La Fila 9

¿Han oído hablar de los sobrevivientes de los Andes? En 1972, un avión militar con 40 pasajeros y cinco tripulantes se estrelló en la Cordillera de los Andes cuando viajaban rumbo a Santiago de Chile. De las 45 personas que iban en el avión; 12 murieron en el accidente, 5 murieron al día siguiente, y otra más a los 8 días debido a las múltiples contusiones. A los 16 días, una avalancha se llevó la vida de otros ocho pasajeros, y dos jóvenes murieron a mediados de noviembre por diversas heridas infectadas. El resto pasaron 72 días en la montaña, hasta que fueron rescatados.

Este escrito es un extracto de una conferencia que viene impartiendo Fernando Parrado, superviviente de los Andes (su madre y hermana fallecieron en el trágico accidente) en diferentes foros. En el IESE tuvimos la ocasión de escucharlo en un auditorio lleno hasta los topes dado que es suegro de uno de nuestros MBA.

“Ningún éxito en la vida justifica el fracaso en la familia”

¿Qué conferencista logra hoy colmar un auditorio de 2,500 ejecutivos y empresarios, muchos con sus mujeres e hijos, y hablar durante una hora y media sin que nadie pierda detalle del tema?

Fernando Parrado, uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes, a 36 años de aquella historia que asombró al mundo, consiguió hace algunos meses más que eso; conmover a un foro de negocios y capacitación empresarial al transmitir las simples moralejas que le dejaron vivir 72 días en plena Cordillera sin agua ni comida.

Fue durante la jornada de cierre de Expo Management 2008. Su presentación, un monólogo sin golpes bajos acompañado por vídeos e imágenes de la montaña, tuvo dos etapas bien diferentes.

En la primera narró, con un relato íntimo repleto de anécdotas, los momentos de aquella odisea a 4000 metros de altura que le marcaron y en la que perdió a buena parte de sus amigos, además de su madre y su hermana.

¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?’, se preguntó. Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes’, dijo. Y arrojó un primer disparador. En la vida el factor suerte es fundamental. Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo no daban número de asiento para el avión. A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo. Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos. De la fila 9 para atrás no quedó nada. Los 29 sobrevivientes al primer impacto viajaban en la parte que quedó a salvo. De ellos, 24 no sufrieron un rasguño. Así, los menos golpeados empezamos a ayudar, actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate y cacahuete para comer; un grano por hora a cada uno.

Marcelo, nuestro capitán y líder, asumió su rol para contenernos cuando le preguntábamos que por qué no llegaba el rescate. Decidimos aguantar. Pero días después el líder se desmoronó. La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate. ¿Cómo hubieran reaccionado ustedes? El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo. Imagínense que yo cierro esta sala, bajo la temperatura a -14 grados sin agua ni comida a esperar quién muere primero. (Se hizo un silencio estremecedor de la primera a la última fila). Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa. Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre. Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones. En la noche 12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos:

– ¿Qué estás pensando?

– Lo mismo que vos. Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.

Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción. Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana. (Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos).

Hubo planificación, estrategia, desarrollo, etc. Cada uno empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos como zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas. Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo. Hasta que me eligieron para la expedición final, porque la montaña nos estaba matando, nos debilitaba, se nos acababa la comida.

Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa. Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados. Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar. Entonces sobrevino el momento más inesperado. Pero, esta no es la historia que vine a contar. Mi verdadera historia empezó al regresar a mi casa, sin mi madre ni mi hermana, sin mis amigos de la infancia y con mi padre con una nueva pareja. ¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan? ¿Estrés? ¿Qué estrés? Estrés es estar muerto a 4000 metros de altura sin agua ni comida. Durante un diálogo fundamental que tuve con mi padre éste me dijo:

‘Mira para adelante, para adelante, anda tras esa chica que te gusta, ten una vida, trabaja. Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado, de no compartir tantas festividades con tu hermana, no darme el tiempo de platicar con ellas mis vivencias, no decirles cuanto las amaba’.

Fue entonces cuando me dio cuenta que las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia. Mi vida cambió, pero lo más valioso que perdí fue ese hogar que ya no existía al regresar. No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo qué va a pasar mañana.

