Time’s Up! ¿Se acabó el tiempo?
Uno de los temas de los que se ha venido hablando durante las pasadas Navidades es la ruptura de la brecha salarial por parte de Islandia. Según una ley aprobada la pasada primavera, denominada Igualdad de Pago Estándar, y que ha entrado en vigor el 1 de enero de este 2018, las empresas con más de 25 trabajadores tendrán que afrontar sanciones económicas -aún por determinar- si se comprueba que pagan menos a una mujer que a un hombre en el mismo puesto. Dichas empresas tienen la obligación de hacer públicos los salarios que pagan.
Pero ¿existe la brecha salarial? Según explica Diego Barceló en este artículo en Libremercado, «aunque sí es correcto decir que el sueldo medio de los hombres es superior al de las mujeres, no es cierto que las mujeres cobran menos que los hombres por hacer el mismo trabajo. Y es que, si comparamos escenarios homogéneos, es muy difícil encontrar episodios de discriminación en los que ellos cobran más que ellas por hacer el mismo trabajo en la misma empresa. De hecho, según las inspecciones del Ministerio de Trabajo, los casos de discriminación detectados por las autoridades no llegan al 1% de los miles de casos analizados«. Pero… ¿cómo se entiende esto cuando la OCDE habla de una brecha salarial por razón de sexo del 14% en la actualidad? Porque estos datos están sesgados por pluses de antigüedad, nocturnidad, peligrosidad… que recaen más en hombres que en mujeres, por hacer trabajos en diferentes horas con diferentes cargas. Depurando esos factores que restan homogeneidad a la comparación hombres/mujeres, la supuesta brecha salarial podría estar en ese 1 por ciento.
La brecha salarial no es un tema nuevo. Como explicábamos en este post de hace 9 años, la mujer en no pocas ocasiones pierde puntos en la negociación de su sueldo. Y ello por variadísimas causas: porque ya se le ofrece un menor sueldo que a un hombre y carece de información sobre ello (techo de cristal), porque ella no negocia para sí misma con la misma fuerza que pone cuando negocia para su empresa (autoestima menor que el hombre), porque prefiere cambiar sueldo por flexibilidad (lo cual puede ser muy injusto si se trabaja por objetivos, como es el caso de cualquier puesto directivo), etc. Por otro lado, sólo aceptando las diferencias biológicas y psicológicas entre hombres y mujeres seremos capaces de integrarlas y de hacer posible la verdadera igualdad de oportunidades.
El pasado 11 de diciembre, en Madrid, mi colega la profesora Mireia Las Heras presentaba el informe S=HE: ¿Igualdad de oportunidades? Desarrollo profesional de hombres y mujeres en España, que ha dirigido desde nuestro Centro Internacional Trabajo y Familia (ICWF), con datos de Infoempleo y con el patrocinio de Gas Natural Fenosa. En dicho informe se recoge que España está lejos de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Por ejemplo, el 46 % de las mujeres españolas y el 38% de los hombres perciben diferencias salariales por género en las empresas.
Estas últimas semanas se ha hablado mucho de la brecha de género que hace que se respete menos a la mujer en su integridad personal, haciéndola víctima de abusos sexuales en diferentes grados, como han denunciado decenas de víctimas del productor de Hollywood Harvey Weinstein.
La periodista Gloria Lomana escribe esta semana en El País un artículo titulado Micromachismos, donde destaca que cualquier niña,
«en cuanto crezca, percibirá que la industria del consumo le cobrará una tasa rosa en los productos que se suponen son para ellas, y el mundo laboral la colocará bajo una lupa y le negará el mismo salario que a ellos. Por eso bien está que conozca por qué en dos meses habrá que seguir conmemorando el día de la mujer trabajadora. Y que a las grandes revoluciones como la de 2017, hay que acompañarlas de microluchas para hacer frente al eufemístico micromachismo, un virus que está por todas partes».
