora»… verdaderas virtudes de un líder, sí, y muy reconocidas en las empresas con afán de lucro… en las que el dinero no es lo único importante. Muchas gracias, Nuria.

  2. Jose Manuel Mañu

    Me ha gustado la forma de reflejar en breves pinceladas algunas de las cualidades de Álvaro del Portillo. Destacar la humildad, la confianza en los demás y la fidelidad a la misión, es indudable que reflejan que hay diversos tipos de liderazgo, pero que algunos rasgos son esenciales en todo buen líder.
    Muchas gracias por esas letras.
    José Manuel Mañú

  3. Beeatriz Briceño Picón

    Nuria: Gracias. Lo importante se hace simple y sencillo cuando lo condensa una mujer que sabe comunicar. Estoy segura que la beatificación de D. Alvaro resellará muchas causas de la Iglesia y del mundo. Por lo pronto le pido al futuro Beato que te permita consolidar los proyectos que aguardan en tu cabeza y corazón para el IESE-FAMILIA, corazón de todos los proyectos empresariales que os pronponeis. Mi cordial enhorabuena para la Universidad. Allí conocí a Don Alvaro junto a San Josemaría y el actual Prelado.

  4. teresa guevara de lópez

    Nuria: Excelente resumen de la personalidad de don Álvaro, que nos servirá como material para clases y conferencias, aquí en El Salvador, así como para darlo a conocer a muchísimas personas que se beneficiarán de sus enseñanzas. Gracias por compartirlo.

  5. Álvaro del Portillo es semejante a San José la sombra del Padre demostrando fidelidad , un Pastor de la Fe . Tu escrito esta lleno de sabiduría

  6. El mejor negocio que podemos hacer: nuestra familia.
    Lo mejor que podemos aprender: a querer a nuestra esposa/o con todos sus defectos.
    El mejor prestigio que podemos conseguir: dejarlo en manos de Dios, eso si, trabajando con todas nuestras fuerzas.

  7. carmen ibañez giner

    Las virtudes de un líder.

    Las virtudes de un líder, yo las valoro siempre aunque seguramente este equivocada desde la prespectiva que nos da Maquiavelo en su libro «El príncipe» y lo recuerdo porque una vez en una fuerte discusión sobre un tema médico, salió «el Liderazgo» como modelo en la pirámide de responsabilidades en un escalafón , sinceramente no es Maquiavelo un ejemplo de casi nada pero creo que tiene mucha razón cuando dice: » El mejor líder es el que se sabe rodear de los mejores».
    Quizás esté equivocada pero para mí a nivel practico es de momento la mejor opción.

  8. […] Gran Canciller de la Universidad de Navarra, a la que el IESE pertenece. Como mencionábamos en un anterior post dedicado a él, Don Álvaro impulsó muchísimas iniciativas sociales en diferentes países, […]

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