(Una interminable ovación lo despidió de pie, no era para menos)

“Ningún éxito en la vida justifica el fracaso en la familia”

Si tú tienes un cálido hogar, piensa que al igual que yo, eres una persona con Suerte. Te tocó de la fila 9 hacia adelante, y créeme… la mayoría viaja de la 9 para atrás.

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19 Comentarios

  1. Recuerdo lo mucho que me impacto la historia, leí el libro «Viven».
    No siempre somos conscientes de la necesidad de trabajar en equipo, ese mismo equipo debería llevarnos a formar familias de 9 hacía adelante.

  2. Nuria nunca dejas de sorprendernos, gracias!!
    Lo importante es reflexionar y eso es lo que nos aporta tu blog. Soy muy afortunada de estar en la fila 9… pero es una fortuna que tiene que ser alimentada diariamente, y digo labor para que nadie confunda mis palabras, en casa no hay trabajo hay una labor en el más estricto sentido de la palabra, y tu blog me ayuda a recordarlo cuando aun estoy en el despacho….un beso muy fuerte Nuria y de nuevo gracias

  3. Paloma Perez Bravo

    Maravilloso y realmente conmovedor Nuria.
    ¡¡Cuantas veces más tendrán que recordarme cuales son las cosas verdaderamente importantes en la vida para que lo interiorice definitivamente!! ¿por qué es tan fácil olvidarse y dejarse llevar por el ajetreado día a día?. ¿Es acaso necesario vivir una experiencia como esta para dar un vuelco a tu vida?.

  4. Georgina Bortolotto

    Nuria: es maravillosa esta reflexión y lo más importante es ser totalmente conscientes de que tenemos una familia y de que, si la tenemos, debemos cuidarla y apoyarla porque ellos son nuestro sostén. Mi hija de 16 años está estudiando, con una beca, en EE.UU. e hizo un blog para que sigamos sus vivencias, lo primero que hizo fue colgar una foto de la familia bajo el título «Imprescindibles» y puso un comentario: «sin ellos no podría haber llegado adonde estoy».
    Gracias. Georgina.

  5. Maravilloso. Cada vez que leo uno de tus post me doy cuenta del error que cometo al no leerlos todos.

  6. Nuria
    Gracias!!!!!!!!!! A veces todos olvidamos un poquito que estamos en la parte delantera de nuestro avión, y que si no cuidamos de lo que queremos, todo puede destruirse en un segundo. Había olvidado la historia, gracias por traerla… y por recordarnos las cosas importantes… Un beso fuerte para tu hermosa familia

  7. Cecilia Oxandabarat

    Mi madre es de Uruguay y me contó esta história porque era jovencita y conocía a este equipo de futbol de montevideo (montevideo es muy pequeño). Me contó la conmoción que supuso la desaparición y el encuentro de los supervivientes. Supongo que después de una vivencia así los problemas son tan relativos que los demás debemos parecer débiles. Me ha encantado la história y el título!

  8. Es impresionante!. Toda la familia vimos la película y le escuchamos cuando estuvo en Barcelona. Debemos pararnos a pensar que tenemos un valor muy importante que es la familia, cuidarla y hacer equipo . Gracias por tus aportaciones

  9. NURIA,NO TE CONOZCO,SOY URUGUYA,LA HERMANA URUGUAYA DE TILE ORONÁ
    MI ESPOSO ES PILOTO (r)DE LA FFAA,Y VIVÍ ESTA TRAGEDIA MUY DE CERCA,GRACIAS A DIOS TENGO ESE CÁLIDO HOGAR,QUE SE LOGRA CON AMOR,SACRIFICIO Y SIEMPRE FIJÁNDOTE METAS
    MI HERMANA ME MANDÓ ESTA MARAVILLA PORQUE DIOS ME RESERVÓ EN LA VIDA DE LA FILA 9 HACIA ADELANTE
    GRACIAS POR TU APORTE

  10. Es una narración que ayuda mucho a valorar la familia.
    la incorporo a la docencia de Ética que recomienzo esta semana