La revista Time ha elegido Personaje del Año 2017 al conjunto de mujeres que destaparon los abusos que habían sufrido en diferentes ámbitos, y desencadenaron «uno de los cambios culturales más rápidos desde la década de los 60. Las redes sociales actuaron como un rápido acelerador; la etiqueta #MeToo (#YoTambién) ha sido usada millones de veces en al menos 85 países». Y esta semana se ha hecho viral el discurso pronunciado por Oprah Winfrey en la gala de entrega de los Globos de Oro, siguiendo la campaña Time’s Up, que movilizó a los asistentes para que acudieran vestidos de negro. En alguno de sus carteles se podía leer:
«Se acabó el tiempo del silencio. Se acabó el tiempo de esperar. Se acabó el tiempo de tolerar la discriminación, el acoso y el abuso.»
¿De verdad se les habrá acabado el tiempo a las brechas de género y sus consecuencias (salarios más bajos, injusticias sociales, abusos, acosos…)? ¿O es solo una cortina de humo que oculta lo que verdaderamente está detrás de todo este nuevo movimiento social?
Para daros un punto de vista diferente y contribuir al sano debate, aquí tenéis un artículo de ABC que recoge el manifiesto que acaba de firmar la actriz francesa Catherine Deneuve, junto a otras 99 mujeres, donde se muestran contrarias a lo que denominan el «puritanismo de Hollywood» y defienden el «derecho del hombre a importunar»:
«En tanto que mujeres -continúa el manifiesto- no nos reconocemos en ese feminismo que, más allá de los abusos de poder, toma el rostro del odio contra los hombres y la sexualidad. Pensamos que la libertad de decir no a una proposición sexual corre pareja a la libertad de importunar, sin encerrarse en el papel de víctimas [ .. ] Defendemos la libertad de importunar, indispensable a la libertad sexual. Estamos suficientemente advertidas para admitir que la pulsión sexual es ofensiva y salvaje por naturaleza. Pero no confundimos el ligue desagradable o desafortunado con la agresión sexual».
El debate está servido.
¡Muy feliz año 2018 para todos y cada uno! ¡Seguimos!
Muy interesante. Muy Feliz Año, exitoso 2018, 19, … para Nuria Chinchilla y todas y todos. Saludos desde Guate.
Ellas merecen lo mejor. A menudo son esposas, madres, y como siempre han sido grandes hermanas, amigas, colegas, novias …
A eso le llaman con un nombre que todos sabemos. El informe es muy exacto y objetivo, hasta donde yo entiendo. Saludos.
Gracias, Núria!
Tus palabras me vienen como anillo al dedo (en plena negociación en este momento). Un abrazo!
Muchas gracias ,Nuria. Si que es un gran debate el planteado, pero seria una pena que volviera a quedar en debate parcial,dado que la situacion de la mujer en el mercado laboral ( por no hablar de la esfera publica )es tema pendiente .Indudablemente esta el problema del acoso y violencia contra la mujer (preocupante la vision sobre el tema de jovenes generaviones)pero tambien brecha salarial desde el punto de vista de tipos de trabajo, que me parece igualmente grave, el porcentaje mujeres en trabajo temporal o a tiempo parcial relacionado con la inexistente conciliacion, o bien el crecimiento de familias monoparentales y sus implicaciones laborales, o tambien ese asunto preocupante pero que ha desaparecido del debate publico sobre empresas que incluyen en el paquete salarial la congelacion de ovulos. Sin olvidar ese laberinto que constituye el camino de muchas mujeres a ka alta direccion. Time’s up pero para una enmienda a la totalidad
Hola! A Diego Barceló le enviaba yo mi nómina y la de mi compañero de dpto, ambos tenemos las mismas competencias y responsabilidades, incluso yo una mayor antigüedad en la empresa… un 33% menos cobro yo! Y cuando le pido a mi jefe no un aumento salarial sino una equiparación salarial me dice que «para ser mujer, ya cobro bien». Esa es la realidad que yo conozco.
nice
Mucho camino por recorrer todavía en temas de igualdad, querida Núria.
Os dejo mi tablero de Pinterest sobre MUJER-CONCILIACIÓN-IGUALDAD donde podréis seguir viendo, vídeos, infografías, imágenes… sobre ello y en el que también he guardado este post:
https://www.pinterest.es/celiahil/mujer-conciliacion-igualdad/
Feliz año a dod@s!!!