  11. Fabuloso……como siempre, me has tocado el corazón…..GRACIAS

  12. Gracias Nuria por tus aportaciones. Doy gracias a Dios por estar de la fila 9 en adelante !!!!

  13. javier ruiz moreno

    Nuria,

    Realmente el entendimiento familia & empresa favorecería ambas instituciones; y en definitiva a las personas en su conjunto, a la comunidad. Podrían establecerse sinergias.
    Siendo muy difícil, no sé si en organizaciones tipo ‘X’ o ‘Z podría ser esto posible.’Quizá tendría que ser. En las ‘X’ por ser obvio y en las ‘Z’ porqueprobablemente la empresa está por encima de la familia.
    ¿Podría llegar a afirmarse que las empresas podrían obtener ventaja competitiva en función de su política de conciliación con la familia…? ¿Sería la conciliación una fuente de ventaja competitiva…?
    Yo no soy ni directivo ni gerente, pero gestiono, por decirlo algo así, un centro de responsabilidad; teniendo un cierto margen de libertad. La persona que más rinde en ese centro
    de responsabilidad es mujer y tiene 4 hijos, todos ellos menores de edad.

    un saludo cordial,

    javier ruiz moreno

  14. Impecable Nuria. qué sorpresón !! Viva la fila 9 y que Dios me ayude y de fuerzas para saber mantenerme en ella. Hoy ví la rueda de prensa de Rafa Nadal tras ganar en New York, y decía que sin el apoyo de su familia desde pequñito nunca lo hubiera conseguido. Hijos agradecidos si lo padres sabemos hacerlo bien. sin duda. Un beso querida y muchas gracias. Marta Gómez.

  15. Gracias por ese enfoque tan familiar y emotivo de lo sucedido a los supervivientes de los Andes. Soy afortunada de estar en la Fila 9 y creo que la defensa del recinto hogareño es la tarea más importante que nos toca manejar. Acabo de emigrar de mi país y estoy con mi hija. Todo lo arduo del camino se hace canciòn cuando llego a casa y encuentro sus ojos adolescentes esperàndome y cuando mis padres, desde el otro lado del mar, me llaman por telèfono. Esa reconciliaciòn familia -trabajo de la cual Ud. habla es casi una obligaciòn. Saludos.

  16. Como personas tenemos distintos aspectos (familiar, laboral, fisico, emocional, intelectual…) Sobre eso escribimos hace tiempo:
    http://ixem.wordpress.com/2010/03/26/equilibrio-roles-productivo-conciliacion/

    La clave es trabajar todos y que esten equilibrados. No es dificil, pero muchas veces tenemos que recordarnoslo para evitar arrepentirnos (de no haber dicho algo a la persona querida, de no dedicar tiempo a nuestro hijo, de no cuidar a nuestra pareja, etc)

    Demosle una «vuelta» ¿no os parece?
    Un saludo y enhorabuena por el blog

  17. Me ha animado el extracto de la Fila 9, qué bien! Aprovecho para haceros llegar el comentario de un Arzobispo que leí esta semana en la web y me encantó: «(sic)… a Dios le gusta tanto la familia que también quiso tener una…» ¿Impresionante, no?

  18. lo importante es darse cuenta de que la fila 9 depende de ti.Y que no es un seguro de vida. Por eso hay que aprovechar cada momento, cada instante de la vida, y saber disfrutar de los buenos momentos y saberlos crear. Y trasmitir.
    que los malos vienen solos.
    Y de los malos saber extraer lo positivo, que todo en la vida tiene dos o mas versiones.
    Y por la mañana dar gracias a Dios, por poder disfrutar de la vida, del sol, de la naturaleza, y de la familia y de los amigos.

  19. Acordarse de lo que vivieron estos chicos es muy fuerte, soy uruguaya al igual que Fernando Parrado. Todas las noches me acuesto y todas las mañanas me levanto dando gracias porque tengo una familia preciosa y porque estamos todos sanos. Aunque parezca muy trillado, es lo mas importante. Lo que no quita que nos preocupemos por otras cosas, que también forman parte de la vida, los otros, los que están a nuestro lado, los conozcamos o no. Pero creo que si tienes una familia fuerte, si tu estás fuerte, es mas facil. Estar vivos, tener gente que te quiere y quieres es lo mas importante, todo tus otros problemas tienen solución. Esa fuerza tiene que impulsarnos a trabajar por un mundo mas justo, mas inclusivo.

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